Día Internacional de la Mujer Trabajadora, 8 de Marzo. Un balance político
Mientras el presidente firmó un “acuerdo federal” sin poner un solo peso más para combatir la violencia machista, las mujeres y disidencias desbordamos Congreso y todas las plazas del país. En las calles, la fuerte presencia de la izquierda contrastó con la flaqueza de las organizaciones oficialistas.
Escribe: Cele Fierro
Ante la barbaridad que significa un femicidio por día en nuestro país, el gobierno nacional, que habla mucho de género, tenía que hacer algo el 8M. Por eso Alberto Fernández firmó con los gobernadores un “acuerdo federal” de 8 puntos. Veamos qué es: 1) integrar el58 consejo federal ya creado(1), 2) adherir al sistema único de denuncias ya creado(2), 3) adherir al sistema integrado de casos ya creado(3), 4) promover la perspectiva de género en la justicia(4), 5) fortalecer y coordinar las áreas de género provinciales y municipales, 6) fortalecer la perspectiva de género en la policía y fuerzas de seguridad(5), 7) garantizar equipos interdisciplinarios en la salud, y 8) coordinar con el Ministerio de Mujeres y articular el plan nacional de acción ya contra la violencia de género ya creado(6).
O sea, integrar, adherir, promover, fortalecer, coordinar, articular… Todo suena bien, ¡pero es lo que ya hay, no funciona y aun así no ponen ni un solo peso más para políticas públicas concretas!
Como ya venimos denunciando, los fondos destinados al tema violencia machista son apenas el 0,074% de todo el Presupuesto 2021: menos de la milésima parte. ¿Acaso frenar los femicidios, combatir la violencia de género y asistir a sus víctimas es un problema nacional de gravedad menor a un milésimo? Claro que no. Puro chamuyo, mientras nos siguen matando a una mujer, una piba o una travesti cada día.
Qué gritaron las calles
En Buenos Aires, Córdoba, Rosario, La Plata y en todas las ciudades del país, de norte a sur, fuimos decenas de miles en las calles. El grito número uno que cruzó las movilizaciones de este 8 de Marzo fue, sin duda, el de basta de femicidios y violencia machista, que desde el inicio de la pandemia se han agudizado. Más presupuesto, elegir los jueces y fiscales por voto popular y disolver esta policía represiva fueron puntos que desde la izquierda pusimos en alto como respuestas necesarias.
Asimismo, levantamos las exigencias de la mujer trabajadora, comenzando por las que ponen el cuerpo en la “primera línea”: enfermeras, docentes y demás personal de la salud y la educación. El aumento salarial, la igualdad de ingresos y basta de acoso laboral fueron demandas sentidas. Y como no podía ser de otro modo, el pliego incluyó las reivindicaciones de las trabajadoras sin trabajo, las piqueteras: aumento del monto de los planes sociales, trabajo genuino y vivienda para todes.
Y como el año pasado conquistamos la ley de aborto, pese a las limitaciones que le impuso el gobierno, exigimos su aplicación efectiva sin objeciones antiderechos. También, basta de crímenes de odio a la comunidad LGBTI+, en especial a las trans; ESI en todas las escuelas, políticas públicas de cuidados, separar a la Iglesia del Estado y anular los subsidios estatales a los colegios religiosos, entre otros reclamos.
Es decir, un verdadero programa de género y de clase, que para nosotras como feministas socialistas es parte del combate político de fondo contra el patriarcado y el capitalismo, que como un mismo sistema caerán juntos o no caerán.
Congreso: una plaza… un acto
La izquierda marchó a Congreso desde Plaza de Mayo, con una enorme columna unitaria de varias cuadras. Al frente, las luchas de hoy: enfermeras de ALE y la salud, docentes de Ademys y los Suteba Multicolor, trabajadoras de Just, Arrebeef, aeronáuticas de LATAM. Luego, en la cabecera unitaria, la bandera de arrastre decía Ni Una Menos. Allí marché junto a las referentes de las otras agrupaciones. Y en la bandera alta, dos consignas claras: No más ajuste, hambre, femicidios, travesticidios y crímenes de odio. El Estado y los gobiernos son responsables.
