Ni anticuarentena ni doble discurso. A fase 1 y con plenos derechos
Se aproxima un nuevo anuncio del tridente Fernández-Kiciloff-Larreta. Ante el salto en la curva de contagios, vienen amagando con endurecer la cuarentena, pero se quedan en los anuncios. Siguen priorizando las ganancias de las patronales por sobre nuestras vidas.
Escribe: Mariano Veiga, Secretario Gral. Adj. de la AGIHM
Hay tres posiciones claras. Por un lado las patronales, corporaciones, bancos y multinacionales, sus voceros de prensa que culpan a la cuarentena de la crisis económica y sus grupos de trasnochados gorilas que se movilizan con premisas reaccionarias. Solo piensan en sostener su tasa de ganancia a costa de la salud de lxs de abajo. Por otro el gobierno, que cedió a estas presiones, abrió prematuramente la cuarentena y ahora está en crisis ante el crecimiento de la curva “que se había achatado”. Nosotros tenemos una tercera posición: hay que volver ya mismo a la fase 1 de la cuarentena, pero implementando el plan de medidas sociales que venimos reclamando.
Fue el gobierno quien rompió la cuarentena
El ejemplo más gráfico fue el de Supermercados Coto, que con un show de matones le advirtió al Gobierno que no pensaba cerrar diversos locales a pesar de tener decenas de trabajadores contagiados. Coto amenaza con despedir trabajadores si cierra, cuando la industria alimenticia y de comercio de alimentos ha ganado millones en estos meses, a niveles superiores de los meses de mayor facturación.
El Presidente y su “equipo” abrieron desde el principio de la pandemia actividades no esenciales, como la megaminería contaminante.En las provincias con menos casos, prácticamente se libera toda la actividad, demostrando que mucho de lo que dice es doble discurso. Pero en el AMBA, donde se concentra más del 90% de los casos, tanto Larreta como Kicillof, con la venia absoluta de Alberto, abrieron más del 80% de las industrias y ramas de actividad y hay índice de circulación de alrededor del 60%. Una barbaridad que no es producto del incumplimiento de la gente, sino de una decisión política del gobierno.
Lxs trabajadores de la salud seguimos en todo el país desprotegidos, impulsando reclamos por los Equipos de Protección Personal. Llegamos al colmo de no haber cobrado el bono miserable de 5000 $ en decenas de distritos y de forma muy tardía en donde se cobró.
También existe una lógica presión a la apertura de la cuarentena de trabajadores informales y otros sectores de la sociedad que se ven afectados. Los padecimientos psíquicos han aumentado brutalmente. Los vínculos se desgastan, sometidos a una inmensa presión por el aislamiento. Los femicidios y la violencia doméstica presentan también números escalofriantes. Ante todo esto, la respuesta del Gobierno es casi nula. El IFE no alcanza, no existe ninguna política de contención en salud mental promovida por el Estado de forma gratuita y accesible y el rimbombante Ministerio de la Mujer ni siquiera tiene lugar físico. Los despidos y suspensiones arrecian y la rebaja salarial está legalizada por la CGT y la UIA.
Lo cierto, es que hasta ahora, por la falta de medidas de contención socio-económica a la población y por cederle a los empresarios, la circulación y concentración de personas fue masiva en el AMBA. Y ahora estamos ante un gran aumento de contagios (se superó la barrera de los 2000 diarios) que según auguran las autoridades sanitarias podría saturar el sistema de salud en un mes.
¿Cómo hacer para sostener una Cuarentena estricta, si te despiden, te reducen el salario y aumenta la inflación? ¿Alcanza con los 10.000 pesos del IFE? ¿Por qué priorizan el pago de la deuda en lugar de aumentar sustancialmente el presupuesto de salud y contención social? Esas son las preguntas que habría que hacerle al “tridente” en la conferencia de prensa, y que ninguno de los medios de comunicación de la burguesía le hace.
