Córdoba: justicia por Nora
Hay importantes novedades y avances en la causa de Nora: el 26 de Agosto se efectuó la detención de Eduardo Garzuzi y se aceptó, finalmente, a la familia como querellante. Es un primer triunfo del movimiento feminista en este caso de trata de personas.
¿Qué pasó con Nora?
Nora es un nombre ficticio, para proteger la identidad de la mujer de sólo 20 años que fue rescatada de la trata de personas para la explotación sexual, en la capital cordobesa.
Su familia peregrina por los tribunales desde el 20 de diciembre, cuando realizaron la primera denuncia ante la situación de vulnerabilidad que ella presentaba.
El 3 de junio -fecha icónica para el movimiento de mujeres- realizaron una nueva presentación en Tribunales Federales.
Gracias a la decidida intervención de sus familiares, Nora pudo ser rescatada del lugar en el que Garzuzi la tenía, y hoy se encuentra en tratamiento en el IPAD (Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción), donde hubo que reclamar insistentemente por medidas de protección.
Es trata de personas
Numerosas pruebas fueron presentadas por la familia, entre ellas, fotos y videos que acreditaban no sólo la coacción hacia Nora, la vulnerabilidad y la situación de dependencia aprovechada por Garzuzi. Dependencia que la llevó a abandonar su proyecto de terminar el secundario, el tratamiento por adicción que estaba siguiendo e incluso el trabajo que tenía. Ejerciendo violencias de todo tipo, Garzuzi alejó a Nora de su entorno, le fue arrebatando todos los recursos que tenía para valerse por sí misma y estableció una relación de completa dependencia, en la que él le proveía drogas, alcohol y muy poca comida. Además, le utilizaba las redes sociales para amenazar a la familia para que dejen de intervenir.
Estamos ante un evidente caso de captación para la trata con fines de explotación sexual, en el cual se utilizan las drogas como forma de generar y mantener la relación de dependencia y dominación, llevándola a vivir en condiciones cada vez más precarias, e incluso, se pudo saber por relatos de la propia Nora, que la llevaba a fiestas para que tenga relaciones sexuales con otros hombres amigos de él.
Por todo esto, la familia insiste en que no puede entenderse la relación entre la víctima y su victimario como una relación de pareja. Sin embargo, en todo momento, se intentó pasar el caso a la justicia provincial, para que sea tomado por la Fiscalía de Violencia Familiar y no como un caso de trata de personas. Incluso hoy, Garzuzi está imputado por el sometimiento para la esclavitud y sigue sin contemplarse el delito de trata que denuncia la familia.
El triángulo de la impunidad
Desde el primer momento, la familia de Nora denuncia que las demoras, dilaciones y falta de acción se deben a que el victimario era funcionario del Ministerio Público Fiscal y, como es esperable, hay sospechas de que se lo está encubriendo. Por eso, pidieron ser aceptados como querellantes en la causa, para tener acceso al expediente completo y conocer en profundidad las acciones que está tomando la Justicia. Está solicitud les fue negada en dos ocasiones, argumentando que aún no se comprobaba la existencia de un delito y no había imputados.
Luego de que la asamblea Ni Una Menos Córdoba, de la que formamos parte numerosas organizaciones feministas, realizara junto a la familia varias acciones en las calles y frente a Tribunales Federales, se conoció la imputación y detención de Garzuzi, y la aceptación de la familia como querellante. Este es un primer triunfo de la movilización del movimiento de mujeres de Córdoba para romper con el triángulo de impunidad existente entre la policía, la justicia y el poder político. En una provincia donde continuamos exigiendo la búsqueda real de nuestras desaparecidas por las redes de trata, como es el caso de Yamila Cuello, donde la misma justicia federal absolvió al principal acusado y no hay avances desde hace más de 10 años.
La lucha es el camino
Nuestra compañera y Legisladora Luciana Echevarría participó de las movilizaciones frente a Tribunales Federales y fue recibida, junto con otras legisladoras y concejalas de izquierda, por el Fiscal Federal a quien le exigieron que acepten a la familia como querellantes y que analicen el caso con perspectiva de género. También impulsó una declaración en la Legislatura de Córdoba para que la misma expresara su preocupación ante el tratamiento del caso, que fue aprobada.
La familia de Nora, la asamblea Ni Una Menos y las organizaciones feministas seguimos reclamando una investigación completa para llegar a la verdad, que se reconozca el delito de trata de personas y que se tengan en cuenta las numerosas pruebas presentadas, que involucran como responsables a otro miembro del poder judicial provincial y un funcionario público del gobierno local.
La organización y la movilización son el único camino para seguir denunciando que sin complicidad estatal, no hay trata. ¡Justicia y protección para Nora! ¡Por el desmantelamiento de las redes de trata!
Maru Acosta