Boca: crónica de los casos anunciados
El día domingo se conoció la noticia de la confirmación de 19 casos positivos de integrantes del plantel de Boca Juniors. A exactamente 20 días de la vuelta a la competencia esta noticia sacude al mundo del futbol y pone la lupa en los protocolos de los entrenamientos y en cómo será el regreso de las copas internacionales.
Leonardo Rando
La noticia dejo atónitos a propios y extraños. Uno de los clubes con mayor presupuesto, que tenía la estructura posible para llevar la vuelta a los entrenamientos sin ningún problema resulto ser el más complicado de todos. Si bien era algo esperable encontrar casos, como dijeron muchos médicos debido a la periodicidad de los testeos, la cantidad de contagios sorprendió a todos. A dos semanas de afrontar su partido por la Copa Libertadores de América con libertad de Paraguay como visitante el día 17 de septiembre Boca Junior confirma 14 casos positivos en sus jugadores y 5 casos positivos más en su cuerpo técnico. Su técnico Miguel Ángel Russo fue aislado inmediatamente después de haber conocido la noticia ya que es considerado sector de riesgo (viene de superar un cáncer de vejiga y de próstata) y los entrenamientos se suspendieron hasta el día jueves de esta semana. ¿Pero cómo se llego a esta situación y que cosas pudieron haber fallado?
Una cadena de errores
Boca volvió a los entrenamientos tal cual estaba estipulado el día 10 de agosto al igual que muchos clubes del futbol argentino, en ese momento solo se conoció un caso positivo en los testeos previos por parte de futbolistas. El jugador fue Agustín Almendra que aun sigue recuperándose de la enfermedad. Pero lo que no se dijo es que en la pensión del club había un foco infeccioso donde 5 cocineros habían sido diagnosticados con covid. Allí se encontraban algunos jugadores de reserva y Walter Bou quien se alojo en la pensión para cumplir con el aislamiento correspondiente ya que volvía de su préstamo en Unión y que días más tarde dieron positivo. Por su parte también contaba con casos de falsos positivos, aquellos casos que en un primer test rápido dieron positivo como Lisandro López, el mismo Bou o Eduardo Salvio pero que luego en test serológicos dieron negativo e inmediatamente volvieron a la práctica junto a otro grupo de jugadores cuando lo aconsejable según los médicos es estar aislados 14 días. Consultado por estos casos el médico del plantel profesional de Boca Rubén Argemi fue claro “no puedo guardar a un jugador 14 días sin entrenarse ¿Como se hace eso en el futbol profesional si en 20 días jugamos un torneo internacional? Uno de los contagiados de ese grupo con el que compartieron la práctica estos jugadores fue Iván Marcone.
Tampoco cumplió los protocolos al pie de la letra como acabamos de ver con el caso de estos jugadores contagiados aunque su médico declaro días atrás que algunos jugadores usaron la ducha del predio de ezeiza porque hacía mucho frio o estaba lloviendo y se les iba a enfriar el cuerpo cuando el protocolo en ese sentido es claro los jugadores deben ir vestidos al entrenamientos y no higienizarse hacinados.
El día lunes 24 de agosto Boca decidió, al igual que River y Tigre, empezar un aislamiento o lo que se conoce como Burbuja para resguardar a sus jugadores de cara a la vuelta de la competencia. En esa burbuja tampoco se cumplieron determinados protocolos, por ejemplo que cada jugador este en su propia habitación cosa que el propio Carlos Tevéz mostró, en una nota el lunes, que comparte con Ramón Ábila. Por protocolo, aunque no es para los entrenamientos, Conmebol aconseja alojar a todas las delegaciones tanto antes como después de la competencia en habitaciones singles para todos los integrantes. Además se conoció que el propio Tevéz salió el fin de semana a visitar a su padre Segundo, que se encuentra internado recuperándose de un cuadro severo de Covid 19. En las burbujas llevadas adelante en la MLS o en la NBA, que dieron buenos resultados, quienes abandonen la burbuja deben estar aislados 14 días cosa que tampoco se cumplió en este caso.
La gota que rebalso el vaso fue que a pesar de haber registrado que algunos jugadores presentaban síntomas el viernes 28 mas allá de diagramar testeos para los días sábado y domingo el plantel se siguió entrenando con normalidad incluso compartiendo el micro desde el hotel al predio donde entrenan. El día domingo con los primeros resultados de los testeos la bomba exploto.
¿Hay que seguir a cualquier costo?
Algunas voces expresaron la continuidad a cualquier costo como el propio medico de Boca que dijo “el fútbol es una fábrica y hay que volver a trabajar”. Le aclaramos que en los lugares donde se tuvo esta mentalidad fueron los lugares donde más casos hubo. Lugares donde también se tuvieron que lamentar muertes como en Coto o Ledesma en los que no se cumplen los protocolos y se obliga a sus trabajadores a ir no importa cuál sea su situación. Por su parte Donato Villani jefe de la comisión médica de la AFA expreso que “lo de Boca era esperable pero no en esa magnitud” agrego “estamos ante una pandemia de múltiples posibilidades de transmisión y se filtró en todos los estratos de la sociedad, porque no lo iba a hacer en el futbol”. Además aclaro “el futbol volverá de todas maneras salvo que el ministerio de salud diga lo contrario”. Es decir que la pelota para parar esto la tiene el gobierno.
Quien también juega su partido es Conmebol para volver cueste lo que cueste. Su reglamento es claro se prevé la ampliación de la lista de copa ante contagios masivos. Si hay 7 futbolistas disponibles, hay que presentarse a jugar, de lo contrario se pierden los puntos.
Tomas Orduna epidemiólogo declaro en una nota en Puede Pasar que “no cree que un jugador contagiado pueda jugar en 15 días. Tiene que pasar la enfermedad y luego se recomiendan dos semanas más”, además agrego “No me cabe duda que Boca debe postergar su partido. Hay que estar seguro de que no hay secuela”.
Desde nuestra perspectiva en una nota anterior planteamos la irracionalidad de volver a los entrenamientos en un contexto donde los casos siguen creciendo, donde en algunas provincias el sistema de salud está saturado y donde más allá de las presiones lo que hay que resguardar es la salud de los jugadores. Seguimos sosteniendo esta posición.