Doble discurso en la Universidad: Capítulo “Presupuesto”
Ayer al mediodía Alberto Fernández, el ministro de Educación, Nicolàs Trotta, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis anunciaron un gran plan de infraestructura en conferencia con los rectores de 47 Universidades de 20 provincias pero ¿de qué se trata?
Escribe: Jeanette Cisneros
Los tan esperados anuncios del presidente sobre el presupuesto universitario fueron otra estafa. El programa sólo estaría destinado a “infraestructura”, y es una inversión del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) por 128 millones de dólares. Primer mentira, es más deuda, un buitre de la educación, no una nueva partida presupuestaria del Estado. A través del CIN, la designación de este ingreso queda nuevamente en la decisión antidemocrática de los Rectorados. De las pocas certezas que dejó la presentación, una de ellas fué la afirmación de Barbieri, el rector de la UBA. Aseguró que la “inversión” se va a destinar en el hospital de clínica y a la producción de la futura vacuna, en alianza con universidades privadas de EEUU. Suena más a la continuidad de los negocios de Barbieri con Larreta y las multinacionales como Bayer,que un real avance en infraestructura.
Este pomposo anuncio forma parte de los discursos para volver a la “normalidad” ,levantando la cuarentena, mientras los casos covid positivo. Mientras, en las Universidades los edificios no están en condiciones para la cursada habitual, sería imposible pensar que se puede volver en esos espacios con distanciamiento social. Mención aparte para la infraestructura virtual que debe garantizar la normalidad forzosa, donde estudiantes y docentes padecemos una crisis cotidiana con cada campus virtual del país caído del sistema operativo. .
Qué universidad para qué futuro
La continuidad pedagógica fué otra gran mentira de la cuarentena. Millones de estudiantes quedamos afuera del sistema y nuestres docentes super explotades. Con el déficit presupuestario en el centro de la escena, llegaron los finales para potenciar la bronca y la incertidumbre. Sabemos, además, que la Universidad no es una isla y que nuestra comunidad está atravesada por la crisis sanitaria, social y económica que vivimos a causa de la pandemia y los gobiernos capitalistas.
Pero en su discurso, Alberto polemizó con Macri sobre la caída en la educación pública, para dejar en claro cuál es para el gobierno el rol del saber y el conocimiento del futuro: “No son países ricos los que tiene petróleo, sino quienes tienen la técnica, no son países ricos los que tiene oro sino quienes tienen la técnica”. Es claro, fortalecer una universidad al servicio del fracking y la megaminería. ¿Cómo? Fortalecer la técnica dándole valor agregado a los recursos propios para consolidar el saqueo, la extranjerización y la contaminación. Nada más alejado de la idea que defiende nuestro pueblo cuando hablamos de educación y futuro.
Hoy, los recursos para educación son la extensión del presupuesto 2018, devaluado en un 70%. Mientras Guzmán, en la “última” negociación con los buitres duplicó su primer propuesta aumentandola en 15000 millones de dólares, lo que equivale 12 veces al presupuesto destinado al ministerio de educación. La plata está, el problema es dónde. Por todos los derechos que están siendo vulnerados a estudiantes, docentes, no docentes, exigimos la triplicación del presupuesto universitario, para que através de comités de emergencia la comunidad universitaria puede decidir en cada facultad como responder a la emergencia social y educativa.