Rosario: reclamo en apoyo a Melisa ante la justicia patriarcal
El lunes 31 de agosto Juntas y a la izquierda Rosario y otras organizaciones nos volvimos a concentrar a las 10:30 en Tribunales Provinciales para pedir una reunión con la fiscal Granato y exigirle que solicite la detención del agresor.
Melisa está en peligro absoluto. Su agresor Nicolás Rivas intentó en la noche del domingo hacerla chocar con su auto en Av. Circunvalación. Ella pudo escaparse y llamar al 911, pero si bien los móviles llegaron, no pudieron detener a Nicolás porque ya se había ido.
La respuesta del Estado sigue siendo ineficaz, si bien el pasado 18 de junio, al radicar la denuncia en el Ministerio Público de la Acusación, recibió el botón antipánico, esto es obsoleto ya que la batería del dicho botón se descarga con rapidez dejándola expuesta.
Un calco con el caso de Melisa
Hoy mientras esperábamos la respuesta de la fiscal, una de las organizaciones que se acercó, nos contó el calvario que aún vive otra ex de Nicolás. El caso de Maite Vilarroel que tomó trascendencia mediática luego de que familiares y amigos hicieran público el pedido de Justicia y encarcelamiento de su ex pareja, Nicolás Rivas, acusado de haberla rociado con alcohol y arrojarle fósforos, que le generaron quemaduras en el 25% de su cuerpo, el 26 de junio de 2017.
Hace poco la joven de 27 años se animó a publicar en las redes sociales las escalofriantes situaciones que viene pasando en su domicilio porque aun Rivas continúa amenazándola y a toda su familia.
“Harta, cansada, con miedo, por no poder vivir tranquila, porque no nos deja vivir tranquilos… Ya no sé cuántas denuncias le hice en un aňo y medio, cuantas veces demostré pruebas de lo que me hacía y nos sigue haciendo, la justicia no actúa, ¿Tengo que esperar que me mate, o peor, como dice matar a alguien de mi familia?, ¿A que cumpla con todo lo que me dice, con todas sus amenazas, para que actué la justicia?”, se preguntó la joven.
“Estuve tres meses internada por lo que me hizo y ¿Eso no es prueba para la justicia? Tengo llamadas, mensajes, amenazas de ese momento y ¿Tampoco es prueba? Después de eso (Rivas) vino a mi casa a querer matarme, me rompió la puerta, hay 10 llamadas a la policía de ese momento, a las 6 de la mañana, cuando vino, la policía llego a las 10 de la mañana, un poco tarde, gracias a Dios se fue porque no pudo entrar, hay cámaras de ese horario de que vino ese día a Pérez, cámaras de rosario que su auto se dirigía a Pérez ¿Y eso tampoco es prueba? ¿Cuantas más pruebas necesita la justicia para que lo metan preso? Me pregunto todos los días que me manda mensajes con cuentas de redes sociales truchas diciéndome que si no levanto las denuncias va a mandar a gente a balear mi casa y la de mi familia, que con la plata todo se arregla, que me va a esperar en la puerta del trabajo, ojo cuando te vayas a dormir, ojo cuando entras a tu casa, si no levantas la denuncia antes del lunes anda preparándote para el velorio de tu hermana y de tu mamá”, escribió Maite en su cuenta de Facebook.
Y cerró diciendo que “Sabe todo lo que hago, mis horarios, donde vivo… y él está en prisión domiciliaria, con permiso de ir a trabajar, por buena conducta, porque tiene un buen trabajo, porque tiene un estudio, y porque tiene PLATA, que parece que con la plata todo se soluciona en su vida. ¿Cuánto más tengo que vivir así? ¿Cuándo va actuar la justicia? ¿Cuándo pase algo más grave? ¿Más grave de lo que hizo y hace?, ¿Tengo que quedarme de brazos cruzados esperando que este hdp (sic) haga algo más?… Él es el padre de mi hijo, Nicolas Rivas”.
¿Por qué la justicia no hizo nada antes y no hace nada ahora?
Otra de las cosas que nos contaban hoy es que Nicolás es hijo de un jerarca de la Prefectura Naval. No nos sorprende, la justicia sistemáticamente garantiza la impunidad para los violentos hijos del poder, porque es patriarcal y corrupta desde los cimientos. Rivas gozó de prisión domiciliaria por la decisión del juez Carlos Leiva y sin ningún tipo de control alguno, pese las numerosas denuncias realizadas por Maite en su contra. Está claro que esto es así por las complicidades de los poderes del Estado.
Hay que desmantelar todo. Esta justicia patriarcal ampara a los violentos y está sometida al poder político. Para terminar con el machismo institucional, nuestra propuesta es que los jueces, fiscales y comisarios sean elegidos por voto popular, con mandatos limitados y revocables si incumplen. Junto a los juicios por jurados es la única garantía de tener un sistema judicial independiente, que le rinda cuentas al pueblo y no al poder de turno. Que se aplique correctamente la Ley “Micaela” de capacitación obligatoria en género a todo el personal de los tres poderes del Estado, con su adecuado presupuesto, y controlado por las organizaciones feministas, así como también la aplicación de la ley antiviolencia y de la ESI. Para poder decir Nunca Más, Ni Una Menos, hay que empezar con estas medidas de manera urgente.
Rocio «Sandia» Bustamante
Juntas y a la Izquierda / MST, Rosario