MONDELEZ: Explotadores, evasores y corruptos
Esta multinacional, acordando con el burócrata sindical Daer y con el gobierno a través del Ministerio de Trabajo ha suspendido a sus trabajadores bajándole el salario en un 25%. Esta medida la toma luego de haber obligado a sus trabajadores a laborar con la excusa de que es una empresa alimenticia, decretadas como esenciales durante la cuarentena. En realidad su producción no puede considerarse como “esencial” ya que produjo golosinas todo este tiempo. Durante cuarenta días se dedicó a producir Mantecol, Beldent, Catbury, Halls, Lenguetazo, Shot y Toblerone al punto que se “stockeó” y por ese motivo hoy suspende recurriendo al artículo 223 del Código de Trabajo que se crea durante el gobierno peronista de Menem, que los peronistas gobiernos de los Kirchner no cambiaron y que el también peronista Alberto Fernández reconoce y mantiene.
Además, esta patronal pidió el Procedimiento Preventivo de Crisis (crisis inexistente) ante el Ministerio de Trabajo, y el 12 de noviembre de 2019 llegaron a un acuerdo empresa, sindicato y gobierno (Macri) por el que desde diciembre 2019 hasta mayo 2020 se la exceptúa de las contribuciones a la Seguridad Social. Es decir, los trabajadores subvencionan a la multinacional.
Diez multinacionales que deciden qué comemos y a qué precios
Mondelez que es una compañía norteamericana, es una de ellas. Son tres plantas: Pacheco y Victoria en provincia de Bs. As. y otra en Villa Mercedes,San Luis.
Grandes evasores
Al igual que otras grandes corporaciones no alimenticias es muy poco lo que aportan como impuestos, pero además tienen sus artimañas para evadir. Según la AFIP “en la Argentina la pérdida de ingresos fiscales como consecuencia de las técnicas de planificación fiscal nociva utilizadas por las grandes corporaciones asciende hasta el 4,4% del PBI.” Ambito financiero 16/05/2020.
¿Cómo hacen esto? Cuando exportan manipulan los precios de venta entre empresas vinculadas (es decir, de la misma multinacional) para generar márgenes de ganancias artificiales y lavar dinero. Y pueden hacerlo porque al estar el Comercio Exterior en manos de los exportadores y no del Estado no hay ningún control. Mientras que para los trabajadores los impuestos son compulsivos: impuesto al trabajo; 21% de IVA e impuestos provinciales y municipales. Un 40 por ciento de nuestros salarios van al Estado. Las grandes corporaciones ganan fortunas, las llevan al exterior y para colmo evaden impuestos.
La gran mentira
Los gobiernos de uno u otro signo nos sumen en la desocupación, el trabajo mal remunerado, la precarización, con la excusa de que necesitamos que esas grandes corporaciones creen empleos por “nuestro” bien. Es así como durante esta pandemia el Estado, aduciendo la necesidad de mantener empleos, paga el 50% de nuestros salarios con dinero del ANSES. Y nos encontramos que en un país con jubilaciones miserables, los jubilados tenemos que subvencionar a estos parásitos. O pagaremos nuestro petróleo un 100% más que el precio internacional para mantener Vaca Muerta.
Desde todo el aparato del Estado (ejecutivo, legislativo, judicial, educativo) junto a los partidos del régimen, las iglesias y los medios de comunicación nos hacen creer que el capital genera trabajo cuando en realidad es al revés: el trabajo genera capital. Si no producimos el capital entra en crisis tal como lo vemos con esta pandemia, y por eso están desesperados porque volvamos a producir sin importar cuántos de nosotros perdamos la vida.
Por la apertura de los libros contables de Mondelez y de todas estas multinacionales
Estas grandes corporaciones deben garantizar los salarios al 100% durante la pandemia. Ni un peso más a quienes dicen que pierden por uno o dos o tres meses sin producir, porque las inmensas fortunas que acumulan la generamos nosotros con nuestro trabajo. Que se abran los libros contables y veremos las enormes ganancias de estas multinacionales durante los últimos tres años y que esos salarios representan una ínfima suma en relación al capital que, con nuestro trabajo, venimos generando.
Y si los empresarios insisten en que tienen una crisis, entonces que se vayan, que el Estado de haga cargo de estas empresas y las ponga a producir en forma inmediata. Manteniendo los salarios y los puestos de trabajo, manteniendo las condiciones laborales. Mondelez bajo gestión del Estado y con control de sus trabajadores puede producir toneladas de alimentos para escuelas públicas, para hospitales, para comedores populares y barrios enteros. El Estado y sus gobiernos aceptan los chantajes de estas multinacionales porque solo aspiran a gestionar el capitalismo que es ganancia para unos pocos y miseria, hambre y desocupación para las grandes mayorías.
Isabel Morales