ANAHÍ BENÍTEZ: Con causas armadas no hay ni verdad ni justicia
Se reanudo el juicio en cuarentena y sin pruebas.
El día 12 de mayo, en plena pandemia, y después de 57 días de suspensión, se reanudó el juicio por el femicidio de Anahí Benitez, la joven asesinada en 2017 en la reserva de Santa Catalina. La jornada se realizó sin público y con medidas de protección. Lxs unicxs que concurrieron al juicio fueron los jueces Roberto Conti, Elisa López Moyano y Roberto Lugones, el fiscal, los abogados de ambas partes y la madre de Anahí. El imputado Marcos Bazán sólo pudo presenciar el juicio a través de una videollamada desde el Penal N°9 de La Plata. En su declaración afirmó ser inocente y dijo: “Si yo quedo detenido, el asesinato va a quedar impune”.
Mucho tiempo, pocas certezas…
El día 4 de agosto del 2017 fue encontrado el cuerpo de Anahí Benítez, de 16 años, secuestrada, violada, asesinada y semienterrada en un claro de la Reserva de Santa Catalina, en Lomas de Zamora. La encontraron tras 6 días de búsqueda y movilizaciones por parte de sus familiares, amigxs y compañerxs del ENAM de Banfield. El femicidio de Anahí generó una sensación de indignación muy grande para todo el movimiento feminista, lo que concluyó en grandes movilizaciones en pedido de justicia.
Luego de 15 días de que se activó el celular de Anahí, Marcelo Villalba fue detenido porque se encontraba en posesión del hijo de éste. Además de eso, luego de la autopsia se detectó ADN de Villalba en el semen encontrado dentro del cuerpo de Anahí.
El otro detenido por el femicidio fue Marcos Bazán con muy dudosas “pruebas” las cuales detallaremos a continuación. Un perro rastreador que supuestamente marcó la casa de Bazán (quien vivía a 200 metros del lugar donde se encontró el cuerpo), arroz, una pala con tierra y una tijera son las pruebas con las que la fiscal a cargo del caso en aquel momento Fabiola Juanatey, ordenó su detención. Pasaron 2 años y 10 meses de su detención y no se ha encontrado ninguna prueba fehaciente que ligue a Marcos con el femicido de Anahí. Mucho menos se sabe qué fue lo que pasó con Anahí los 6 días que estuvo desaparecida.
El juicio comenzado en Febrero de este año en el cuál se le daría sentencia a ambos imputados, hoy sólo continúa juzgando a Bazán, ya que Villalba, el único contra el que hay claras evidencias de que es culpable presentó un informe médico que establecía que el acusado no estaba en condiciones de afrontar el juicio a causa de la esquizofrenia que padece.
Pobres y perejiles
Los familiares y amigues de Marcos Bazán, junto con organizaciones y personalidades feministas y de Derechos Humanos, entre ellxs Nora Cortiñas, denuncian que en este juicio le armaron una causa a Bazán.
Según la definición del CELS “Las causas armadas son causas penales en las que la policía inventa un delito o le atribuye un delito a una persona que no participó en el hecho. En muchos casos se manipulan o fraguan pruebas.” [1] En general, ocurren en los barrios populares, ya que la policía al igual que la justicia son serpientes que muerden pies descalzos. En los últimos años se vienen acrecentando en gran medida y con causas de cada vez mayor condena. Básicamente es el mecanismo por el que los de abajo pagan los platos rotos de las personas o instituciones ligadas al poder. Las víctimas de causas armadas y sus familiares en los últimos años comenzaron a organizarse para pelear contra este hecho de impunidad policial-judicial.
Las supuestas pruebas que implican a Bazán están viciadas de irregularidades. En primer lugar, sobre la prueba del Can Bruno, “Según el experto Juan Carlos Lombardi -perito por Bazán, juez internacional y presidente de la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe-, el perro utilizado en la investigación, Bruno, tiene inconvenientes con su registro. Fue prestado por la Municipalidad de Escobar, pero el certificado lo extiende un policía de San Juan. No se acudió a la Sección Canes de la Bonaerense. Más grave es que en los videos aportados en el rastreo, Lombardi describe que se ve al guía inducir a Bruno a dirigirse al galpón donde vive Bazán. Y asegura que en ningún momento se desprende que el rastreador señale a Bazán: al único que le ladra es a su guía reclamándole la pelota para jugar. En su informe, el perito indicó que se sobrecargó al perro con tres olores (de Anahí, Bazán y Leonardo Agostino, un docente detenido al inicio de la búsqueda) el mismo día, en lugar de usar a tres rastreadores. Y que las muestras que olfateó el perro estaban contaminadas.” [2]
Por otro lado, el arroz con menudos encontrado en la casa de Marcos no da la certeza de que Anahí haya comido de ese arroz porque el arroz encontrado en su cuerpo durante la autopsia contenía verduras y no había rastros de menudos. Es una prueba rebuscada como lo es también la de la pala con tierra. La cual, se dijo que contenía el mismo tipo de tierra que el lugar donde se encontró el cuerpo, pero de la cual también se dijo que era lógico que sea el mismo tipo de tierra ya que Marcos vivía a 200 metros de ese lugar. Sobre la tijera hallada en la casa de Bazán hay una suposición de que le pertenecía a un amigo de Anahí. Hace ruido que en tanto tiempo de investigación no se halla determinado aún si era la misma tijera o no. No se descarta la posibilidad de que haya sido una prueba manipulada por la Bonaerense.
