Docentes de La Rioja. Gran experiencia de lucha y autoorganización
Desde el pasado 23 de mayo, la Asamblea Provincial de Docentes Autoconvocados viene con paros ininterrumpidos en La Rioja. Una rebelión incesante que fue logrando conquistas, dejando al gobierno y las burocracias a la defensiva, y volcando a su favor la relación de fuerzas al unificar con la Multisectorial en Lucha. Esta sexta semana es clave.
Escribe: Martín Fuentes Vega
Este intenso conflicto tuvo inicio casi en simultáneo con otra gran lucha autoconvocada: la de San Juan, donde la docencia le arrancó un triunfo importante a otro gobierno del PJ y el Frente de Todos, el de Uñac. En Chubut se da otra fuerte lucha de la docencia y la comunidad, con la ATECH recuperada a la cabeza, cuya conducción Lila provincial integramos. Ahí vienen de lograr importantes subas salariales y acaban de tumbar a la ministra de Educación, luego de un parazo con movilización y una pueblada en El Maitén por 72 estudiantes intoxicados en una escuela por gases tóxicos de la calefacción, debido a la desinversión del gobierno de Arcioni, también del Frente de Todos.
En La Rioja, el lunes 27 arrancó la sexta semana de un paro sostenido con muy alta participación en toda la provincia. Con tres marchas provinciales, dos de ellas en unidad con la Multisectorial en Lucha: la jornada del 8 y 9 de junio y la gran marcha unificada del jueves 16 fueron dos picos en el conflicto que determinaron cambios en la coyuntura provincial y permitieron arrancar aumentos y otros puntos a favor.
Al entrar en una semana clave para el curso de esta lucha, era un desafío después una quinta semana de paro indeterminado, con un 70% a 90% de adhesión sin que ningún sindicato afín al gobierno llamara a parar: ni la AMP de la CTERA, con la Violeta-Celeste de Rogelio De Leonardi como la conducción más cuestionada, al ser la única en avalar el aumento último del gobierno. Ni llamar tampoco la UDA de la CGT ni SELaR de la CEA ni SADOP (privados) ni AMET (técnicos).
Esto podía incidir ya que, a pesar de que el gobierno de Quintela, el PJ y el Frente de Todos debió tumbar el decreto “Cavero” que permitía descontar los paros, dijeron que solo reconocerían los que llamaran los sindicatos. Si no, irían a descuento y podía haber sanciones, pero el paro sigue.
“Ahora es cuando”, dice la docencia que perdió todo temor y se la juega. En realidad, quien tiene miedo es el gobierno y la burocracia al verse superada. Porque se vienen logrando cosas, la lucha es cada vez más fuerte y no decae porque “crece desde el pie”.
Cambios en la coyuntura y avances en la lucha
A partir de la jornada unificada del 8 y 9 de junio hubo un cambio en la relación de fuerzas, con clara ventaja para la docencia, el sector de la salud y las organizaciones sociales. El día 9 se logró derogar el decreto “Cavero” y el gobierno tuvo que dar más plata de la prevista:
$ 4.000 en la Quincenita, $ 3.000 para trabajadores PEM, contratados, pasantes y becados; y adelantar a junio la cuota de $ 5.000 del aumento acordado en marzo.
Luego hubo otro salto con la movilización unifican del jueves 16 de los Autoconvocados y la Multisectorial en Lucha. Así Quintela tuvo que improvisar y anunciar esa noche por sus redes los nuevos aumentos: A esos 5.000 pesos de junio, le sumó 4.000 más en agosto y otros 2.000 más en septiembre, sobre 4.000 pesos ya previstos para ese mes.
En concreto, 6.000 pesos más de plata “fresca” y con eso el gobierno quiso volver a dar por cerrado el conflicto. Pero al no ser al básico, no bonifican a la antigüedad ni a zona ni al presentismo, la docencia autoconvocada va por más: por los $ 20.000 al básico y en una sola cuota.
Si bien es cierto que porcentualmente el aumento arrancado supera la inflación, se trata de sueldos bajos. Con un salario inicial de una maestra que subió de $ 53.300 en marzo a $ 59.700 este mes y se va a $ 69.600 en setiembre.
