Unidad para enfrentar la extorsión LATAM

El miércoles 17 de junio, la empresa LATAM, una de las principales compañías aéreas de América Latina presentó ante el Ministerio de Trabajo un Procedimiento Preventivo de Crisis para su filial argentina, poniendo en riesgo el trabajo de más de 1700 trabajadorxs.
La acción, que incluye la supresión de los vuelos de cabotaje de la compañía en nuestro país, fue divulgada a través de los medios masivos de comunicación antes de realizar cualquier comunicación formal a sus empleadxs, sindicatos e incluso el mismo Ministerio, y es un paso más en la extorsión que esta multinacional viene llevando adelante contra sus trabajadorxs desde el inicio de la crisis sanitaria. Es que al igual que otras grandes compañías, en Argentina y en el mundo, LATAM aprovecha la pandemia de COVID-19 para aplicar planes de flexibilización y precarización laboral que ya formaban parte de su agenda.

Los pasos de la extorsión

Reducción salarial unilateral: A tan solo tres días de declarada la emergencia sanitaria, y aun sin haberse declarado la cuarentena, la CEO de la compañía manifestó la ‘necesidad’ de reducir salarios en un 50% como única vía posible de supervivencia para la filial. Considerando que hablamos de una multinacional líder en la región con balances millonarios a sus espaldas, y que en plena pandemia repartió 57 millones de dólares en dividendos para sus accionistas, solicitar ‘cesiones voluntarias’ de salario al personal ya resultaba –de por sí- insultante.
Por si fuera poco, lejos de la imagen catastrofista que presenta en público, en plena cuarentena la empresa continuó volando, tanto para cumplir vuelos de repatriación como para realizar vuelos de carga. Vale aclarar que los vuelos de carga son la principal fuente de ingresos de la compañía y que no sólo se mantienen, a razón de dos a tres vuelos diarios, sino que durante la cuarentena el precio del kilo de carga se multiplicó por cuatro, pasando de un dólar a cuatro dólares por kilo.
Sin llegar a un acuerdo con los sindicatos, la empresa se escudó en el artículo 223 bis de la LCT, y procedió unilateralmente a la suspensión del personal, concretando efectivamente la pretendida reducción salarial, incluyendo al personal que continuó trabajando, o que tenía licencias previas.
El Gobierno Nacional, que había prometido ‘mano dura para con el empresariado que incumpla’, sin revisar siquiera los libros contables, y muy lejos del ‘les toca ganar menos’, aplicó el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), dándole subsidios millonarios. Así, mientras millones de personas buscan con que subsistir la cuarentena, la CEO de la compañía cobra subsidio ATP. Así de indignante y ridículo como se lee.
A pesar de que el Ministerio de Trabajo finalmente publicó un dictamen dándole a la compañía tres días para pagar el monto salarial descontado, al día de hoy la empresa no ha cumplido y sigue sin recibir ningún tipo de sanciones.

Negativa a negociar: Uno de los ‘caballitos de batalla’ de la compañía, es que se vio obligada a esto ante la negativa de los sindicatos a negociar. La realidad es que LATAM nunca estuvo dispuesta a negociar, porque su objetivo fue en todo momento forzar al gobierno y a los sindicatos a aceptar su plan de reestructuración.
Por eso, durante las seis audiencias realizadas mandó siempre segunda y tercera línea a negociar y jamás se movió de su exigencia original de reducción salarial de 50% y reestructuración. Es decir, LATAM nunca intentó una negociación, sino imponer su decisión. Según informan los sindicatos, todas las propuestas presentadas por ellos fueron rechazadas de plano por la compañía (vale aclarar que dichas propuestas son desconocidas por los trabajadorxs y nunca fueron consultadas).

Extorsión a lxs trabajadorxs: Mientras se negaba a negociar con los sindicatos, la empresa utilizó la angustia y la incertidumbre generada por la pandemia para extorsionar a través de reuniones virtuales, contactos individuales y negociaciones por fuera de convenio, instando a lxs trabajadores a firmar ‘acuerdos individuales’ para la reducción salarial.

División de lxs trabajadorxs: Lo anterior fue acompañado por una campaña sistemática que buscó (y en algunos casos logró) dividir a lxs trabajadorxs para aceptar los planteos de la compañía. Apelando a sentimentalismos y apoyada obviamente en la situación angustia e incertidumbre que mencionábamos, la empresa lanzó una operación de marketing que buscaba responsabilizar por el futuro de la compañía a lxs trabajadorxs que se negaban a firmar los acuerdos individuales y por supuesto a los sindicatos. Esta campaña tuvo éxito sobre todo en el sector de vuelo, logrando que un sector muy importante de tripulantes se sintiera parte de una supuesta ‘familia aeronáutica’, que en última instancia redunda en un apoyo a los planes empresariales en lugar de la defensa de sus derechos como trabajadorxs. Lamentablemente, esa actitud que debilita la lucha contra los planes de la empresa no va a evitar que una parte importante de ellxs, sino todxs, pierdan el empleo o vean reducidas sus condiciones de trabajo, como ya sucedió con los más de cuatro mil despidos realizados por el holding en varias de las filiales del continente. En fin, una familia en la que lxs únicos que se salvan son los padres y madres.

