Fuera Porta

Hace ocho años que en barrios San Antonio e Inaudi de la ciudad de Córdoba se respira la contaminación de la alcoholera Porta Hermanos.

Organización, lucha y resistencia para hacer frente a una empresa que enferma y mata.

Son amas de casa, jefas de hogar, jubiladas, la mayoría mujeres, quienes encabezan la resistencia contra una empresa que obliga a toda la comunidad a respirar aire tóxico. Conviven hace ocho años con enfermedades que están afectando a todos y todas. Ven crecer a niños y niñas con malformaciones y lloran a los que ni siquiera llegaron a nacer o murieron al poquito tiempo de vida. Muchas personas se mudaron dejando atrás el barrio de toda su historia familiar para proteger su salud. Y muchas siguen resistiendo, se organizan y dan pelea convencidas de que la vida, la salud y el ambiente valen mucho más que las ganancias de una empresa protegida por los distintos gobiernos, por la justicia y hasta por los medios hegemónicos que silencian esta lucha.

Porta y su contaminación

Al sur de la ciudad de Córdoba capital se ubican los barrios de San Antonio e Inaudi, donde viven familias trabajadoras desde hace más de 50 años.

En 1995 se instaló en medio del barrio San Antonio -y al lado de Inaudi- una planta de fraccionamiento de alcoholes para la industria de la alimentación y para uso medicinal. Se trata de Porta Hermanos.

Pero en febrero del año 2012 la empresa alcoholera modificó su producción incorporando la de bioetanol a partir de maíz transgénico. Esta modificación se realizó sin un estudio de impacto ambiental ni nuevas habilitaciones, es decir, producen bioetanol con las autorizaciones de actividades previas que eran muy diferentes.

El cambio se notó inmediatamente en el aire, los vecinos y vecinas comenzaron a respirar en el barrio un olor diferente, penetrante, que producía dolor de cabeza, ardor en los ojos y congestión.

Con el paso del tiempo se tornó insoportable y aumentó la preocupación. Un estudio del año 2013[1] detectó que el 53% de los vecinos y vecinas padecían cefalea crónica, conjuntivitis, gastritis, dermatitis y problemas respiratorios. En todas las viviendas de 7 de las 12 manzanas del barrio Parque San Antonio había personas afectadas por estos problemas de salud.

En el aire se detectaron aldehídos, formaldehidos y metanol, y aunque se denunció que son emitidos por Porta, desde la empresa salieron a sostener el absurdo de que la contaminación del aire se debe a los autos que pasan por la circunvalación.

Con el tiempo, la salud de los vecinos y vecinas empeoró, se multiplicaron los casos de cancer de páncreas, pulmón, colon y  mamas, las malformaciones y muerte de niños y niñas y los abortos espontáneos.

Las recomendaciones médicas para cada enfermo eran que se fueran del barrio, confirmando que los problemas de salud estaban directamente vinculados con la alcoholera que se instaló al lado de sus casas.

Pero las familias que hace más de 50 años que habitan allí, sostienen que quien debe irse es Porta. Por eso, se organizaron en asambleas, hicieron presentaciones ante la empresa, la municipalidad y el gobierno, pero no recibieron ninguna respuesta.

En el año 2015, ante las reiteradas negativas por parte del intendente Ramón Mestre de recibirlos, se encadenaron en la Municipalidad. Pasaron 30 horas y sólo recibieron un trato completamente inhumano de parte de las autoridades: les cerraron el edificio, les cortaron la luz y les negaron el ingreso a los baños o la posibilidad de que les alcancen comida, agua o medicamentos.

La asamblea organizada contra Porta recurrió a la Justicia y presentó un amparo ambiental contra el Estado nacional. En las audiencias de exposiciones, tanto la empresa Porta Hermanos como el Ministerio de Energía y Minería de la nación estuvieron ausentes.

El 23 de diciembre de 2019 un fallo del juez Hugo Vaca Narvaja aceptó parcialmente el amparo, pero rechazó la demanda contra el Estado nacional. En el fallo se determinó que la empresa debe cumplir con los requerimientos de la Ley provincial 10.208 y realizar el estudio de impacto ambiental.

La lucha sigue

Hoy, la empresa continúa operando en el barrio, incluso es una de las grandes ganadoras en esta pandemia por el aumento de la venta de alcohol en gel y otros para uso medicinal, siendo proveedora del gobierno. Pero además de la producción para uso medicinal, Porta continúa con el bioetanol que contamina, enferma y mata.

Por eso, la lucha sigue, la asamblea de vecinos y vecinas se organiza desde abajo para decidir cada paso a seguir, con la convicción de que Porta se tiene que ir.

Este domingo 27 de septiembre desde las 19 hs convocan a participar del festival virtual Fuera Porta de mi barrio, para seguir visibilizando la lucha y exigiendo el retiro de la alcoholera contaminante del barrio.

Guadalupe Limbrici

 

[1] https://www.youtube.com/watch?v=fcEweFG-3qY