Un paso en el reagrupamiento de la izquierda universitaria
En el día de ayer se realizó el Encuentro Nacional de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria con la participación de las principales universidades del país e investigadores del CONICET. Nuestra corriente Alternativa Universitaria en ANCLA y el MST fue una de las impulsoras y convocantes del evento. Aportamos nuestra crónica del evento.
Escribe: Sofía Sforza / SITRADU (Entre Ríos)
El Encuentro Nacional de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria contó con la participación de docentes de la Patagonia hasta Tucumán, con representaciones de diferentes gremios, listas e incluso fue parte COAD, perteneciente a CONADU, sumado a investigadores de la ciencia del país. Mediante un debate fraternal, el intercambio potenció los acuerdos y consensos que dieron como resultado la votación de resoluciones positivas y de conjunto. Desde Alternativa Universitaria entendemos que estamos frente a un paso importante en el camino para reagrupar a la izquierda de la docencia universitaria, preuniversitaria y a les investigadores, para poner en pie un polo alternativo que lleve adelante nuestros reclamos.
Un nuevo mapa en la docencia universitaria y la ciencia.
La situación de les trabajadores de la docencia universitaria y de la ciencia hemos sufrido un gran deterioro de nuestros salarios y condiciones de trabajo. Durante el macrismo los paupérrimos aumentos salariales en cuotas vinieron acompañados de montos no remunerativos, lo que significó un gran retroceso, afectando jubilaciones y obras sociales, sumado a una inflación imparable que deja siempre por detrás a nuestros salarios. El cambio de gobierno no mejoró la situación, ya que sumado a la pandemia, seguimos sin tener una oferta salarial real, es decir, nuestros salarios están congelados, con una paritaria que venció en junio y de la que todavía no tenemos noticias. Las decisiones del gobierno han demostrado que la educación no es una prioridad, frente a la crisis sanitaria y educativa el oficialismo ha optado por el pago de las ATP a las empresas. Con trabajadores estatales bajo la línea de la pobreza, han priorizado el pago de la deuda odiosa y usurera. Sin inversión real en salud, en un contexto de crisis y pandemia, decidieron renegociar con los bonistas e iniciar un nuevo compromiso con el fondo. Es decir, mientras les docentes enfrentamos la virtualización forzada con nuestros bolsillos y hacemos malabares para evitar la deserción de nuestres estudiantes, el gobierno opta por negociar con el sistema financiero y quienes fugaron la plata del país.
Respuestas de contragolpe y oficialismo vergonzante
En este escenario las conducciones gremiales han brillado por su ausencia. FEDUN y CONADU se han transformado en ministerios del oficialismo, firmando cualquier acta que se les ponga enfrente, festejando los acuerdos por la deuda y aplacando cualquier posibilidad de un plan de lucha impulsado por las bases. CONADUH no está exenta de esta situación, ya que su núcleo central está formado por corrientes orgánicas de la coalición de gobierno. La intervención de Luis Tiscornia, Secretario General de CONADUH, en el plenario del CIN afirmando en reiteradas oportunidades “su simpatía con este gobierno”, confirman esa ubicación política. Pero también demuestran la imposibilidad de seguir frenando a las bases, y representan una respuesta al reagrupamiento de la izquierda que se expresó ayer en el Encuentro de contragolpe. Por eso el Encuentro planteó los importantes desafíos a los que nos enfrentamos y dejó tareas para la organización de la docencia universitaria combativa.