Plan de reestructuración: Lo que hay detrás de toda esta extorsión es, como señalábamos al comienzo, un plan de reestructuración de la filial argentina de la compañía, que implica obviamente reducción de personal, mayor precarización/flexibilización y ajuste sobre lxs trabajadorxs. En boca de sus propios voceros, la necesidad de un ‘redimensionamiento del tamaño de la empresa’, de ‘rediseñar las formas de trabajar’, de ‘adecuarse a la nueva normalidad’ teniendo que ‘dejar ir’ a quienes no se adapten. En limpio: achique de filiales, ofertas de retiros voluntarios, licencias sin goce de sueldo, desguace de Convenios Colectivos, despidos. Iniciativas que, por cierto, LATAM logró implementar en otras filiales de la región y que en nuestro país viene intentando desde hace años con el cierre de call centers, de oficinas comerciales, de bases en Bahía Blanca y San Juan, tercerización de sectores, etc.

Garantizar el empleo y las condiciones laborales

La lucha de lxs trabajadorxs de LATAM se enmarca, evidentemente en una situación en la que las grandes patronales, en nuestro país y en el mundo, buscan descargar la crisis sobre nuestras espaldas.
Lxs aeronáuticxs del MST consideramos que no es posible aceptar que empresas como LATAM, que acumularon fortunas durante años gracias a nuestro trabajo; que en plena crisis y mientras ajustan a sus trabajadorxs se reparten ganancias millonarias; que a pesar de sus cuantiosos recursos cuentan con apoyo financiero de los Estados, y que cuando les va bien no socializan sus ganancias, nos hagan pagar su ‘crisis’ a nosotrxs.
No aceptamos el chantaje de que para mantener las fuentes de trabajo haya que ceder nuestros convenios y conquistas.
Por eso planteamos, en primer lugar que se abran los libros contables de la empresa. Así podríamos saber cuál es el estado real de las cuentas de la empresa, su recaudación y el destino de los fondos.
Exigimos que el Estado actué de manera inmediata, en primer lugar para evitar el vaciamiento de la empresa: que toda su estructura, incluida flota de aviones y cuentas bancarias se declaren de utilidad social. Y si LATAM insiste en su política y chantaje, que se nacionalice la empresa, incorporando todas sus rutas, infraestructura y personal al sistema aerocomercial estatal junto con Aerolíneas Argentinas, bajo control de sus trabajadorxs y garantizando por supuesto el salario y los beneficios de sus empleadxs.

Unidad y democracia sindical para ganar

Apenas enterados de la noticia, lxs trabajadorxs pudimos transformar nuestra bronca y angustia en organización y lucha: en la noche del miércoles realizamos una masiva asamblea del sector de tráfico, que duplicó en número las ya de por sí importantes asambleas que veníamos haciendo en plena cuarentena. Muchxs compañerxs que no asisten habitualmente se sumaron y manifestaron la disposición a enfrentar este atropello patronal. A pesar de haber sido invitados, la conducción de nuestro sindicato, no participó.
En la Asamblea resolvimos impulsar una acción el día viernes 19 en el Ministerio de Trabajo, con el objetivo de instalar nuestro conflicto en la calle y de mostrar nuestra disposición a luchar en defensa de nuestra fuente de trabajo. Mientras la mayoría de lxs compañerxs buscaba la manera de poder movilizarse, lamentablemente sectores de la conducción del sindicato (APA) comenzaron a mostrar su desacuerdo y a través de mensajes privados sembrar dudas para levantar la acción. Sus argumentos eran básicamente que la movilización podía entorpecer las negociaciones, que no contaba con el aval del sindicato, que violaba la cuarentena, etc. Esta actitud es muy peligrosa por tres razones:
En primer lugar, sienta el peligroso precedente de que una acción votada por una asamblea de base pueda ser modificada a través de mensajes privados o de operatorias de algún sector. Este no es un dato menor: en una lucha tan importante como la que afrontamos no hay arma más poderosa que la unidad de todxs lsx trabajadorxs. Y esa unidad sólo puede lograrse si todxs somos partícipes y protagonistas, si todxs decidimos en común los pasos a seguir, si todxs respetamos las decisiones que tomamos en conjunto.
En segundo lugar, levantar la acción significa dejarle las manos libres a la empresa para impulsar acciones en su apoyo, apelando a sectores pro-patronales que buscan instalar que la responsabilidad es de los sindicatos y de lxs trabajadorxs (e incluso del Estado) por ser una traba para las necesidades de la empresa.
Y en tercer lugar, porque la experiencia de estos noventa días demuestra que la negociación por sí sola no alcanza para frenar a una patronal que ha mostrado de sobra su negativa a buscar puntos de acuerdo. La movilización no sólo no va contra la negociación, sino que es la única manera de fortalecerla.
A pesar de que la acción ya había sido votada y que considerábamos equivocado levantarla, lxs aeronáuticxs del MST, convencidxs de que sólo la máxima democracia puede fortalecernos en esta pelea, junto a otrxs compañerxs, decidimos impulsar una nueva asamblea en la noche del jueves. Asamblea que otra vez contó con una participación masiva y que volvió a mostrar la disposición de todxs a defender nuestros derechos.
Para que no quede ninguna duda de que consideramos indispensable la máxima unidad posible para esta lucha, decidimos entre todxs posponer la marcha, para poder convocar una nueva asamblea con la participación de la conducción del sindicato.
Los aeronáuticxs del MST hacemos un llamado entonces a la conducción de APA y el resto de los sindicatos aeronáuticos a buscar la máxima unidad, respetando las decisiones mayoritarias de nuestrxs compañerxs, y haciendo públicas todas las negociaciones para que todxs podamos opinar y decidir.

 Por la defensa de los puestos de trabajo y de las condiciones laborales

 Por la más amplia democracia para decidir. Por la más amplia unidad para luchar

 Apertura de los libros contables de LATAM

 No a la extorsión LATAM. Si no cumple, nacionalización con control de lxs trabajadorxs

Aeronáuticxs de ANCLA/MST
19 de junio 2020