Ni Una Menos. El grito que otra vez cruza el país
Ayer y anteayer, por ejemplo, hubo tres casos: dos en Santiago del Estero y uno en Formosa. En Santiago, un hombre apuñaló a su ex pareja y su ex cuñada delante de sus hijes. Y en Formosa, una docente fue asesinada por su ex pareja, un oficial retirado de la policía de Insfrán. A eso hay que sumarle la desaparición de una mujer en Córdoba, cuya pareja es un piloto militar, y el caso de la mujer en Santa Fe que tras ser apuñalada por su pareja se hizo pasar por muerta para sobrevivir. ¡De terror!
Miles en las calles
La plaza de Tribunales desbordó de dolor y de bronca, con las pibas al frente. Éramos miles movilizadas en la convocatoria del colectivo Ni Una Menos, con banderas, pancartas, cartelitos caseros, todes reclamando justicia por Úrsula y por todas las víctimas. Lo mismo en todo el país, incluso en ciudades chicas y hasta en alguna capital extranjera. ¡Y más bronca dio conocer hoy el proyecto macrista de “ley Alejo” sobre varones víctimas de violencia femenina: no es que no los haya, pero en semejante contexto es una provocación repudiable!
De la concurrida movida en Tribunales participó Patricia Nasutti, la mamá de Úrsula Bahillo, la joven asesinada en Rojas por Matías Ezequiel Martínez, un policía de la maldita Bonaerense de Berni. Antes Patricia había sido recibida por Alberto Fernández, el mismo que días atrás dijo haberle “puesto fin” al patriarcado y que ante el clamor por el femicidio de Úrsula anunció un nuevo Consejo Federal para “coordinar” lo que se supone ya debería estar coordinado…
En la concentración en CABA se destacó la fuerza de nuestra columna de Juntas y a la Izquierda y el MST, muy nutrida y combativa. La encabezó nuestra referente Cele Fierro, en tanto que Vilma Ripoll participó en la marcha unitaria en La Plata. Al terminar la movilización hicimos un cierre junto a las otras fuerzas del FIT Unidad, con quienes difundimos una declaración conjunta[1]. En el acto hablaron Cele Fierro, Andrea D’Atri, Mónica Schlottauer y Vanina Biasi.
Lo que reclamamos
Algunos sectores K presentes en Tribunales, como La Cámpora, se limitan a plantear una “reforma judicial feminista” sin dar mucho detalle. En cambio, nuestras denuncias y reclamos van a fondo contra la justicia patriarcal, la represión policial y también el principal responsable político de la falta de respuestas: el gobierno. ¿O acaso alguien cree que una mujer víctima de violencia, con chicos, sin trabajo ni vivienda, puede lograr alguna “autonomía” del violento con los 20.000 pesos al mes por seis meses del Programa Acompañar?
En la declaración del FIT Unidad, titulada Basta de femicidios, los gobiernos y el Estado son responsables, “denunciamos el carácter clasista y patriarcal del Estado capitalista y de todas sus instituciones, como la justicia y la policía, que reproducen, legitiman y justifican constantemente la misoginia, la desigualdad y la opresión. Para lograr Ni Una Menos no alcanza con crear más organismos o con reformas parciales. Entre otras medidas, hay que elegir los jueces y fiscales por voto popular, disolver el aparato represivo y aumentar el presupuesto para atender la violencia de género”.
En cuanto a la policía, es evidente que ésta no nos cuida, sino que nos reprime y nos mata: hay que disolverla y hacer otra seguridad nueva y distinta. En la Bonaerense, por ejemplo, uno de cada nueve varones en funciones está sumariado por violencia machista, unos 6.000 en total[2]. Para colmo, como bien lo denuncia el colectivo Actrices Argentinas, para dar la capacitación policial en género Berni contrató a Miguel Ángel Pierri, el defensor del femicida Mangeri…
Además de reclamar ESI en todas las escuelas como herramienta de prevención, nuestras pancartas en la marcha sintetizaban los reclamos: Ni Una Menos, justicia por Úrsula y por todas. Ni justicia patriarcal ni represión policial, fuera Berni. El Estado y el gobierno son responsables. Basta de verso oficial: más presupuesto ya. En casos de riesgo: detención preventiva y pericia inmediata.
Como explica Cele, este último punto “implica un registro centralizado de denuncias y un cuerpo de peritos [psiquiatras y psicólogxs] que funcione las 24 horas para determinar rápidamente el nivel de riesgo y tomar las medidas adecuadas: exclusión del hogar, tobillera electrónica o prisión al violento, refugio y asistencia a la víctima, etc.”[3] No se trata de endurecer la ley penal, sino de unificar, agilizar, destinar recursos y aplicar en forma efectiva mecanismos ya existentes. Pero si no se actúa distinto, seguirá esta desidia estatal cómplice de los femicidios y travesticidios.
En definitiva, como lo afirmamos en la declaración del FIT Unidad, “la lucha contra el patriarcado está más vigente que nunca y lo tiraremos junto con el capitalismo”.