El equipo de salud se organiza. La FESINTRAS se pone de pie
El viernes 28/10 se realizó el congreso fundacional de la Federación Sindical Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Salud. Una muy buena noticia para uno de los sectores que más ha luchado en todo el país desde la primera línea. Se abre el desafío de extender y consolidar una herramiento democrática y combativa de todo el equipo de salud.
Escribe: Guillermo Pacagnini
La FESINTRAS viene a recoger las banderas que fueron abandonadas por la conducción de la vieja federación, la Fesprosa, que siguió un progresivo proceso de burocratización que hizo retroceder lo que había sido una conquista organizativa de los profesionales. Hoy nos proponemos recoger los principios fundacionales y extenderlos a todo el equipo de salud. Algunos que fuimos protagonistas de la génesis de aquél proceso junto a nuevas generaciones de lucahdores, tenemos este desafío por delante. CICOP (Buenos Aires), APUAP (Jujuy), UTS (Córdoba), APSADES (Salta) y la APyT del Garrahan, pondremos la piedra fundamental. Pero luchadores, sindicatos y agrupaciones de más de diez provincias que debatieron con nosotros el documento fundacional y sus experiencias de lucha y organización, son la matriz para desarrollar esta herramienta. La presencia de dirigentes de la AGIHM y de la combativa ALE, marcan un avance en la articulación con el fragmentado universo de la CABA y la esperanza de avanzar en ese terreno que ha venido siendo esquivo a la sindicalización nacional y de todo el equipo, por el rol divisionista de las direcciones burocráticas y corporativas de la Asociación de Médicos Municipales y el SUTECBA. Papel que a nivel nacional juega la FATSA.
Alternativa Salud/ANCLA es uno de los actores importantes de este proceso, en unidad con otras agrupaciones, para empujar desde los sindicatos esta en construcción.
Más allá de la diversidad regional a la que nos condena la fragmentación del sistema de salud, nos une un común denominador de reclamos que han estado en la raíz de tantas luchas con tres ejes claros: paritaria nacional, carrera única de todo el equipo y sistema único de salud público, universal y gratuito.
Y un modelo sindical opuesto por el vértice al tradicional de la burocracia: independencia del estado y los gobiernos, democracia sindical, representación proporcional y pluralismo, alianza con la población trabajadora, metodología combativa y unidad de todo el equipo de salud. Vamos con estas banderas a construir la Federación que se necesita.
El Congreso fundacional nos dejó una gran energía para esta tarea. El documento fundacional que reproducimos es una sólida base principista para avanzar. Manos a la obra.
Resoluciones del Congreso
1) El congreso resolvió aprobar, con algunos agregados, la declaración general. Asimismo se repudió la represión al pueblo mapuche y se abordaron algunas cuestiones específicas.
2) Otra resolución clave fue la decisión de constitución formal de la FESINTRAS
se realizaron las inscripciones correspondientes y se consensuó una mesa nacional de coordinación integrada por dirigentes de las organizaciones fundantes, a la cual se agregarán posteriormente referentes de las organizaciones que se vayan incorporando a la FESINTRAS.
3) Y con una entusiasta ovación, se aprobó un Plan de lucha:
a) 1/11 Apoyar paro y movilización conjunta del H Garrahan y H. Posadas
b) 2/11 apoyar el paro de 48 hs de ASSPUR Río Negro y demás conflictos provinciales.
c) 10/11 Apoyar el Cabildo Abierto de APUAP Jujuy
d) 17/11 Jornada Nacional con paros y movilizaciones simultáneas en el país. Acción central en CABA con la ALE en el día nacional de la enfermería.
Declaración del Congreso Fundacional de la FESINTRAS
En nuestro país asistimos desde hace mucho tiempo, tal vez más de una década, a un progresivo y constante deterioro de las condiciones de vida y de trabajo de millones de personas. Producto de ello los más básicos y elocuentes determinantes de la salud (Desempleo, Pobreza, Contaminación Ambiental, Falta de Agua Potable, Insuficiente Saneamiento, Sub o mala Alimentación, Bajos Salarios, Consumos Problemáticos, Violencia de Género, Deterioro de los Niveles Educativos, etc.) han impactado en los indicadores sanitarios cuyas tasas y porcentuales variaron negativamente con picos alarmantes en algunas regiones y para ciertas patologías.
Sobre éste, de por sí preocupante panorama, desembarcó en nuestro territorio la Pandemia del Covid-19. Durante los más de dos años de su persistencia las y los trabajadores del equipo de salud estuvimos en la primera línea poniendo el cuerpo para evitar el colapso de los sistemas sanitarios públicos y privados, demostrando así su enorme solidaridad y compromiso con los que habitan nuestro suelo, pero también en la primera línea de la lucha por nuestros derechos. En éste proceso, aún en curso, han quedado asignaturas pendientes y desafíos para nosotras y nosotros.