Son pasos a valorar, avances en la lucha, pero para terminar de torcer el brazo al gobierno es clave, como estrategia para triunfar, la unidad en la diversidad con la que marchamos el jueves 16. Y todo ese frenesí de acciones que arrancan a la mañana, sigue por la tarde y se retoma por la noche. De forma incesante, cada día, sin que nadie se rinda ni baje los brazos.
La docencia gana las calles y las rutas, suma la simpatía de un pueblo que suele ser tranquilo, sin grandes sobresaltos, pero que también sabe rebelarse en momentos trascendentales. En años anteriores han aparecido luchas autoconvocadas que se hacían sentir, pero por primera vez se logran acciones tan masivas, extendidas a la provincia e ininterrumpidas como en estas cinco semanas de conflicto y asambleas permanentes.
Pese a las amenazas: sexta semana de paro ininterrumpido
Justamente, la alta adhesión al paro en los primeros días de esta sexta semana, los cortes de ruta, las mateadas, actividades con la comunidad, sentadas y marchas de antorchas, muestran quién tiene la ofensiva y pone contra las cuerdas a un gobierno que perdió la iniciativa y no sabe qué hacer para frenar este torrente incesante.
Quintela trata de cabalgar esta situación, haciendo anuncios de gobierno e incluso dando un aumento salarial a la policía, donde un agente gana de 100.000 pesos para arriba. Pero la docencia indolente lo tiene a mal traer y, superando el intenso frío, el calor de las acciones se replica en la capital y en departamentos como Chepes, Ulapes, Chilecito, Aimogasta, Chamical, Arauco, San Blas, Villa Unión, Olta, Sanagasta, Independencia, Vinchina, Castro Barros o Felipe Varela.
No hay consenso social donde se pueda apoyar el gobierno para atacar arteramente a la docencia. Está aislado, jugó varias de sus cartas y fracasó una y otra vez. Pero como la lucha sigue, desde Educación salieron con notificaciones intimidantes, pidiendo que se informe “a cada Directivo y Docente de las Escuelas a fin de que no incurran en inasistencias que provoquen la toma de decisiones que interfiera en sus carreras docentes”.
En varias páginas, mezclan citas de varias normas para apretar y coartar el derecho de huelga de manera escandalosa. En un ataque que se vio solo con la dictadura o bajo un gobierno anti-obrero como el Menem y la UCEDE cuando decían: “ramal que para, ramal que cierra”. O al resolver la transferencia de las escuelas a las provincias, liquidando la nacionalización del sistema educativo y el nomenclador único salarial.
Como intentaron hacer Macri y Vidal con su Gestapo antisindical. O ahora con Milei que se tira contra la organización y protesta social para favorecer a la “casta”, la capitalista y el ajuste. Plantea cerrar el ministerio de Educación, privatizar las escuelas y que “estén todas aranceladas”, con un sistema de voucher educativo que “las obligue a competir” o quebrar. Cuando hay que luchar por un sistema nacional y único de educación, exigiendo fondos del presupuesto nacional para resolver el conflicto en La Rioja, como se hizo en San Juan y como se reclama en Chubut.
En vez de eso, el gobierno de Quintela amenaza: invocan a la Constitución y varias leyes para hablar de las “sanciones” al docente que siga de paro. Como lo consideran “ausencia injustificada” al no llamar ningún sindicato, hablan de sumarios, apercibimiento, suspensión, descuentos y hasta de cesantías. Una barbaridad repudiable.
Pero no es el gobierno el que se ha fortalecido como para sancionar o descontar a mansalva. Son los Autoconvocados que siguen de paro, suman apoyo social y luchan en unidad con otros trabajadores y las organizaciones sociales.
La docencia marca el ritmo en esta coyuntura
La pelea se da junto a la salud que para por 72 hs. En confluencia con la Multisectorial y se convoca a una gran movilización el jueves 30, cuando Alberto Fernández visitaría la provincia. Para exigirle una partida extra del presupuesto nacional para resolver el conflicto, como hicieron en San Juan.
Plata hay: debemos lograr la anulación del pago de la deuda externa nacional y de la provincia, poner un fuerte impuesto permanente y progresivo a las riquezas y eliminar los subsidios a las escuelas privadas para destinarlos a la educación estatal. Sigamos junto a la docencia autoconvocada y la Multisectorial, organizando embrionariamente esa unidad de clase. De las y los oprimidos para hacernos escuchar. Para no aflojar. Para ir por más.