Córdoba: Liberan la ganancia empresaria, reprimen la lucha.

Hoy fue un día agitado para la policía cordobesa. Con minutos de diferencia intentaron impedir una movilización de repartidores que exigían condiciones de trabajo dignas, un corte de puesteros del parque Las Heras que defendían sus fuentes de trabajo y un corte frente al Polo de la Mujer, que respetando la distancia social y todas las medidas de salubridad, realizábamos junto a las compañeras de la Asamblea Ni Una Menos reclamando presupuesto y medidas urgentes, luego de haberse conocido un nuevo femicidio en la provincia. Parece que Schiaretti sigue sin enterarse que el aislamiento no es sinónimo de Estado de Sitio.

La ganancia liberada

Hace unos días atrás el gobernador informó por twitter una liberación casi total de la cuarentena, muchísimas actividades empresariales fueron exceptuadas, hasta a los templos religiosos se les permitió abrir sus puertas. Ninguna de estas decisiones está fundada en razones sanitarias, sino en garantizar la ganancia capitalista y su aparato de control. Así el 82% de los trabajadores industriales han retornado a sus puestos de trabajo, los comercios abrieron sus puertas al público, los bares y restaurantes están abiertos, las profesiones liberales, las inmobiliarias, las quinielas, las compañías de seguro. En fin, un abanico enorme de actividades que no tienen nada que ver con la atención de la pandemia fueron exceptuadas por presión capitalista.

Para los reclamos: cuarentena

Al gobierno no le molesta que miles de trabajadores deban movilizarse hacia sus lugares de trabajo y amontonarse en las empresas y comercios para garantizar la ganancia de los dueños de la provincia. Pero cuando estos mismos trabajadores, que se exponen todos los días, deciden manifestar sus reclamos en las calles, ahí suena la alarma del aislamiento social, preventivo y obligatorio y llega la policía para reprimirlos. Demostrando que para Schiaretti lo único que está en cuarentena son los reclamos. Lo denunciamos con los casos de los municipales de Jesús María, de Arcor, de UTS en Cruz del Eje y los repartidores presos y hoy vuelve a suceder.

Para los repartidores: precarización y represión

Los trabajadores de apps están en la calle desde el día uno del aislamiento. Lo hacen en condiciones laborales pésimas: hace dos años que su sueldo no aumenta, no tienen ART ni seguro, no tienen aportes ni estabilidad. Se exponen a accidentes, robos y cualquier tipo de riesgos. Con la pandemia todo se agravó y el aspecto sanitario es muy preocupante, deben costearse ellos mismos los elementos de protección personal y están permanentemente expuestos. Frente a esto se están organizando y movilizando casi diariamente. La respuesta la semana pasada fue reprimirlos y apresarlos. Hoy volvieron a salir a la calle y el gobierno mandó más policía. Pero los reclamos sociales no se resuelven con represión y los pibes van a seguir saliendo porque nadie puede comer con ese sueldo miserable.

 

Violencia machista: la otra pandemia

Aún no llegamos a la mitad del año y ya lamentamos cinco víctimas de femicidios. Las mujeres víctimas de violencia machista se encuentran mucho más expuestas en el contexto de encierro. Las denuncias se han incrementado según reconoce la propia Ministra Claudia Martínez, sin embargo el presupuesto no se ha aumentado, las condiciones laborales de las trabajadoras del Polo de la Mujer no han mejorado y por lo tanto, las herramientas para atender esta problemática tan urgente siguen siendo ineficaces. Con la Asamblea Ni Una Menos hemos seguido organizándonos durante todo este tiempo generando twitazos, ruidazos y demás acciones de visibilización. Hoy llevamos todos nuestros reclamos a la puerta del Polo y nos respondieron con policías, llegando al extremo de amenazar con llevarse presa a nuestra compañera y legisladora Luciana.

Nuestra lucha no está en cuarentena

La situación de nuestra provincia es crítica. Lideramos el ranking de las más pobres superando la media nacional. El 37,5% de los cordobeses son pobres y un 7,5% son indigentes. Un 35% de los trabajadores están precarizados y un 13% desocupados. Esta situación sólo ha empeorado durante el aislamiento, ya que miles se vieron en la disyuntiva de enfermarse o pasar hambre, sin contar con ninguna ayuda por parte del Estado provincial.

La crisis social va en ascenso y la sanitaria también, puesto que no se han garantizado las medidas de protección para los trabajadores de la salud y se ha permitido a las clínicas privadas actuar sin controles. El saldo es que de todos los contagiados de la provincia el 20% corresponden al Hospital Italiano, un gran foco infeccioso que, por más que Ginés González García culpe a los trabajadores de la institución, es producto de la desidia capitalista. Es un dato fundamental que más del 15% de los contagiados son trabajadores de la salud, dejando en evidencia que se exponen en primera línea sin que el estado y las patronales cuiden a quienes nos cuidan.

Las patronales con la venia del gobierno y de la CGT han despedido, suspendido y recortado salarios durante todo este tiempo, cargando sobre los hombros de los trabajadores el peso de una crisis que no generaron.

Semejante olla a presión es la que hoy se está destapando, los reclamos de los sectores populares emergen y ocupan la escena pública para exigir resolución. La única respuesta que ensayó el gobierno hasta ahora fue la represión y no le está dando ningún resultado. Los trabajadores estamos en pie de lucha y vamos a seguir reclamando por todos nuestros derechos. Desde el MST, junto a Luciana, estamos y estaremos presentes en cada una de estas peleas defendiendo a fondo el derecho democrático de participar, manifestarse y reclamar.

 

Viki Caldera Marsengo