La lucha por la vivienda en Catamarca
Hoy en día, siendo Catamarca una provincia rica en tierras, gran parte de su población (alarmada y aislada por la propagación del Covid-19) sufre la falta de una vivienda digna. El gobierno de Jalil afirma que no hay presupuesto para edificar y que dicha problemática está siendo tratada. Sin embargo, nosotros les mostraremos la realidad que intentan ocultar.
En el Valle central, por ejemplo, los catamarqueños inscriptos en el IPV (Instituto Provincial de la Vivienda) son 30.000 -la mayoría desde hace 10 años- y de las viviendas ya edificadas el 30% están deshabitadas. Otros datos que indignan son los 106.000 desocupados y trabajadores precarizados (quienes no cuentan con recibo de sueldo, requisito principal para acceder a la vivienda) y, por otro lado, los altos precios que deben pagar los ciudadanos para no estar en situación de calle. Un monoambiente cuesta entre $10.000 y $15.000, mientras que una casa entre $17.000 y $20.000 (sin contar el pago de la luz, agua, gas, etc.)
Es por ello que desde el MST y el Movimiento sin Trabajo Teresa Vive denunciamos a los monopolios inmobiliarios y a la casta política y empresarial que se apropia con su poder monetario de las tierras provinciales. Exigimos que no se destinen fondos del presupuesto estatal para la corrupción edilicia (como el caso del Estadio Bicentenario), sino para la construcción de viviendas. Y reclamamos el derecho humano básico y fundamental de un techo digno y propio. En suma, estamos convencidos que juntos y organizados podemos cambiar el futuro de miles de familias catamarqueñas.
Lourdes y Alejandra Figueroa, dirigentes de la lucha por la vivienda-MST Teresa Vive