La Rioja: Las incoherencias del gobierno y la cuarentena que hace falta
Este martes 21 comenzó la apertura progresiva y escalonada de la cuarentena en la provincia. Es un anuncio esperado por muchos sectores de la provincia, pero que llega (ahí la incoherencia) en el peor momento epidemiológico.
El escenario en el que se monta esta medida es de un crecimiento alarmante los casos y las muertes por COVID 19, contabilizando lamentablemente 17 hasta las últimas horas, con 110 casos activos. Con cada actualización batimos un nuevo récord (tristemente), pero lo que no se ha actualizado desde el comienzo de la cuarentena son las medidas tomadas por los gobiernos para preservar la salud de la gente.
La curva epidemiológica no se amecetó y los casos siguen in crescendo, las muertes también, a la vez que se avizora el colapso sanitario. Todo esto resultado de la falta de inversión real en salud y poca/nula disposición de tomar medidas como la centralización del sistema de salud. Ahora nos proponen: “hay que aprender a convivir con el virus”, ignorando las consecuencias que sufren los países que “aprenden a convivir con el virus” como Brasil o Estados Unidos, donde no se tomaron medidas contundentes de prevención.
El gobierno provincial además sigue sin escuchar a los sectores de trabajadores más golpeados por la crisis económica que se profundiza día a día. Hace una semana estalló el conflicto con los trabajadores de la empresa San Francisco, que llevan meses sin percibir haber alguno, y que fueron reprimidos por la policía provincial cuando estuvieron en la residencia y cuando quisieron montar una olla popular frente a la residencia para alimentar a sus familias. Un conflicto que es botón de muestra de cómo actúa la dirigencia peronista a la hora de escuchar a los laburantes… Que seguirá abierto sin resolverse mientras el compromiso de pagar salarios y aguinaldos durante esta semana no se efectivice, además del otro compromiso (ambos sólo de palabra) del gobernador de absorber a todos los trabajadores de San Francisco S.A en RiojaBus, la nueva S.A.P.E.M. de transporte urbano*.
Otro dolor de cabeza para el gobernador fueron los comerciantes, que se movilizaron el 9 de julio pidiendo poder trabajar, pero el gobernador los trató de “resentidos” y sus funcionarios de “macristas y gorilas” pero recién esta semana prometió la asistencia con ATP y subsidio de 10 mil a la luz a cargo del Estado. La situación de los comercios céntricos fue tal que según un relevamiento a cargo del Centro Comercial e Industrial cerraron casi 120 comercios en la cuarentena, o en el mejor de los casos, algunos se relocalizaron en la periferia.
Por su parte, los trabajadores de la salud precarizados también estuvieron movilizando y protestando por el incumplimiento de pagos por parte del Estado, ¡algo que es realmente escandaloso! Enviar a la primera línea que enfrenta al virus sin las condiciones de trabajo ni las herramientas adecuadas. A esto se suman las denuncias por falta de equipos de protección personal en todo el sector de la salud. Médicos/as, enfermeros/as, etc., son esenciales para la sociedad, pero parecen descartables para el gobierno.
La cuarentena que hace falta
Sin dudas urge un alivio económico para los sectores más golpeados por el distanciamiento social, pero “levantar” la cuarentena sin una política de mayor prevención pone en riesgo la salud y la vida de la población, los 100 casos positivos son un anticipo de lo que puede ocurrir si no se cambia el rumbo. Pero no sólo eso, tampoco la medida logra resolver las dificultades económicas que atraviesan los trabajadores independientes y pequeños comerciantes. Entonces, ¿cómo hacer frente a todo esto?
Sistema Único de Salud: no fue sólo la izquierda la que puso en agenda este asunto, la realidad mismo lo hizo al demostrar la insuficiencia de los sistemas públicos de salud que históricamente fueron desbaratados por los recortes presupuestarios. Por eso, es momento de poner toda la infraestructura y personal sanitario disponible bajo el control público, las ganancias de las clínicas privadas no son prioridad, la vida de la gente sí. Pero con decirlo nada más –como lo hizo Ginés, ministro de salud de la nación- no alcanza, hay que hacerlo. Una medida de este tipo, acompañada por una campaña de testeos masivos, reduciría drásticamente las posibilidades de contagios y ni qué hablar de los fallecimientos.
