Banderazo de la oposición de derecha ¿Qué hacemos en la izquierda?
En el día de hoy se desarrolló un nuevo banderazo en distintas ciudades del país, impulsado desde sectores políticos afines a Juntos por el Cambio y difundido y alentado con fuerza por medios masivos afines a esta fuerza política, como una jornada patriótica en defensa de las instituciones y la democracia, donde participan sectores diversos de clase media y alta con reclamos mezclados. Un banderazo que centralmente contiene a la base social opositora que sustenta a JxC proclive a posturas de centro y derecha en la mayoría de los tema en cuestión. No es casual haber visto reclamos contra la cuarentena y denuncias de una “falsa pandemia” mezclado con críticas por la inseguridad y la corrupción, pero ninguna mención a los despidos, bajos salarios, falta de alimentos y otras penurias de las familias trabajadoras.
Fue una acción claramente contra el gobierno, que tuvo en algunas ciudades una importante participación en caravanas y gente de a pie. La existencia de esta jornada es el reflejo de un creciente descontento de estas franjas, combinado con la polarización social y política vigente y el aprovechamiento que sectores políticos de la oposición burguesa realizan, frente al creciente malhumor social por la crisis económica en curso y la pandemia que no cesa. Temas que el gobierno lejos de solucionar, viene empeorando con sus medidas.
El carácter del banderazo y su programa convocante reflejan una acción regresiva, que propone frente a la crisis un camino político, económico y sanitario aún peor que el actual, y que de aplicarse nos llevarían a situaciones económicas y sociales peores y trágicas al estilo de Brasil o EEUU. En el caso de la justicia, aunque muchos se movilizaron contra una posible impunidad que perciben detrás de los cambios que el gobierno impulsa, a su vez los convocantes de esta movilización defienden el modelo de justicia actual que es un decadente sistema nada democrático, privilegiado y que también ha permitido y permite todo tipo de impunidad del poder político y económico.
En este sentido desde el MST en el FIT Unidad rechazamos esta convocatoria y el conjunto de las imposturas de sus principales impulsores políticos y mediáticos. También rechazamos la hipocresía de sectores dirigentes del PRO y Juntos por el Cambio que tras haber dejado al país en ruinas mediante su ajuste brutal, su entrega al FMI, desfalco, fuga de capitales, represión y corrupción, ahora pretenden reaparecer como supuestos salvadores. Así se pudo a ver en el banderazo a Bullrich y otros ex funcionarios del PRO, como si nada tuvieran que ver con el derrumbe económico y social del país bajo sus cuatro años de mandato.
Ni el gobierno ni la derecha; por una 3º opción desde la izquierda
Lo que también es evidente, es que el gobierno de Fernández y el Frente de Todos con sus medidas de ajuste hace que la crisis social vaya empeorando, mientras a la vez busca un plan de pospandemia junto a grandes sectores empresarios, corporativos y la burocracia de la CGT, y un nuevo acuerdo con el FMI. Nada bueno va a venir de ese rumbo. Lo comienzan a percibir incluso franjas de base de sus propios votantes, que han comenzado a ver críticamente la situación.
Por todo esto no es casual, que llegados ya al mes de agosto, con más de 150 días de cuarentena y una crisis económica que golpea fuerte a las familias trabajadoras, con despidos, suspensiones y salarios bajos en medio de una curva de pandemia que no baja, es evidente que el descontento social va a seguir creciendo por fuera del banderazo de hoy, que fue una acción parcial de clara intencionalidad política de posturas muy equivocadas. Pero hay otro descontento social que es genuino y cotidiano, en cada lugar y en barrios populares, miles de trabajadores y jóvenes se manifiestan y expresan como pueden por sus derechos, en medio de la pandemia.
Desde hace meses, en la calle viene habiendo acciones que sí juegan un rol progresivo; como la juventud precarizada que se moviliza por sus derechos laborales, los trabajadores y el sindicalismo combativo que reclaman contra despidos y suspensiones, enfermeras/os y profesionales de la salud luchando en la primera línea por condiciones dignas y reales protocolos de seguridad frente a la pandemia, las y los trabajadores de Latam defendiendo sus puestos de trabajo. Los miles que se movilizan en el Litoral en defensa de los humedales y contra los agronegocios, las familias y jóvenes que luchan por justicia para Facundo Castro y por todas las víctimas de gatillo fácil y la represión policial. Las mujeres que se expresan contra la violencia de género y contra la decisión del gobierno de no tratar el proyecto de ley de aborto legal. Las y los jubilados que organizan actos y encuentros en defensa de sus jubilaciones, los desocupados que luchan por trabajo digno y por mayor asistencia social a sus comedores y barrios populares.
Todos estos reclamos sociales justos necesitan expresarse de manera positiva y conjunto las próximas semanas, en forma crítica al gobierno y su plan y de manera completamente independiente a la acción de hoy. En este sentido desde el MST venimos proponiendo en la mesa del FIT-U que avancemos a coordinar con todos los sectores en lucha una autoconvocatoria, una reunión o instancia común, para que en común aparezca en la calle otra voz y miles de reclamos sociales, obreros y clasistas, populares, de las mujeres, la juventud y la lucha antirrepresiva. Y que desde la izquierda juguemos el rol positivo de impulsarlo y colaborar en su concreción.
Hasta ahora no hemos podido avanzar en esta convocatoria, por debates al interior de nuestro frente, en particular con los compañeros de PO que no ven la necesidad política de postular a la izquierda y vienen retrasando su concreción, y los compañeros de IS que no perciben que la situación y crisis actual necesita que salgamos política y socialmente con fuerza desde la izquierda, como evidentemente salta a la vista. El banderazo de hoy, el escenario de polarización y grieta entre gobierno y oposición de derecha que alientan los grandes medios, reafirma y actualiza la necesidad de no perder más tiempo y de colocar a la izquierda en unidad con las y los trabajadores y la juventud, como protagonistas de una gran acción nacional independiente del sindicalismo combativo y la izquierda, junto a otros sectores en lucha, y con un programa para que esta crisis la paguen los capitalistas.
No hay más tiempo que perder. Solo desde el sindicalismo combativo y la izquierda con el FIT-U podemos articular con fuerza una potente tercera voz política, social y de lucha que se haga sentir. Insistimos en avanzar por este camino dando pasos comunes, hacia una gran acción nacional y unitaria de todos los sectores en lucha, organizada de común acuerdo y en la mejor forma que la pandemia lo permita, para que miles se expresen en todo el país.
Sergio García