Alternativa Universitaria, con identidad propia
La intervención de nuestra corriente nacional Alternativa Universitaria se destacó por la insistencia en la necesidad de construir un frente único de intervención. Coincidimos en la necesidad de impulsar un plan de lucha que enfrente el ajuste que se ha descargado sobre les trabajadores y sectores populares. Para esto es necesario que este Encuentro no sea coyuntural, sino que tenga continuidad y sea el punto de partida para la organización de la docencia universitaria. En ese sentido, propusimos un Encuentro Interclaustros, ya que es indispensable para un verdadero bloque de lucha que el movimiento estudiantil combativo sea parte de las discusiones y acciones que junto a investigadores y docentes estamos desarrollando. Además, desde el MST en la mesa nacional del FIT-U y con nuestra corriente sindical ANCLA en el Plenario del Sindicalismo Combativo, hemos sostenido que es necesario impulsar una gran autoconvocatoria a movimientos sociales, feministas, socioambientales, de derechos humanos, para construir un polo independiente de la derecha anticuarentena y sus banderazos, así como del oficialismo paralizado que no ha parado de ceder a esa agenda, para que los millones sobre les que se está descargando el ajuste tengamos una referencia alternativa para luchar por un programa independiente. Repetimos esta necesidad en nuestras intervenciones en el Encuentro Nacional de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria, respondiendo también a los discursos que quieren imponernos una falsa polarización entre derecha reaccionaria y oficialismo, desde Alternativa Universitaria en ANCLA y el MST sostenemos: esa no es nuestra polarización. La real polarización es entre quienes defienden acuerdos con bonistas y el FMI, y quienes venimos sufriendo en nuestras condiciones de vida las consecuencias de esa política. Es también, entre el modelo extractivista y quienes enfrentamos en las calles la quema de los humedales, desmontes, y queremos parar el modelo asesino de la sojización. Entre quienes callan frente al accionar de Berni y el Estado, y les que acompañamos a la familia de Facundo Castro y todes les desaparecides y asesinades en democracia, exigiendo verdad y justicia. Y por supuesto, entre quienes nos dicen que no hay condiciones para exigir un plan de lucha que priorice nuestras vidas y salarios, y quienes sufrimos hoy la muerte de una compañera docente mientras daba una clase virtual con COVID, porque no le otorgaban las licencias que nos corresponden en una universidad privada. Desde Alternativa Universitaria en ANCLA y el MST trabajamos para la construcción de este polo y el Encuentro Nacional de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria ha significado un gran paso en esta línea. Para que la crisis no la paguemos les trabajadores y por un plan de lucha real que ponga en pie a los sectores combativos, por un tercer polo de referencia que haga frente a los avances y acuerdos del oficialismo y la derecha.
A continuación, reproducimos las resoluciones votadas en el día de ayer.
Resolución sobre virtualización
Las y los docentes pre y universitarios enfrentamos una virtualización forzosa que impusieron el Ministerio de Educación, los rectores y las gestiones de todos los colores y en todo el país. Tras el primer cuatrimestre, quedó completamente demostrado que teníamos razón en nuestras tempranas denuncias del sentido inmediato de esta imposición, que se manifestó en la precarización de nuestras condiciones de trabajo, en la sobrecarga laboral, en la negativa a suplencias para hacer efectivas las licencias y dispensas, en la falta de equipamiento y conexión de docentes que tuvieron que costear sus herramientas de trabajo, en los miles de estudiantes que quedaron afuera, desconectados y con becas limitadas y devaluadas. Ahora están comenzando las clases del segundo cuatrimestre sin ningún balance de lo ocurrido, sin atender a las demandas y reclamos de estudiantes y docentes. Para las autoridades solo de trata de aparentar que todo sigue como si nada, cuando estamos viviendo una emergencia y una crisis extraordinaria.
La virtualización forzosa se ha dado en el marco de una triple crisis (sanitaria, económica y social) que se está descargando sobre el conjunto del pueblo trabajador, con pérdida del poder adquisitivo del salario, precarización generalizada del empleo y millones de nuevos desocupados. La pandemia ha agravado todas las desigualdades pre existentes: según la CEPAL nuestro país se encuentra entre los tres países de la región donde la desigualdad más ha crecido desde fines de marzo a la fecha. El acuerdo con los bonistas privados por una deuda ilegal y fraudulenta y el que se viene con el FMI no harán más que agravar esta situación.
En esta crisis se evidenció una vez más la falta de un gobierno democrático de la universidad, la mayoría de las gestiones se negaron a poner en pie comités de crisis para debatir en forma abierta y con el conjunto de actores/actrices, la reorganización del trabajo universitario. Se impusieron condiciones, se bajaron resoluciones inconsultas y sin consenso. Por eso es necesario seguir insistiendo en la democratización del gobierno universitario para que las decisiones no se tomen entre un puñado de gestores y castas profesorales
También tuvimos razón en la denuncia del carácter estratégico de esta virtualización que encontró con la pandemia y la cuarentena la oportunidad para profundizar la línea privatizadora de la educación cuya letra original en nuestro país sigue siendo la Ley de Educación Superior del menemismo, que sostuvieron y aplicaron todos los gobiernos, y los intereses de las grandes corporaciones de entornos educativos. Así lo revela, por un lado, la reciente declaración del Secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk cuando afirma: “Hemos garantizado la educación a millones de estudiantes en un breve lapso de tiempo, ahora tenemos que consolidarlo para el futuro. Construir un modelo educativo que sintetice lo presencial y lo virtual y una universidad que se vincule con las demandas del pueblo”. Y, por otro, la noticia del desembarco del monopolio Google en el negocio educativo al ofertar cursos de seis meses con titulaciones universitarias a un costo de 300 dólares. Estos hechos ponen en evidencia los planes de la UNESCO y la OMC de mayor mercantilización y privatización de la educación superior, negocio que las empresas de educación, de telecomunicaciones y tecnología esperan que supere los 30 mil millones de dólares en 2025.
