Alberto habló con la jefa del FMI: hacia el reconocimiento de otra estafa
Escribe: Carlos Miranda
El presidente Alberto Fernández anunció hoy, que había mantenido una larga conversación telefónica con la directora del Fondo Monetario Internacional, Cristalina Giorgeva. Al mismo tiempo se conoció en la tarde del mismo día que el Ministro de Economía Martín Guzmán y el Presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce, se comunicaron con el organismo por carta solicitando formalmente el inicio de las conversaciones para establecer un nuevo programa del Fondo.
En un acto con empresarios que le reclamaban “reglas claras” un sinónimo de estos tiempos para la vieja “seguridad jurídica” que siempre piden los empresarios cuya traducción llana es respeto por sus ganancias, el presidente Fernández comento que justamente para eso es necesario ordenar las relaciones con los acreedores externos, y que en ese sentido informaba que esta mañana había mantenida una larga y cordial conversación con la directora del FMI.
Más tarde se pudo conocer por el programa radial Pasaron Cosas, que Guzmán y Pesce habían enviado una carta al organismo para solicitar formalmente el inicio de conversaciones para establecer un “nuevo programa” con el Fondo.
Ambas noticias muestran el movimiento simultaneo de todos estos funcionarios para dar inicio al camino que conducirá a un nuevo reconocimiento de la estafa del siglo hacia el país, en la que se reconocerá el préstamo más grande que haya otorgado el Fondo Monetario en su historia y que fue íntegramente destinado a una fuga colosal de capitales, también record en la historia de los desfalcos a la Argentina.
El gráfico que reproducimos más abajo muestra dos líneas paralelas y casi iguales en monto entre el endeudamiento bajo el gobierno de Macri, incluyendo los 44.000 millones de dólares efectivamente desembolsados del préstamo del FMI, y la curva de la fuga.
Por otra parte según la información que se pudo conocer de la carta enviada, al contrario de plantear esta cuestión de la fuga que incluso va en contra de la propia Carta Orgánica del FMI, reconoce como una virtud el ajuste realizado por el macrismo cuando relata como un éxito la reducción del déficit fiscal entre 2017 y 2019, recorte que llevó entre otra cosas la eliminación de ministerios entre ellos el de Salud. Y coloca esta reducción del déficit tácitamente como un objetivo del actual gobierno.
Igualmente señala sin cuestionar el monto del crédito, el destino que ese crédito tuvo ni la responsabilidad del Fondo en otorgar semejante cantidad de dinero sabiendo que el país no podría pagarlo, hechos que representan suficiente argumentación para declarar la deuda como odiosa y por lo tanto repudiarla.
También aclara la carta que el gobierno del Frente de Todos está en disposición de facilitar toda la información que el organismo requiera de la evolución económica del país para poner sobre la mesa como parte de la negociación, a pesar de que hasta el delegado para asuntos latinoamericanos de Donald Trump afirmó a la prensa los primeros días de agosto, que el crédito fue una especie de aporte para la campaña electoral de Mauricio Macri.
Primero con los bonistas y ahora con el Fondo, el gobierno “progresista” cumple con los buitres y pretende que el pueblo trabajador pague la crisis. Por el contrario desde la izquierda, insistimos en un camino soberano; romper con el FMI y no pagar deuda ilegítima.