Reunión CGT-AEA: nuevo acuerdo en defensa de las patronales
En una nueva claudicación, los líderes de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunieron con los empresarios más importantes del país. La única ausente fue la agenda de los reclamos obreros.
Ayer, 21 de julio, Héctor Daer y Carlos Acuña, de la CGT, junto con Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Antonio Caló (UOM) compartieron una reunión con los hombres más destacados de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). ¿El motivo? La formulación de un petitorio con reclamos empresariales, algo totalmente ajeno a los reclamos actuales de los trabajadores.
Entre los puntos centrales del documento elaborado se encuentran las siguientes demandas: la reducción de la carga tributaria de las patronales y la concreción de un acuerdo con los acreedores de la deuda externa. Pasando en limpio, los burócratas que dirigen la CGT firmaron un apoyo a los empresarios para que le perdonen impuestos. Las necesidades reclaman un impuesto a las grandes fortunas, pero ellos convalidan reclamos de un sector que, como lo indicamos en otro artículo, es constitutivo del 1% de nuestro país que amasa una fortuna de USD 46.440 millones [1].
Héctor Magnetto (grupo Clarín), Paolo Rocca (Techint), entre otros, fueron los apellidos que la dirigencia de la CGT acompañó, a pesar de ser estos los responsables directos de una gran cantidad de despidos y rebajas salariales que han sufrido los trabajadores desde que comenzó la cuarentena.
Ya no sorprende el accionar de esta burocracia sindical que funciona como quinta columna en el movimiento obrero. Así como ellos diseñan, conjuntamente con las patronales más precarizadoras del país un modelo de pospandemia, los trabajadores nos tenemos que organizar de manera independiente y democrática para que el peso de la crisis que se está desarrollando no sea descargada sobre nuestras espaldas.
Pelear por lo nuestro
La agenda de nuestros intereses es otra, totalmente diferente a la aceptada por la conducción de la CGT. Es aquella donde los principales puntos son: terminar con los despidos, las suspensiones y las rebajas salariales; implementar un aumento general de salarios actualizados según inflación; establecer un subsidio universal equivalente a $40.000 para aquellos desocupados y trabajadores informales que lo requieran. Para financiar este programa, implementar un impuesto a las grandes fortunas y rentas, y declarar un no pago de la deuda fraudulenta e ilegítima.
Pelear por esto no es imposible, es alcanzable y necesario. La condición fundamental, es desplazar a estos dirigentes burocráticos que sólo defienden los intereses de los capitalistas y poco les importan las vidas de los trabajadores.
Nicolás Zuttión
[1] https://mst.org.ar/2020/07/22/los-50-miserables-mas-ricos-segun-forbes-2/