Casa Bamba: el territorio en disputa

En una pequeña localidad de las sierras de Córdoba, una empresa minera cerró el único camino de entrada con el que contaban las y los vecinos para llegar desde la ruta hasta sus casas. Un portón custodia las ganancias privadas. Una comunidad resiste con un acampe.

 

El conflicto

Casa Bamba está ubicada dentro de la Reserva Hídrica y Recreativa Natural Bamba y en una región que, según el ordenamiento territorial de la Ley 9814, es zona roja, es decir que es considerado como parte de los sectores “de muy alto valor de conservación que no deben transformarse”.

Hay dos formas de llegar a este lugar: en auto, por un único camino que acaba al llegar al río, ya que no tiene puente; y en tren, en el tren de las sierras.

Sin embargo, en febrero de 2019 la empresa minera Mogote Cortado instaló un portón con candado, púas y guardia privada las 24 hs en el único camino de entrada, restringiendo el paso de las y los habitantes del pueblo y prohibiendo el ingreso de turistas.

A partir de ese momento, para llegar a sus hogares, los vecinos y vecinas tienen que cruzar un puente anterior a la entrada del pueblo y caminar 3km por las vías del tren, sin opción más que cometer un delito federal y poniendo en peligro sus vidas. Durante todo el 2019, los 26 niños y niñas que viven en Casa Bamba tuvieron que ir a la escuela caminando por las vías del tren, que funcionaba normalmente y presentaba un peligro para sus vidas. Además, si intentan llevar a visitantes por ese camino, la minera lo impide con complicidad policial. Incluso, aquellas personas a quienes permiten cruzar el portón, tienen que cruzar el río a nado, ya que el mismo no tiene puente.

La situación se tornó desesperante cuando los  incendios de las sierras llegaron a Casa Bamba y las y los habitantes quedaron atrapados entre el fuego y el agua. Aún en esta situación, las evacuaciones se hicieron por el camino de las vías, porque aunque hay una pasarela lista, no se instala porque la minera no permite el ingreso de la grúa.

El cierre privado del camino responde a la necesidad de la empresa minera de instalar una cantera y explotar los recursos del lugar, algo que no está permitido en esa región.

La resistencia

En una provincia con tradición de lucha en defensa del ambiente, esta no es la excepción. La comunidad de Casa Bamba se organiza frente a este atropello desde hace tiempo. Realizaron múltiples denuncias a través de las vías institucionales, agotaron todas las instancias de reclamo y pidieron reuniones con las autoridades. Pero siguen sin poder acceder por el camino hacia sus viviendas y no recibieron ninguna respuesta.

Frente a la ausencia de soluciones, el 31 de agosto iniciaron un acampe a la vera de la ruta a modo de protesta. Desde allí continúan las acciones.

La lucha llegó a la Legislatura

El sábado 5 de septiembre, la legisladora del MST en el FIT-Unidad Luciana Echevarría  visitó el acampe como muestra de solidaridad y apoyo. Además, trasladó el reclamo a la Legislatura y presentó un proyecto para instar a que el gobierno provincial garantice el libre tránsito de la comunidad. En la sesión del miércoles 9 de septiembre Luciana defendió el proyecto, pese a la negativa del oficialismo de debatirlo. Allí, frente a los representantes de todos los bloques, expresó: “Lo que queda claro es que acá lo único sagrado es la propiedad privada, todo lo demás no importa nada. El accionar de este empresario viola simultáneamente el derecho al libre tránsito de la comunidad de Casa Bamba y los derechos socioambientales del conjunto de la sociedad cordobesa. Por eso es inexplicable que el gobierno provincial no esté haciendo nada. Es necesario que el Ejecutivo deje de gobernar protegiendo los intereses de los empresarios y haga lo que tiene que hacer: defender los derechos del conjunto de las cordobesas y cordobeses.”

Un nuevo episodio de una larga historia

La lucha de la comunidad de Casa Bamba se da en tiempos en que las tomas de tierras se debaten a nivel nacional, en que los grandes medios demonizan a los sectores más excluidos de la sociedad por intentar garantizarse un lugar donde vivir. Pero el abordaje de estas apropiaciones de tierras, o caminos, no es el mismo cuando son empresas privadas las que lo llevan adelante.

En ambos casos, es innegable que el Estado juega un rol determinante.

No garantiza el derecho a la vivienda pero aparece con su brazo armado para reprimir a las familias que en Guernica (provincia de Buenos Aires), Estación Ferreyra o Juárez Celman (provincia de Córdoba) se asientan en terrenos desocupados.

En cambio, cuando se trata de empresas privadas que buscan aumentar sus ganancias apropiándose de lo público, prima la inacción.

Pero la resistencia de los pueblos abre caminos. La larga historia de conquista, apropiación y disputa de los territorios entre las poblaciones y los negocios de unos pocos, tiene en la lucha de los vecinos y vecinas de Casa Bamba un nuevo episodio.

 

Gabriela Perri y Guadalupe Limbrici