Mendoza: no a Portezuelo del viento
Ante el avance del gobierno de Rodolfo Suárez con el megaproyecto de Portezuelo del Viento que acaba de aprobar la oferta técnica del mismo, desde la Red Ecosocialista nos oponemos a su construcción.
El gobierno de Suárez en forma inconsulta con los mendocinos, insiste con un modelo que replica una lógica de explotación de los recursos naturales a favor de los sectores concentrados de la economía, principalmente los empresarios, donde la lógica que manda es la de las ganancias de las corporaciones privadas.
Esta obra, valuada en más de 1000 millones de dólares, y que ha sido desaconsejada por especialistas, se realizará con dinero de todos los mendocinos que hoy están sufriendo una crisis económica, social y sanitaria sin precedentes y que debería destinarse a paliarla.
UTE Malal-Hue, consorcio liderado por la empresa estatal china Sinohydro, socia de Manzano y Pescarmona resultó ser el único oferente que presentó la propuesta en medio de denuncias de irregularidades y corrupción durante el proceso de licitación.
Desde la Red Ecosocialista y el MST creemos que es criminal avanzar con este proyecto en un contexto de pandemia y que la modificación de un ecosistema natural de semejante envergadura como es Portezuelo, cuatro veces más grande que el dique Potrerillos, tendrá un impacto impresionante sobre toda la cuenca del río Colorado.
No queremos producción de energía para proyectos mega-mineros como pretende el intendente de Malargüe, ni para fracking. No queremos megaobras que producen impactos negativos en el medio ambiente, destruyen la vida de las poblaciones que viven a lo largo de su cuenca y están desaconsejadas a nivel mundial en zonas sísmicas.
En primer lugar, como mínimo, se debería hacer un estudio de impacto ambiental en toda la cuenca del Río Colorado. En segundo lugar, llamar a audiencias públicas reales con todos los actores y organizaciones ambientalistas, CONICET, investigadores y pobladores.
También se puede generar electricidad apelando a energías sustentables, respetando las comunidades existentes y el medio ambiente en su diversidad de especies y su territorio. Desarrollando energías alternativas como la solar, eólica y geotérmica, que de paso son más baratas. Ya hay ejemplos de esto, como lo son el parque solar de Jujuy, San Juan, San Luis y Catamarca.
Pero fundamentalmente hay que utilizar los fondos adeudados de la Nación para promover un verdadero polo de desarrollo del sur mendocino de acuerdo a las necesidades de su población y no de las grandes corporaciones. Que por primera vez sea la mayoría la que decida qué, cuánto y para qué producimos.
Marcia Marianetti