Universidad Nacional del Comahue; pandemia y prioridades
Ya hemos transcurrido más de dos meses desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. En un marco de incertidumbre, de angustia y malhumor creciente, las políticas implementadas por el gobierno nacional, distan de las necesarias. La plata de la que disponen el estado va para las grandes empresas, mientras que lxs que más la necesitan no ven más que un mísero bono de 10 mil pesos, que no solo es insuficiente, sino que tampoco fue recibido por todxs lxs que lo necesitan. Partimos de esta situación concreta para analizar lo que viene pasando en nuestra universidad.
¿La universidad al servicio de qué?
Esta disyuntiva es una constante en los debates dentro y fuera de la universidad, pero ante la situación excepcional que estamos viviendo, uno supondría que una institución con infraestructura, trabajadorxs y miles de estudiantes solidarixs debería estar a la cabeza de enfrentar la pandemia. “Patas Arriba» es el título de uno de los libros de Galeano, y así estamos, la UNCo es el mundo del revés. El miércoles 27 de mayo, la Federación Universitaria del Comahue (FUC) convocó a una concentración en las puertas del rectorado, para mantener una reunión con la directora de bienestar estudiantil, Marcela Debener, quien en una actitud prepotente nos acusó de “romper la cuarentena”, “dar un mar ejemplo” y nos tildó de irresponsables. Ahora bien, no respondió a ninguna de las demandas de los centros de estudiantes que movilizamos esa mañana.
Entonces ¿quiénes son lxs irresponsables? ¿Lxs estudiantes que nos manifestamos por los módulos alimentarios, por las becas que no se pagan, por el aumento del presupuesto universitario, porque se abran los comedores para dar viandas a quienes lo necesiten? ¿lxs que sostenemos que sin dispositivos y sin conexión hay una cursada excluyente? ¿quienes planteamos que la universidad tiene que poner los laboratorios al servicio de producir los elementos de bioseguridad necesarios? ¿o las autoridades de la universidad que siguen adelante con la cursada virtual haciendo como si nada sucediera? Esas autoridades que dejan en el camino a miles de estudiantes y toman decisiones de forma inconsulta, haciendo oídos sordos a los reclamos de quienes vivimos la cotidianidad de la universidad y que recibimos las problemáticas de compañerxs de todas las facultades. Cualquier persona con algo de empatía sabría fácilmente la respuesta.
Presupuesto que no alcanza
La UNCo tiene un presupuesto de 3.900 millones, mucho menos de los 5.600 millones que solicitó para el funcionamiento durante el ciclo 2020. Durante el macrismo los presupuestos universitarios se vieron recortados significativamente, sin embargo, el desfinanciamiento de las casas de altos estudios viene de antes con presupuestos que siempre aumentaron por debajo de la inflación. A pesar de esto, hoy la universidad no está utilizando gran parte de su presupuesto, con los comedores cerrados, sin pagar todos los meses las becas, además de otros gastos de funcionamiento. Entonces ¿no puede la universidad destinar esos fondos a combatir la pandemia y el hambre de lxs estudiantes que la están pasando mal?
Así mismo hay que seguir exigiendo más presupuesto para la universidad, en base al no pago de la deuda externa ilegal e ilegítima y un impuesto progresivo a las grandes fortunas que se hicieron a costa de la explotación y el saqueo.
Virtualidad, la improvisación al poder
A sola firma, así fue como el rector Crisafulli pasó por alto debates, procesos y años de elaboración teórica y práctica acerca de la educación, su función, su modalidad. Como si se tratara de cambiar de un canal a otro en la televisión, nos mandó a docentes y estudiantes a continuar la formación profesional de manera virtual. No consultó a nadie, no hubo capacitación docente ni están estipuladas las cargas horarias y tareas, no se relevó si lxs docentes y lxs estudiantes cuentan con conectividad y dispositivos para acceder a las clases. Un verdadero popurrí de improvisación, insensibilidad, autoritarismo y negación de la realidad.
Habría que empezar de nuevo, hacer el relevamiento correspondiente, asistir con dispositivos y conectividad a estudiantes y docentes, planificar en conjunto con la comunidad universitaria la re adecuación de contenidos, para que nadie se quede afuera.
Sed realistas, exigid lo imposible
Así estamos, vemos como destruyen la universidad pública por desfinanciamiento, recorte de contenidos y expulsando a miles. Pero lxs jóvenes no nos olvidamos del proceso mundial que se daba en el mundo antes de la pandemia, con rebeliones y revoluciones en Chile, Francia, Ecuador, Nicaragua, Hong Kong y el Líbano. Menos ahora que un estallido social recorre Estados Unidos contra el racismo capitalista que se combina con la crisis del covid-19 y los millones de desocupados.
Tomamos esas banderas, defendemos un ideal, porque queremos una universidad pública gratuita, laica, masiva, feminista, en defensa del ambiente y al servicio de la transformación social. Súmate a la Juventud Socialista del MST y construyamos la herramienta política que hace falta para dar vuelta todo.
Nico Mc Namara