Seguimos exigiendo justicia por Gabriel Gusmán
El viernes se cumplieron dos años del asesinato de Gabriel Gusmán en el barrio Capibá de Paraná. Una vez más fuimos a Tribunales, como haremos todas las veces que sea necesario para exigir castigo a los responsables.
Por Amiro Lenzi Colman
Hace dos años los policías funcionarios del 911: Diego Íbalo y Rodrigo Molina lo asesinaron por la espalda en el barrio paranaense Capibá, cada uno efectuó un disparo con su arma. Terminaron con su vida mientras él estaba de espaldas y a una distancia de casi 15 metros. Hasta el día de hoy su familia sigue luchando y exigiendo justicia. Luchando, dice Maira, su hermana, como le han enseñado todos sus compañeros que fue conociendo desde ese momento para exigir justicia y verdad por Gabriel.
La causa sigue igual que el primer día: no se avanzó en la investigación de los hechos, tampoco los policías han sido indagados. Ambos fueron detenidos unas horas después del asesinato y luego liberados, donde los recibieron un grupo de uniformados con aplausos y luego festejaron en una caravana de patrulleros. Los ficales, Ramírez Montrull y Gonzalo Badano, tampoco han dado respuestas la familia y los abogados pidieron la intervención del Comité Nacional de Prevención de la Tortura (CNPT). También hay que recordar que la última medida que tomó la Fiscalía fue el 24 de octubre de 2019 cuando se solicitó un informe pericial a Gendarmería, hace casi un año, un chiste. “Junto con el abogado de la causa el lunes pasado presentamos una nota para que el fiscal nos reciba, ya que gendarmería hizo pericias nuevamente” afirma Maira.
Persecución sistemática para los pibes
“No es la primera vez que pasa lo que le pasó a Gabi y en este tiempo de pandemia he visto mucho a la policía hostigando a los gurises en la calle, los patrulleros los paran y los revisan por cualquier cosa. En cada pibe que veo, lo veo a Gabriel” nos cuenta muy firme recordando a su hermano menor. También se pregunta para qué está la policía: ¿Para cuidarnos o para castigarnos y maltratarnos? Además de cuestionar para qué tiene la policía la Ministra de Seguridad, Rosario Romero, quien es la máxima responsable de esta yuta que nos reprime, nos persigue y mata. “Quiero que se termine esto de maltratar a los gurises en la calle, que dejen de discriminar. “Porque eso hacen, viven discriminando a la sociedad, hacen diferencia entre las clases sociales y no es justo que sea así. Todos somos seres humanos y todos necesitamos respeto.”
Ni el tapabocas nos callará
“Sí ellos pensaron que el tapabocas hoy nos iba a callar, se equivocaron un montón. Nosotros vamos a seguir y si me tengo que ir hasta el fin del mundo me voy a ir, todo sea por la memoria de mi hermano” concluye Maira. A pesar de que han pasado dos años la policía sigue hostigando a su familia; ayer, en un nuevo aniversario del asesinato, un patrullero estuvo apostado fuera de su casa con el objetivo de amedrentarla. Aunque llueva como ayer, o haya un sol que parta la tierra en dos seguiremos movilizándolos para exigir verdad y memoria por Gabriel, y castigo a los responsables materiales y políticos del hecho.
El Estado es responsable
Aunque funcionarios del Estado provincial digan que fue un enfrentamiento entre Gabriel y la policía los hechos muestran otra cosa. ¿Es posible un enfrentamiento de espaldas? Así estaba Gabriel en el momento que terminaron con su vida. Hoy tendría 22 años. Lo que le pasó a este pibe no es un caso aislado. Paraná no olvida y tenemos grabado en nuestra memoria a Martín Basualdo y Héctor Gómez, torturados por oficiales de la Comisaría 5ta de Paraná y desaparecidos en democracia, de los cuales hasta el día de hoy no se sabe dónde están, pero lo que sí sabemos es que la policía es responsable junto al Estado ya que avala su accionar. También hay responsables políticos como la ministra Rosario Romero y el gobernador Gustavo Bordet que nada hicieron para que se esclarezca el caso y haya justicia.
Seguimos exigiendo justicia por Gabriel. Es necesario que se conforme una Comisión Investigadora Independiente que esté integrada por amigos, familiares y organismos de derechos humanos, para lograr así llegar a la verdad y que el proceso no siga estancado. También, que los responsables materiales y políticos sean castigados. Nos seguiremos encontrando en las calles para lograrlo. ¡Justicia para Gabriel! ¡Juicio y castigo a los responsables!