Volver a animarse
Parece que fue hace mucho tiempo, pero han pasado solo veinte días desde que asumió Massa. Esto es así porque para nuestros bolsillos parece que pasaron años. El descontento de sectores que votaron al Frente de Todos pensando que iba a tomar otro rumbo que iba a enfrentar a la derecha, se acentuó con la llegada del tigrense, íntimo de los mercados y la embajada yanqui. Pensar en lo que se dijo y analizar lo que se hizo, es clave para entender el enojo y la desilusión de quienes creyeron. Pero hoy, para enfrentar el ajuste es central organizarse y salir a dar pelea. Porque solo en la calle lo podremos frenar. Y a esto es a lo que las y los convocamos, a volver a animarse a organizarse y dar batalla por una sociedad más justa.
Escribe: Cele Fierro
Los datos hablan por sí solos: cumplimiento con las metas del FMI, reordenamiento fiscal y beneficios a los mismos de siempre, especuladores, corporaciones extractivistas, empresarios de todos los pelajes y al imperialismo. Mientras la inflación es la más alta de los últimos veinte años, llegan los tarifazos, el recorte de asistencia social y el ajuste de presupuestos públicos, que golpea también a los mismos de siempre, en este caso a trabajadores, sectores populares y medios. Los datos, son la traducción en hechos de las medidas que está tomando el gobierno del Frente de Todos con Massa, que tiene el aval de todos incluída Cristina, dirigiendo el barco. Barco que consolida el giro a la derecha, fuerte y a fondo.
Todas estas medidas son las que generan bronca y decepción. Son las que se suman a la bronca contra la burocracia sindical, la misma que salió a las calles a bancar al gobierno y la que pacta junto con las patronales un salario mínimo vital y móvil que es una miseria.
Cómo no va haber bronca y decepción si hoy en Rosario y Buenos Aires, no se puede respirar por el humo del agronegocio. El mismo sector al que el gobierno nacional beneficia para captar dólares y pagarle al FMI. Mientras la ley de humedales sigue sin tratarse, pese a que un año atrás en todas las publicidades de campaña decían «Ley de humedales, Sí».
Cómo no va a crecer la desconfianza si ahora Rubinstein, el mismo que bardeaba por Twitter a todo el gobierno, es designado como viceministro de economía. Y el problema no es que bardeaba por Twitter, el problema es el problemón que vamos a tener, ya que es un liberal perfecto para diseñar cómo profundizar el plan de ajuste que tienen en mente.
No hay que echar más agua para que se aclare el plan del gobierno. Lejos quedó el «volver mejores para el país que queremos», porque el país que proponen está sumergido en la pobreza, la precarización, la destrucción ambiental, el saqueo y el sometimiento al FMI. Claramente dejaron de hablar en el mismo código que durante las campañas electorales. Hoy dejan ver, sin tener que leer entre líneas, que hablan y gobiernan en función de los intereses de los que más tienen. Ahora que aplican su verdadero plan, completamente opuesto al que pregonaron, son cuestionados por su propia base social.
Que la bronca se transforme en organización y lucha
Ese genuino cuestionamiento, esa bronca y desilusión, de quienes confiaron en el proyecto, tiene que convertirse en una acción consciente para conseguir las transformaciones necesarias para la sociedad, más justa, por la que se apostó. Llamamos a que la desilusión no paralice sino que nos lleve a encontrarnos en la lucha diaria contra el ajuste y construyendo un camino alternativo.
El desafío que tenemos, además de convocar a esos miles y miles de trabajadores y jóvenes indignados con la situación actual, es demostrar que hay otro camino, que no es por derecha. Que ese otro camino, es defendiendo un programa antiimperialista, anticapitalista, internacionalista, ecosocialista y feminista. Y para aplicarlo hace falta fortalecer una alternativa política que enfrente a todo el poder político capitalista.
Enfrentar a quienes nos quieren convencer que solo con más ajuste se sale de esta situación, sean oficialistas o de la oposición patronal. Enfrentar a quienes deciden un camino opuesto a la mayoría social, entre cuatro paredes sin consultar a nadie. Enfrentar a quienes supuestamente tienen que defender a la clase trabajadora y terminan transando con el gobierno y las patronales. Proponemos dar estas batallas de forma conjunta. Los convocamos a que se animen a construir una fuerza política alternativa que, además, propone patear el tablero de este sistema capitalista decadente que genera cada vez más desigualdad.
Es con el MST, fortaleciendo al FIT Unidad
Los cambios que hacen falta nos necesitan como actores y actrices principales, teniendo papeles centrales en la política, las decisiones y las acciones. La política no debe ser una cosa de unos pocos iluminados; nuestra política es la que se construye de forma colectiva y con un programa claro. Siempre a favor de la clase trabajadora y el pueblo, que no cambia según los vientos que corren.
La lucha contra el ajuste actual y el programa con propuestas para una salida de fondo, solo lo podemos llevar adelante si fortalecemos una herramienta política que lo impulse. Por eso queremos convocar a que se sumen al MST, a nuestro partido, y que la bronca actual se transforme en acción. Y que esa acción sea motor para el fortalecimiento del propio Frente de Izquierda, del que somos parte. Como venimos planteando, este tiene que superar su estadio de frente electoral y transformarse en un movimiento político que, en base a su programa, se abra a convocar a sectores de la izquierda política y social y que actúe día a día de forma conjunta en la lucha de clases. Para avanzar hacia una verdadera alternativa que se postule ante millones, que sea convocante, que diga abiertamente que peleamos por un gobierno de las y los trabajadores, de quienes nunca gobernamos. Pero sin limitar a nadie, sin dogmas, convocando a miles bajo un programa anticapitalista, antiimperialista, socialista y profundamente internacionalista. Una izquierda que supere lo testimonial, que tenga vocación de poder.
Somos los únicos que podemos llevar adelante este programa, porque no estamos atados a ningún compromiso económico, político ni militar con el FMI, las corporaciones y el imperialismo.
Si los que defienden este sistema nos trajeron hasta acá, que se vayan todos. Si el ajuste vino con el FMI, que se rompa con esa estafa. Si el dólar, los precios y la inflación no paran de subir, se mantiene la fuga y el festival de importaciones, hay que nacionalizar la banca y el comercio exterior. Si quitan subsidios, aplican tarifazos, las privatizadas no pierden y los servicios no mejoran, reestatizar bajo control social. Es hora de cambios de fondo. No hay manera de terminar con los flagelos de este sistema desigual sino terminamos con él y ponemos en pie otro sistema.
Hacer política tomando partido por un proyecto de izquierda, para dar vuelta todo y construir un mundo socialista, donde las mayorías tomemos las riendas. A esto queremos invitarte, a seguir en la pelea por esa sociedad más justa e igualitaria que merecemos.