El primero de ellos, y el más urgente, tiene que ver con conseguir el reconocimiento a las tareas realizadas. El Estado y sus sucesivos gobiernos están en deuda con el equipo de salud y somos conscientes de que sin lucha no habrá reconocimiento salarial, laboral, ni profesional. Otro de los desafíos de mayor escala, y con implicancias de mediano y largo plazo, tiene que ver con la reformulación del Sistema de Salud Nacional. Desafío que debería involucrar a toda la población y requiere un serio y profundo debate. Avanzar hacia un sistema único e integrado de salud es un objetivo para garantizar efectivamente el derecho a una salud pública, gratuita, universal y de calidad sin arancelamientos, ni ajustes y financiada desde rentas generales con el presupuesto necesario. El Estado Nacional debe asumir y ejercer su indelegable responsabilidad de garantizar éste Derecho Humano.
La pandemia puso en evidencia una crisis del sistema de salud de muchos años de desarrollo. Las llamadas «reformas» del Estado y del sector salud en particular – estrategia impulsada por los organismos financieros internacionales (FMI – Banco Mundial) y ejecutada por los gobiernos locales–, desde hace décadas vienen apuntando al desfinanciamiento del Sistema de Salud Pública, a su privatización y al cercenamiento de los derechos laborales y las conquistas logradas a través de años de lucha de nuestro pueblo.
Este Ajuste Sanitario, a través de los años, se ha intentado aplicar en las distintas jurisdicciones del país. Más allá de las particulares expresiones que adoptó en cada una, tiene un común denominador: desfinanciación y fragmentación del sistema, tercerizaciones, arancelamiento directo o encubierto, pérdida del poder adquisitivo del salario de sus trabadores con importantes asimetrías regionales, inexistencia o incumplimiento de las carreras profesionales o sanitarias, precarización laboral y persecución gremial, entre otros problemas.
Nuestra respuesta ha sido y debe seguir siendo salir a la lucha y organizarnos como el resto de los trabajadores para defender nuestros derechos y la salud pública. Así se han manifestado múltiples conflictos gremiales en todo el país. Y, con desigualdades y particularidades, se fue desarrollando un proceso de organización sindical de los trabajadores del equipo de salud. Pese al rol de la burocracia sindical enquistada en las organizaciones que se adjudican la representación en el ámbito nacional de lxs trabajadorxs del área que ha impedido unificar los conflictos y la organización. Han invertido más energía en mantener sus propios privilegios, el viejo modelo sindical y las relaciones con el poder, que en organizar la lucha por los derechos de los que batallaban en la primera línea de lucha contra la pandemia. Por eso se hace necesario la unidad de los equipos de salud a escala nacional como una herramienta válida para alcanzar nuestros objetivos.
Las políticas de reforma laboral, previsional y el ajuste de los presupuestos públicos y los salarios, vuelven a aparecer en la agenda y los debates en tiempos electorales y de crisis teniendo como marco condicionante el acuerdo con el FMI. Ello torna más perentorios los esfuerzos de unidad en la acción y en la organización.
Tenemos un capital conceptual y definiciones acumulados para poder superar experiencias fallidas o parciales, y poder avanzar alrededor de los principios de democracia sindical, desburocratización, pluralismo ideológico; independencia política y la lucha colectiva para bregar por nuestros derechos.
Convocamos a la Unidad en la diversidad alrededor, entre otras, de las siguientes premisas generales.
• Salario igual a la canasta familiar actualizada según inflación
• Fin de todas las formas de trabajo precario. Pase a planta con plenos derechos de todos los trabajadores en nación, provincias y municipios.
• Unidad del equipo de salud. Reconocimiento como trabajadores con plenos derechos de los Residentes. Reconocimiento profesional, laboral y salarial de la Enfermería.
• Jubilación con el 82% móvil
• Anulación del impuesto al salario para lxs trabajadorxs de la salud.
• Aplicación sin trabas de la Ley de IVE y la ESI en todo el país
• Basta de violencia y acoso laboral hacia los y las trabajadora de la salud. Plena implementacion del convenio 190 y la recomendación 206 de la OIT (que incluye la perspectiva de género).
• Paritaria Nacional de Salud. Paritarias libres para el equipo de salud en todas las jurisdicciones.
• Aumento del presupuesto de salud nacional (no inferior al 5% del PBI) y en todas las jurisdicciones. No a la injerencia del FMI, Banco Mundial y demás organismos financieros internacionales en las políticas de salud. Anulación de todas las normas de autogestión, arancelamiento y privatización sanitaria. Gratuidad y financiamiento del sistema desde rentas generales.
• Por un Sistema único de salud, público, universal gratuito y de calidad y con participación comunitaria.
• Por la Organización Gremial del equipo de salud en todas las regiones del país y una Federación Sindical Nacional Autónoma, Democrática y Pluralista.
Federación Sindical Nacional de Trabajadores de la Salud
La Plata (Bs. As.) 28/10/22