Van por la reedición de un cuatrimestre de mayor precarización, al sumar la toma forzada de exámenes virtuales sin considerar no solo la situación de los docentes y las cátedras sino también la de los estudiantes que no cuentan con el equipamiento y conectividad básica para sostenerlos. Como si algo faltara, van por la imposición de programas de ciberpatrullaje, desde el orwelliano Respondus en la Universidad de Córdoba hasta el policial reconocimiento facial en todas las universidades con acuerdo de los ministerios de Educación e Interior, a través del Renaper.
Frente a esta política que vulnera nuestros derechos laborales conquistados en el CCT que se niegan a aplicar o lo hacen limitadamente en las universidades nacionales, levantamos el programa de reivindicaciones que oportunamente firmaron todas las federaciones docentes para presentar en la paritaria con el Gobierno y que luego la Conadu, Fedun, Fagdut, Ctera y UDA entregaron firmando un acta que no garantiza derechos elementales y que convalida la precarización que denunciamos y contra la cual llevamos adelante una jornada nacional de lucha y paros en las asociaciones de base de la Conadu Histórica.
Contra la precarización y la privatización de la educación superior, exigimos la derogación de la LES menemista que sostuvieron todos los gobiernos y los elencos de las gestiones universitarias, la plena vigencia del CCT, el pleno derecho a las licencias y dispensas con sus suplencias, la voluntariedad y reversibilidad de las tareas de enseñanza docente, la excepcionalidad y optatividad de la toma de exámenes finales virtuales por parte de los equipos de cátedra, la implementación de pausas virtuales para la docencia pre y universitaria, plena vigencia de la paritarias particulares, comités de crisis paritarios en colegios, facultades y universidades para presentar y controlar el cumplimiento de estos reclamos. Asimismo, reclamamos la provisión de equipamiento y acceso a conectividad, provistos por el Estado, tanto para estudiantes como docentes y nos oponemos que los mismos sean pagados con intereses por docentes y estudiantes.
El regreso a la presencialidad debe estar bajo control de estudiantes docentes y no docentes para que las aulas, talleres y laboratorios sean lugares seguros. Plena vigencia de las comisiones de seguridad e higiene del CCT que deben tener en sus manos la elaboración y control del cumplimiento de los protocolos para cuando esté planteado el regreso a las aulas.
Resolución sobre Plan de lucha
A la crisis humanitaria, sanitaria social y económica se la está descargando sobre los trabajadores, la educación y la salud pública. La imposición flexibilizadora de nuestras condiciones de trabajo se agrava con el congelamiento y devaluación del presupuesto universitario y de los salarios docentes.
La crisis presupuestaria.
