Los acreedores rechazan la oferta de Guzmán
Se abre un nuevo capítulo de la negociación de la deuda con legislación estadounidense. El Comité de Acreedores de la Argentina (ACC), el Grupo Ad Hoc y el Grupo Exchange presentaron una contraoferta conjunta. El aumento de 15.000 millones de dólares que no alcanzó.
Escribe: Nico Zuttión
Durante la tarde de este lunes se dio a conocer una nueva noticia relacionada a la deuda externa de nuestro país. Los 3 principales acreedores de la deuda decidieron rechazar la última oferta presentada por Martín Guzmán. Los 15.000 millones de dólares que había aumentado el ministro de economía con respecto a la primera oferta no alcanzaron. ACC, el Grupo Ad Hoc y el Grupo Exchange, con la frialdad que distingue a estos gusanos, decidieron contra ofertar e indicaron en su informe que van a realizar «importantes concesiones económicas y legales«.
Entre las nuevas peticiones de los acreedores se encuentra una suba de los pagos de intereses, aunque mantiene el nuevo cronograma de pago sin ningún tipo de período de gracia. Otro de los puntos que el presidente y el ministro, encargados de la negociación, decidieron ceder en la última oferta.
Una negociación sin fin
La cantidad de días de gestión de gobierno de Alberto Fernández, es la misma que la del período de negociación. La nueva jugada de los acreedores sólo se puede entender en el marco de que, a pesar de mostrar una retórica dura en la que cada oferta es la última, el presidente ha cedido a todas las demandas de los dueños de la deuda. En el tire y afloje, hay más afloje por parte del gobierno que otra cosa.
Esta negociación pertenece al tramo de 66.000 millones que el gobierno está tratando de reestructurar en lo que va del año. Los números que definen el pago, de tantos que se han barajado y por las nuevas cláusulas de confidencialidad, son cada vez más difícil de conocerlos. Lo único claro con este nuevo gobierno, es la decisión política de pagar una deuda ilegítima, fraudulenta y odiosa que absorbe los recursos de los trabajadores de nuestro país que cada vez se encuentran en una peor situación.
Toda la presión y pretensiones de estos buitres confirma el planteo de la izquierda; lo único justo y soberano es no pagarles nada y terminar con esta farsa. Algo que el gobierno, como se viene viendo, no está dispuesto a hacer. Por eso seguirá negociando sin descartar incluso nuevos cambios de propuestas, aunque por ahora diga que no.