Más presupuesto para salud, ¡basta de precarización! Hacer frente a la pandemia es una tarea heroica con la que las y los trabajadores de la salud se comprometieron desde el comienzo, pero cómo pretenden Quintela y el ministro Vergara que cumplan con sus tareas con salarios de hambre y estando muchos de ellos precarizados, sin acceso a derechos básicos como una obra social o ART. El gobierno se escuda diciendo que plata no hay y que todo depende de nación, pero tampoco hay certezas del destino de los millones que ya fueron enviados a la provincia. Por eso, la izquierda propone más presupuesto sobre la base del no pago de la deuda externa usuraria y que los fondos destinados a las provincias sean gestionados con transparencia, con rendiciones de cuentas regulares y públicos. Y el pase a planta permanente de todos los trabajadores con la participación y el control de las organizaciones de precarizados.
Que la crisis la paguen los que más tienen: hay empresarios, los más pesados, amigos del gobierno, cuyo negocio nunca dejó de facturar por declararse “esencial”. Es el caso de la curtiembre de Nonogasta o el parque industrial. Esas grandes empresas son las que pasan por arriba de los convenios de trabajo, recortan el sueldo, despiden y suspenden, con tal de maximizar sus beneficios, haciendo pagar los costos al trabajador y su familia. Ahora es su turno de pagar. El Frente de Izquierda Unidad es el único que propone un impuesto real a las grandes fortunas y que sea permanente, no por única vez. A nivel nacional, se barajó la posibilidad de un impuesto a las grandes fortunas, algo que creemos imperioso, con el proyecto que se presentó desde el FIT Unidad se podrían recaudar 15 mil millones de dólares y con ello garantizar un Ingreso Familiar de Emergencia de más de 30 mil pesos por un año. Pero el gobierno nacional no piensa enfrentar más que de palabra a los miserables que despidieron en Pandemia, suspendieron o cometieron fraudes y estafas al Estado como Vicentin. Siempre nos corren con el verso de que plata no hay, y es falso, hoy el gobierno de Fernández negocia pagar 10 mil millones de dólares adicionales a los buitres -bonistas- que equivale por ejemplo a 500 veces lo destinado a insumos de salud a comienzos de marzo y abril o 10 veces lo que se destinó al Ingreso Familiar de Emergencia.
Quedarse en casa como un derecho: nos piden que nos quedemos en casa, lo que es fácil para los funcionarios que, desde sus sillones, muy cómodos, cobrando todos los meses sus sueldos de privilegio. Pero claro, para muchos cuentapropistas, trabajadores independientes e informales, pequeños comerciantes, no salir a la calle o no abrir su local durante mucho más tiempo es sinónimo de no comer. Por eso hay que otorgar un salario universal igual a la canasta básica, para que ninguna familia tenga la necesidad de salir de su casa y exponerse a los contagios. Además, condonar las deudas contraídas por los hogares que, imposibilitados por la crisis, no pudieron pagar la luz, agua, teléfono, etc., estos últimos meses. Resguardarse de la pandemia tiene que ser un derecho para todos/as, no un privilegio para algunos.
El MST en el Frente de Izquierda Unidad es la única alternativa política que en La Rioja levanta un programa integral y posible para ganarle a la pandemia, para avanzar en esa dirección hace falta voluntad política. Es lo que nosotros tenemos, voluntad de construir una sociedad donde la vida de las mayorías valga más que las ganancias de unos pocos. Para eso nos organizamos este sábado en el Foro Mundial contra la Precarización Laboral y Educativa, estás invitado. Es tiempo de cambiar las cosas, es tiempo de dar vuelta todo.
Majo González
_*En la entrevista realizada para Medios Provincia en la noche del martes 21 Ricardo Quintela (gobernador) se contradijo al explicar que sólo será incorporado el personal “apto físicamente”. Su indiferencia para con las enfermedades provocadas por las jornadas excesivas de trabajo comprueba la insensibilidad de un gobierno poco preocupado la salud de las y los trabajadores. _