Congreso desbordó de gente: miles de mujeres, con muchas jóvenes, organizadas o en grupitos independientes. Pero desde el inicio mismo de la concentración se diferenciaron dos espacios: el más afín al gobierno, en Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen y el de la izquierda por toda Rivadavia y sobre Callao.
El texto de las agrupaciones sindicales y políticas peronistas, las Ni Una Menos y otros grupos incluía puntos que compartimos: salarios que le ganen a la inflación, elección popular de jueces, más presupuesto contra la violencia de género, separar Iglesia y Estado. Pero omitía toda crítica al gobierno y al ministerio trucho de Gómez Alcorta, funcional a los responsables políticos. La presencia en Congreso de las agrupaciones peronistas y cercanas al gobierno fue muy escasa, mostrando que entre sus propias militantes hay descontento por la falta de respuestas. Terminaron en una lectura desapercibida, sin palco, con más banderas que gente. Tal fue el fracaso que las NUM tuvieron que postear la foto del 8M del año pasado…
Esa escasez contrastó con la rotunda columna de la izquierda: hicimos el único acto genuino en Congreso, donde leímos el documento colectivo, reivindicativo y crítico del gobierno. Por eso fue correcta nuestra línea desde un inicio, de marchar a Congreso y disputar allí. El PO, que quería hacerlo al revés porque ir a Plaza de Mayo era “de principios”, tuvo que aceptar el criterio mayoritario. Y una mención crítica merece el sectarismo de Las Rojas-Nuevo MAS, que marcharon por su lado sin nunca integrar la columna unitaria.
Sumate a Juntas y al MST
Con nuestras vikingas al frente y la batucada sonando a pleno, la columna de Juntas y a la Izquierda y el MST causó un verdadero impacto por ser la mayor en número y por su fuerza incansable. Nuestra juventud le puso toda la garra. También Libre Diversidad. Y las asambleas y reuniones preparatorias que hicimos con compañeras trabajadoras y del Teresa Vive en los barrios rindieron sus frutos, ya que muchas compañeras nuevas se sumaron a la movilización.
Las pancartas que alzamos sintetizaron nuestras consignas para este 8M: Ni Una Menos. Fondos ya para la ley anti-violencia / Ni justicia patriarcal ni represión policial. ¡Fuera Berni! / Basta de femicidios: Estado y gobierno son responsables / En casos de riesgo: detención preventiva y pericia inmediata / Igualdad salarial y trabajo genuino / Iglesia y Estado, asuntos separados / Abajo el patriarcado y el capitalismo.
Ya en Congreso, y mientras esperábamos el inicio del acto, decenas y decenas de pibas independientes se sumaron a agitar y cantar junto con las vikingas, que se ganaron todas las fotos. Luego del acto, en nuestro cierre invité a las compañeras nuevas a organizarse con nosotras y nosotres en Juntas y el MST.
Vilma Ripoll participó en la nutrida marcha de La Plata y lo mismo nuestras referentes en cada provincia y localidad. Volvimos cansadas, pero muy manija por haber construido una gran jornada de lucha feminista, de clase y revolucionaria, a la que aportamos nuestra fuerza militante. Y como dice la declaración del FIT Unidad, lo hicimos “con independencia del gobierno, de los Ministerios de cartón, de las instituciones del Estado y de los partidos patronales que defienden los intereses de quienes nos oprimen y nos explotan, las que luchamos contra el patriarcado y el capitalismo”.
Para seguir adelante con esa lucha antipatriarcal, anticapitalista y socialista, acá tenés un lugar para ocupar.
1. Decreto presidencial 123/2021.
2. URGE, sistema único de denuncias por violencia de género (Res. 408/20 Min. de Seguridad).
3. SICVG, sistema integrado de casos de violencia por motivos de género (Res. 48/21 Min. de Mujeres).
4. Ley Micaela 27.499, de diciembre de 2018.
5. Ídem.
6. En junio de 2020, https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/plan_nacional_de_accion_2020_2022.pdf