El presupuesto es el mismo que impuso Macri para 2019 y que fue refrendado por el gobierno y el congreso en la última ampliación votada durante el mes de julio. La inflación desde su presentación (en septiembre de 2018) superó el 70%. En términos comparativos el presupuesto universitario es LA QUINTA PARTE de lo destinado al pago de la deuda externa y UN TERCIO de los montos que los empresarios han evadido al fisco y se les financia a 10 años con una moratoria. El congelamiento es completo y ha sido denunciado incluso por un ala de los rectores que solo reclaman fondos para garantizar su “funcionamiento” pero no para salarios de docentes herramientas de trabajo y conectividad o para aumentar (en cantidad y monto) las becas de los estudiantes, las viandas y albergues. Sin aumento de presupuesto no se garantiza la producción científica y la extensión al servicio de las necesidades populares, se profundizará el deterioro de nuestras obras sociales y será imposible poder poner en pie los protocolos necesarios para el regreso a la presencialidad. El anuncio de fondos destinados a obras de infraestructura, contratado como más deuda externa con la CAF hace indisimulable el hecho de que regresamos al canje de deuda por educación, el viejo sueño privatista que enfrentamos desde hace por lo menos dos décadas. Por un incremento inmediato de nuestros salarios
A las y los docentes pre y universitarios se nos exceptuó de la percepción del bono de principio de año porque íbamos a cobrar la cláusula gatillo de marzo. Pero, con la complicidad de las burocracias sindicales, el Gobierno se negó a aplicar la cláusula que hubiera permitido una recomposición de nuestro salario. Vencida en junio la paritaria, el Ministerio de Educación no abre la paritaria y ratifica que no habrá incremento alguno en este año, en sintonía con el anuncio oficial de congelamiento del salario de los estatales. El resultado de esta política: una rebaja salarial superior a los 12 puntos, solo si tomamos como referencia la inflación desde octubre de 2019 a agosto de 2020 y mayor al 35% desde que asumió el macrismo. Los salarios de ayudantes de primera que apenas alcanzan los 10 mil pesos y el cargo testigo representa la mitad de la canasta de pobreza. Los más de 20.000 docentes adhonorem o adscriptos directamente pagan por trabajar, los contratados y monotributistas tienen salarios inferiores a los de convenio y ningún derecho.
El ajuste salarial comprende también a los investigadores y becarios que se han movilizado en las últimas semanas contra los despidos y por el congelamiento salarial. La reciente respuesta de Ana María Franchi, presidenta del Conicet, a los miembros del Directorio, confirma la política salarial del gobierno en todos los frentes: que el reclamo es justo, que no es oportuno en tiempos de pandemia, que el próximo año es probable que se otorgue un incremento.
En defensa del 82% móvil
Así como intentan vulnerar los derechos laborales y salariales, también persisten en el intento de eliminar la conquista jubilatoria de docentes e investigadores: el 82 y 85% móvil, que no es un régimen de privilegio sino que es el derecho histórico a la movilidad jubilatorio del movimiento obrero. En diciembre, el gobierno anuló la movilidad jubilatoria y entre los millones de jubilados afectados, los investigadores ya han perdido más de 10% por la aplicación de los DNU presidenciales. En ese momento, y a pesar de estar ya casi en receso, gracias a una intensa campaña virtual, logramos que se exceptuara de la resolución que eliminaba la movilidad a nuestros compañeros jubilados docentes universitarios y preuniversitarios Pero la amenaza continúa y es concreta: desde diciembre funciona una comisión bicameral que estudia un nuevo régimen jubilatorio, a lo que se suma el congelamiento salarial, la moratoria impositiva y los bonos con que el Estado paga la deuda pública y vacían al Anses, que preanuncian nuevos recortes. Todo esto es, un ataque a los derechos de todos los jubilados, incluidos los docentes que el gobierno de los Fernández está aplicando siguiendo la agenda de las exigencias del FMI.
La salud de la docencia
La pandemia desnudó a nuestro sistema de salud, su vaciamiento, su inequidad y su privatización. El gobierno denegó la exigencia de partidas para financiar las obras sociales universitarias y en cambio desvió más de 400 millones a los sistemas privados dejando en evidencia que su supuesta propuesta de un comando único de salud no era más que una impostura. Exigimos que nuestras obras sociales cubran todos los costos del COVID-19 y de todos los tratamientos autorizados con el aporte del 3% de los salarios de los trabajadores activos y pasivos como marca la ley y que de no ser suficiente se cubran con fondos estatales las necesidades financieras. Planteamos la democratización de las obras sociales universitarias y la derogación de la menemista Ley Aseñolaza que ha tercerizado, privatizado y mercantilizado la salud de la docencia y sus familias.
En esta coyuntura se ha profundizado la crisis de las Obras Sociales Universitarias. No solo hay que luchar por su recuperación y democratización, sino que tenemos que avanzar en la discusión de un sistema único de salud, en el cual la universidad tiene un papel fundamental. Es necesario discutir la función social del conocimiento para que se utilice con un criterio de salud pública, de producción pública de vacunas e insumos y no guiado por los intereses de las empresas de salud y laboratorios.