Los grotescos anticuarentena
Por otro lado, existieron las movilizaciones y declaraciones de los anticuarentena. Así como existen en otras partes del mundo como en Brasil, aquí también hicieron sus acciones de forma marginal. Confluyen también aquí la mayoría de los dirigentes de Juntos por el Cambio, la derecha vernácula, el liberalismo espertiano y los periodistas símil Feinmann. Con mucha prensa y poca gente pregonan la defensa de la libertad y el levantamiento de la Cuarentena. Empalman obviamente con la propuesta empresaria de apertura total, para garantizar la rentabilidad capitalista. E intentan convencer a diferentes capas de las/os trabajadores que por la desesperación de la crisis económica, necesitan de más movilidad para buscar trabajo o trabajar en la informalidad.
Dicen ser la contrapropuesta a la cuarentena de Fernández, que como dijimos, lejos está de garantizar aislamiento colectivo real y con derechos. Está demostrado que el camino de los países que flexibilizan la cuarentena son los miles de muertos. No hacen falta especulaciones. Brasil, EEUU, Reino Unido, España, Italia, Francia. Esto combinado con un sistema de salud argentino desfinanciado durante décadas, y descentralizado; es un coctel molotov.
Nuestra salida, desde la izquierda
Hay una forma de sostener la Cuarentena y al mismo tiempo garantizar los derechos de la población. Es una tercera posición, alternativa a los anticuarentena y el Gobierno.
En primer lugar, proponemos volver a la fase 1 en el AMBA y lugares afectados y complementar la medida sanitaria del aislamiento social multiplicando los testeos por 10. Desde un principio lo planteamos. Diferentes países han tenido resultados positivos, pero aquí arrancamos tarde y aún es insuficiente. Los testeos masivos permiten focalizar y realizar un seguimiento temprano de las zonas afectadas, antes de que todo explote. Actualmente cobra mayor importancia una medida de estas características porque la cantidad de contagios comunitarios superaron a los de contacto estrecho por primera vez esta semana.
Además es clave jerarquizar a lxs trabajadores de la salud. Ya ni siquiera se los nombra en las conferencias de prensa. Desaparecieron los aplausos cuando empezaron a caer los primeros compañeros ante esta enfermedad. No puede ser que sigamos con salarios de pobreza y con la paritaria congelada en la mayoría de los distritos. Es muy difícil entusiasmar a la primera línea ante tanta desidia, por más que todos los días sostienen con mucho esfuerzo el alicaído sistema de salud.
Se debe multiplicar el IFE, universalizarlo y llevarlo a 40.000 pesos mensuales para cubrir una canasta básica. Los 10.000 pesos son una ayuda para muchas familias que resulta insuficiente para evitar que salgan a buscar trabajo para no pasar hambre. Y ni que hablar de garantizar la prohibición de despidos y suspensiones en serio. El Congreso votó la supuesta prohibición de despidos el 18 de mayo y prácticamente al mes, LATAM anunció el cierre de sus operaciones y deja más de 1700 familias en la calle. Así como la garantía de cobro completo del salario, prohibiendo efectivamente toda rebaja.
Estas medidas solo son posibles si salen de los grandes empresarios y sus fortunas y no pagando la deuda externa. Es un momento único en la historia del país y de la humanidad, y no puede ser que siempre las crisis las paguemos los de abajo. El impuesto a las grandes fortunas que el mismo Gobierno osó esbozar cuando el FIT-U lo presentó en el Congreso lo cajonearon. Ahora siguen haciendo fulbito con el mismo Heller, Lozano y Máximo; hablan en los medios de cómo sería, de cual porcentaje aplicarían como impuesto, pero en los papeles no pasa nada. Hay que gravar ya mismo a las fortunas y las rentas y mantener ese gravamen en el camino de una reforma profunda y progresiva del sistema tributario.
Por otro lado, el silencioso pero efectivo Ministro Guzmán sigue arrimando el bochín para cerrar con los Fondos Buitre, mejorando todos los días la propuesta a los bonistas. Con esos millones de dólares, podríamos aumentar notablemente la cantidad de testeos, de personal de salud y garantizar un IFE como el que nosotros planteamos. Una vez más, el Gobierno cede a las presiones de las corporaciones. Desde el MST en el FIT-U proponemos el no pago de la deuda externa fraudulenta, que se fugaron los mismos que ahora presionan para levantar la Cuarentena.
Como siempre, no elegimos que derecho recortar. Queremos salud y trabajo. Es posible si damos vuelta todo. Ahora es cuando.