Otro dato llamativo es que a los 4 meses de encontrado el cuerpo de Anahí detuvieron al jefe distrital de Lomas de Zamora, Damián Lozano, tras haber aparecido en escuchas a una red de trata y que continuó con la “investigación de un sistema de recaudación ilegal por protección policial a comerciantes y prostíbulos de la zona.”[3] Lo que nos habla de una institución a la cual no se le puede atribuir ninguna confianza, sino lo contrario. Dicha institución tiene mucha implicancia en el juicio tanto en los testimonios como en el hecho culmine de la semana pasada con la detención del abogado de Bazán, Eduardo “el Negro” Soares, tras reprimir a quienes habían asistido a los Tribunales de Lomas de Zamora para pedir verdad y justicia por Anahí, y libertad para Marcos Bazán. Para sumar a la indignación, quien dio la orden de detención de quienes se habían movilizado fue Roberto Conti, el mismo juez del tribunal del juicio de Anahí. Deja ver claramente lo mucho que les molesta que salgamos a denunciar todas estas atrocidades. Por otro lado, muestran que conviven en una podredumbre tanto la policía como el poder judicial.
Injusta Justicia
Como militantes feministas y de las disidencias vemos cotidianamente el accionar nefasto de la justicia machista y patriarcal. En los casos de femicidios, cuando los femicidas quedan impunes y también cuando nos arman causas como a Marian Gómez por besarse con su novia en un espacio público. Y también la justicia es burguesa y por eso libera genocidas y descarga su peso sobre les trabajadores. A su vez es una justicia que, en este caso, continúa el juicio sin el imputado del cual se probó que era un violador y un femicida. En este marco en que las mujeres y el colectivo LGBT es vanguardia de las luchas y que se enfrenta a los femicidios que no cesan sino que se están incrementando producto de la cuarentena, no podemos aceptar que un inocente cumpla una condena mientras los verdaderos femicidas continúan libres. Porque mientras no tengamos justicia real, los femicidios van a seguir aumentando y los femicidas van a seguir caminando libres por las calles.
Hay ejemplos de luchas que le tuercen el brazo a la justicia patriarcal como la pelea que dimos en Córdoba por el femicidio de Paola Acosta, en donde gracias a la lucha y la movilización conseguimos la cadena perpetua para el femicida. Por eso, hay que continuar con esta lucha con actividades como la marcha del lunes 18/5 a los Tribunales de Lomas de Zamora, convocada por las organizaciones de derechos humanos, organizaciones feministas y de izquierda, y el centro de estudiantes del ENAM; exigiendo Verdad y justicia por Anahí Benítez y Absolución para Marcos Bazán.
Desde Juntas y a la Izquierda creemos también que es importante crear una comisión investigadora conformada por organizaciones y personalidades de los espacios de feminismo y derechos humanos para investigar realmente este caso. En ese sentido seguimos exigiendo Justicia para Anahí Benítez, anulación del juicio y reapertura de la investigación. Si hay causa armada, no hay verdad y justicia para Anahí. Seria equivocado pensar que cerrando el juicio con una condena sin ninguna prueba, Anahí Benítez descansa en paz. Pero además tampoco viviremos en paz las miles de mujeres que caminamos en el distrito mas peligroso para las mujeres según todas las estadísticas. Sin re apertura de la investigación, no solo no sabremos nunca que paso con Anahí, sino que sus violadores, y femicidas están sueltos e impunes.
Llamamos a repetir esta jornada , y ser muches mas, el día de la sentencia para exigir que la verdad y justicia para Anahí solo se darán con la anulación de este juicio impune.
[1] ”El problema de las causas armadas por la policía y el poder judicial” del centro de estudios legales y sociales (CELS)
[2] https://www.pagina12.com.ar/209687-anahi-benitez-y-las-marcas-de-la-bonaerense
[3]ídem 2
Malena Joel García y Marcelo Granate
(Juventud Socialista del MST, Zona Sur)