Ingenio Ledesma: para Blaquier la vida no vale nada
Una vez más el gobierno de Morales es noticia por las consecuencias nefastas del desmanejo de la pandemia por el Covid 19. Antes de ayer se conoció la octava muerte de un obrero del ingenio Ledesma, por la negligencia por parte de la empresa, y la falta de control de los protocolos por parte del Estado. No sorprende de esta patronal precarizadora, asesina, represora, no podemos olvidar el “apagón”, la disposición de usar sus predios y caminos para alojar y que transiten Gendarmes cuando los cortes y jujeñazo que protagonizamos.
El gobierno tuvo más de dos meses para prepararse para enfrentar, desde la sanidad, al covid 19 pero no hizo nada ni siquiera controlar el cumplimiento de protocolos de higiene y seguridad. Fue el gobierno de Morales que destacó el rol de la empresa Ledesma, por el hecho de que donó unos pocos litros de alcohol a los hospitales, pero no le exigió a la misma cuidar la salud de los trabajadores cuando ya empezaron los contagios.
En clara connivencia con la empresa Ledesma, el COE provincial rápidamente autorizó el ingreso de los trabajadores golondrinas para sumarse a trabajar en la empresa sin ningún tipo de protocolo, rompiendo de esta manera todas las normas de seguridad e higiene, siendo consecuencia de esto el fallecimiento de los trabajadores.
Mientras tanto los trabajadores empezaron a denunciar los contagios y la falta de medidas de bioseguridad, Ledesma y el gobierno seguían mirando para otro lado. También al principio se hizo caso omiso al pedido de licencia por parte de los trabajadores de más de 60 años y ni tampoco se quiso reducir la cantidad de obreros por turnos, ni la cantidad de horas de trabajo.
Por todo esto al día de hoy las consecuencias son nefastas e indignantes: 138 contagiados y 8 muertes solo del personal de la fábrica, sin contar todos los contagios a sus grupos familiares a lo que Ledesma solo atina a decir que fueron víctimas de los contagios comunitarios en la ciudad, negando así su criminal responsabilidad.
Morales y el COE, mientras Ledesma hace y deshace como si fueran los dueños del departamento con la gente incluida, no solo miran para otro lado, sino que además avalan y justifican este accionar descargando las responsabilidades en el ciudadano de a pie por “violar” la estricta cuarentena.
Ante todo esto, el sindicato SOEAIL convocó a un paro de 24 hs y denunció penalmente a la empresa Ledesma, un llamado a parar que fue por la presión y la bronca de los trabajadores que ven caer a sus compañeros día a día. Pero es fundamental la acción del gobierno con duras sanciones sobre la empresa para que se garanticen las medidas de seguridad e higiene para todos los trabajadores. Que el complejo fabril sea desinfectado y que sean los trabajadores con sus asambleas que vean que se cumplan con las condiciones laborales y de salubridad. Que se garantice que no haya ninguna rebaja salarial para los trabajadores licenciados ni que se precarice a los compañeros que los reemplazan en sus tareas. Es decir; nada se puede esperar de la empresa Ledesma y de los controles del COE de Morales. Solo la auto organización de los trabajadores en la fábrica va a garantizar todas las medidas que se necesitan.
Leonardo Rivero