Nuestro pliego
Para la docencia y los investigadores, están a la orden del día los reclamos por la apertura de las paritarias y la recomposición salarial, por el aumento de los salarios de investigadores y becarios (de Conicet, Agencia y universidades), por la defensa de las conquistas jubilatorias, por el financiamiento de las vaciadas obras sociales, por el incremento (en monto y cantidad) de becas para estudiantes, por el aumento del presupuesto de las universidades y del sistema científico, por el pase a planta de todos los interinos, contratados y monotributistas, por el salario para todos los ad-honorem y adscriptos, por el pase de los ayudantes de primera a JTP como estipula el CCT, por la aplicación del CCT en todo el país, por la anulación de la LES menemista, no al canje de deuda por educación, no pago de la deuda externa, no al acuerdo con el FMI, por un impuesto a las grandes fortunas y rentas por la derogación del impuesto a las ganancias sobre los salarios.
Para imponer tanto los reclamos por nuestras condiciones de trabajo, como presupuestarias y salariales, necesitamos poner en pie un movimiento de lucha de la docencia pre y universitaria de todo el país que sea independiente de todos los gobiernos, el CIN, los rectores y todas las gestiones
Durante el primer cuatrimestre, distintas asociaciones de base llevamos adelante paros y movilizaciones en defensa de este pliego. Necesitamos un movimiento nacional frente a la parálisis y complicidad de las direcciones de las centrales sindicales de la Conadu, Fedun, Fagdut, Uda y Ctera, todas cooptadas por el gobierno, a las que volvemos a exigirles que rompan con esta política que prepara un Pacto Social para avanzar con el ajuste contra la clase obrera. El impulso de este movimiento no vendrá de las direcciones burocráticas de la Conadu, Fedun, Fagdut, Uda y Ctera que han entregado nuestro salario, primero, y nuestros derechos conveniados después, traicionando a las y los docentes. Tampoco surgirá de una medida aislada, como lo resolvió la Conadu Histórica, que no permite despegar en un verdadero plan de lucha en todas las universidades y colegios preuniversitarios.
Llamamos a presentar este programa de reivindicaciones para deliberar en todos los lugares de trabajo, para votarlo en las asambleas y plenarios de nuestras asociaciones de base (estén o no afiliadas a una federación) y pasar a la acción.
El Encuentro Nacional de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria resuelve:
Convocar a una jornada nacional de lucha de 48 horas, con paros, medidas de visibilización y apagones virtuales en todas las universidades del país a realizarse en la segunda quincena del mes de septiembre, como el inicio de un plan de lucha para conquistar todas nuestras reivindicaciones. Llamamos a que esta medida sea discutida y votada en asambleas de todas las asociaciones de base de Conadu y Conadu Histórica
Además consideramos necesario que la Conadu Histórica convoque a la brevedad a un Congreso de la docencia pre y universitaria, abierto a todos aquellos que acuerden con la necesidad de una lucha común contra esta ofensiva, y donde, en base a los mandatos, se delibere y resuelva un plan de lucha nacional con los trabajadores de la ciencia, la educación, la salud y todos los trabajadores estatales para que la crisis la paguen los capitalistas. En este sentido vemos como un paso importante el paro y movilización de los trabajadores de ciencia y técnica de todo el país realizado el 3 de septiembre
Saludamos y partcipamos de las marchas realizadas en todo el país exigiendo justicia para Facundo Castro planteando que el Estado es responsable y fuera Berni como un punto mojón en la lucha contra el gatillo fácil y la escalada represiva.
Creemos importante coordinar acciones junto al sindicalismo combativo y los distintos sectores del pueblo trabajador (juventud precarizada, estudiantes combativos, movimiento piquetero, movimiento de mujeres, movimientos socioambientales, víctimas de la violencia institucional, etc) para expresar en las calles nuestras demandas. Coordinar con el sindicalismo combativo que convoca a una acción en todo el país para el 17 de septiembre y los distintos sectores del pueblo trabajador como la jornada internacional por el derecho a decidir para el 28 de septiembre, el movimiento socioambiental que convoca a una jornada de lucha para el 25 de septiembre y aquellas a que desarrollen la juventud precarizada, estudiantes combativos, movimiento piquetero, etc. Para que la crisis no sea descargada nuevamente sobre la clase trabajadora.
En defensa de nuestros derechos. En defensa de una universidad estatal, laica, gratuita y científica al servicio de las mayorías populares.