POSPANDEMIA: Diferentes formas de pensar la Argentina

Suena un poco extraño hablar del país pos Covid cuando seguimos en el medio de la pandemia. Con números récord de casos, cuando hace tres días se flexibilizó más la cuarentena sin ninguna medida social y económica para trabajadores y sectores populares. Con estos datos, y no por hacer futurología, están dadas las condiciones para que la crisis económica, social y sanitaria se profundice.

Escribe: Cele Fierro

Luego de 4 meses de cuarentena, el presidente Alberto Fernández, junto a Kicillof, Larreta y los gobernantes de Jujuy, Chaco y Río Negro, anunciaron una nueva fase de la cuarentena, flexibilizándola aún más en el AMBA. Contradictoriamente, luego del aislamiento social y obligatorio estricto cuando los casos de contagios eran bajos, en la actualidad cuando ya se superan los 5000 casos por día, las muertes aumentan y el invierno, estación donde las enfermedades respiratorias son más frecuentes, se abren más actividades. Las presiones de los empresarios han hecho efecto. Porque estas medidas claramente no responden a priorizar la salud de la población.

Prioridades

La cuarentena como era planteada por el gobierno ya no se aguantaba. Pero lejos de responder a los sectores de derecha, “los anticuarentena” que se movilizaban para exigir la apertura de manera irresponsable, las medidas que se deberían haber tomado eran para garantizar durante todo este período excepcional, de encierro, las condiciones sociales, económicas y sanitarias de las mayorías. Nada de eso sucedió.
En el momento que hacía falta garantizar el 100% de los salarios, se acordaron rebajas entre el gobierno, la burocracia y las patronales. Cuando se tenía que garantizar los puestos de trabajo, a pesar de un DNU tardío, se despidió y se suspendió. Según la consultora Ecolatina, hay casi un millón de nuevos desempleados. Un gran golpe a las familias trabajadoras. Mientras, a esas mismas empresas que recortaron salarios, despidieron y suspendieron, el Estado benefició con los ATP, pagando parte de los salarios con plata del ANSES. Cuando fundamentalmente las grandes corporaciones siguieron en actividad, generando ganancias, se las subsidió con plata de los trabajadores.

Toda esa masa de dinero entregada a los sectores que viven de la explotación de sus trabajadores, ¿no te parece que se tendría que haber destinado para un subsidio a quienes tenían cortado los ingresos? Como son les trabajadores informales, o desocupados que, aunque pueden percibir un plan social, los mismos no llegan ni a la mitad de un salario vital y móvil. O a profesionales de la salud, que tanto se nombró como esenciales, pero ni los insumos de calidad y en cantidad siguen siendo suficientes, y el bono nunca llegó para el conjunto de trabajadores de la salud. Las prioridades del gobierno, por más expresiones discursivas, en los hechos han quedado a la vista.

Dime con quién andas

Lo enunciado por el gobierno muestra un camino para lo que se viene discutiendo con las grandes corporaciones que actúan en nuestro país, no es casual que AF se haya reunido con los representantes de la Unión Industrial Argentina, la Bolsa de Comercio, la Asociación de Bancos Argentinos, la Cámara de la Construcción, la Sociedad Rural Argentina y la Cámara Argentina de Comercio, como así también con la CGT, garantía de frenar reclamos y dejar pasar el ajuste. Esta decisión hasta cosechó críticas hacia el interior del Frente de Todos y va quitando la ilusión de amplios sectores de trabajadores y de la juventud que veían en el nuevo gobierno un proyecto alejado de quienes había beneficiado la política macrista.

Y no es casual, si se discute lo que vendrá con estos sectores, está claro que no va a ser para beneficiar a las y los trabajadores, sino que la prioridad para ellos siempre va a ser seguir acumulando ganancias. Y no hace falta pensar mucho en futuro, la semana pasada ya se avanzó en una propuesta de moratoria para empresas que mantienen deuda con el Estado. También están planificando un nuevo blanqueo de capitales, favoreciendo a los fugadores seriales.

Se avanza en reuniones con el Consejo Agroindustrial Argentina, conformado al inicio de la pandemia por más de 40 entidades referenciadas en las cámaras empresariales del campo y la industria, que han presentado un plan de 10 años para el desarrollo industrial exportador. Por más que lo presentan como una opción para generar más de 700 mil puestos de trabajo entre directos e indirectos, en la presentación de sus creadores, dicen que sería similar a proyectos de economía de conocimiento (que beneficia a las corporaciones digitales) o al de Vaca Muerta que precariza trabajadores, saquea nuestros bienes comunes y contamina el ambiente.

Nunca podría estar mejor usado el refrán dime con quién andas y te diré, en este caso, que intereses defiendes. Ninguna expectativa para les trabajadores.

Lo que se viene

Por más relato oficial, creció la desocupación, y esos puestos de trabajo perdidos serán muy difíciles de recuperar, creció la pobreza, se legaliza la precarización como en el caso de les repartidores en CABA, las paritarias congeladas, los precios no paran de subir. Un combo de ajuste y más explotación. Por eso las contradicciones con el gobierno aumentan, la experiencia de miles de trabajadores ya pone en discusión la política nacional y salen a luchar. Junto a la juventud, laburantes, sectores sin trabajo que están luchando, tenemos que apoyar con mucha fuerza y que se pueda hacer la experiencia hasta el final con una política que prioriza los derechos de la clase trabajadora y no los intereses de los capitalistas.

Una propuesta socialista contra la pandemia capitalista

La disyuntiva que intentaron presentar entre derecha y gobierno, con esta apertura en el medio de los crecientes casos de contagio se diluyó. Una propuesta que enfrente a la derecha irresponsable y garantice los derechos de la mayoría solo la levantamos desde la izquierda. Un programa integral que hasta que pase el pico de contagios, todos los recursos del país sean destinados para garantizar una cuarentena sin despidos, ni suspensiones; con salarios al 100% obligando a las patronales que los paguen, sino expropiación. Un salario universal de emergencia de 40 mil pesos para todes les trabajadores informales, sectores populares. Invirtiendo en salud, aumentando el presupuesto, para tener mejores salarios y más profesionales, terminando con el negocio de los privados de la salud avanzando en la declaración de utilidad pública de toda su capacidad instalada, y ponerlo todo bajo gestión del Estado en un sistema único de salud controlado por sus trabajadores.

Y para lograrlo hay que dar vuelta la tortilla, que esta crisis no la paguemos los de bajo. Que la paguen los capitalistas, quienes se han enriquecido a costa nuestra. Se tiene que poner definitivamente un impuesto a las grandes fortunas, dejar de salvar a los Vicentin. Frenar los pagos de una deuda ilegítima. Dejar de bancar a las patronales. Tomar el control de los servicios públicos hoy en manos privadas. Son solo algunas medidas, pero concretas que marcan el camino por el que se tendría que avanzar.

En un momento quedó a la vista de la mayoría la incapacidad del sistema capitalista de dar respuesta a las necesidades de la población, hace falta levantar una salida para el 99%, una propuesta anticapitalista. Cada una de estas medidas lejos de ser una utopía, son una necesidad y son parte de pensar una sociedad igualitaria, una sociedad socialista.