Negociación con el FMI. Massazo al bolsillo trabajador
El Ministro de economía y candidato a Presidente de Unión por la Patria Sergio Massa afrontará una semana clave en la negociación de la deuda con el Fondo. Buscará un nuevo desembolso para hacer frente a los 3.500 millones de dólares que debe pagar en los próximos días. El organismo insiste en que quiere una nueva devaluación. Sería un nuevo golpe a los magros salarios. La única salida es terminar con esta estafa.
Escribe: Leo Rando
Los números de la negociación
Un equipo del Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa se encuentra en Washington hace una semana para terminar de cerrar un nuevo acuerdo con el FMI. Ante la imposibilidad de cerrar un acuerdo para recalibrar el programa completo, cosa que deberá hacer tarde o temprano, lo que busca es que el organismo le apruebe la quinta revisión trimestral del Extended Fund Facility (EFF) que tiene como fecha de vencimiento el 28 de julio. De tener el visto bueno, Argentina recibiría los USD4.000 millones que deberían haber ingresado en junio para hacer frente a los USD2.700 millones que vencen el 31 de julio, más los USD800 millones de intereses que debe pagar el primer día de agosto.
Le quedarán disponibles USD500 millones para hacer frente a las obligaciones comerciales y socorrer alguna corrida cambiaria que podría suceder después de las PASO o como prevén pasadas las generales en octubre. Para hacer frente a esto también esperan la renovación exprés del swap con China para poder disponer de la segunda etapa de los USD10.000 millones acordados en Beijing y destinar el uso de yuanes para sostener la actividad.
El FMI corre el arco y pide más ajuste
El acuerdo macro se postergó entonces hasta lograr el respaldo del Directorio del Fondo Monetario Internacional. El organismo publicó hace unos días su Informe del Sector Externo o External Sector Report donde sentencia que la Argentina se encuentra entre “elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, reservas internacionales precariamente bajas y falta de acceso a los mercados internacionales de capital”. Es claro en su exigencia: eliminar el cepo e ir a una devaluación de entre el 15 y el 20%. En criollo, más ajuste. Estas exigencias profundizarán la dinámica de estancamiento económico, harán perder aún más el poder adquisitivo de los salarios e ingresos de las mayorías y abrirán un proceso de aumento del desempleo.
Además, Massa busca hacerse de dólares como sea ante las alicaídas reservas del banco central por eso lanzaría un nuevo dólar agro a un tipo de cambio aproximado de $350, que abarcaría las economías regionales y que permitiría recaudar USD 2.000 millones adicionales. Un nuevo gesto hacia los sectores más poderosos y concentrados del país mientras el 40% de la población está hundida en la pobreza.
La deuda: una estafa de años
Desde la última dictadura hasta acá, lo único que han hecho los distintos gobiernos es aumentar la deuda y convalidar esa estafa pagando una y otra vez. La propia Cristina reconoció en el acto del último 25 de Mayo haberle pagado al FMI “taka taka”, tanto ella como Néstor Kirchner, en 8 cuotas y sin siquiera haber investigado los delitos que tiene ese endeudamiento que favoreció al sector empresario para el que gobernaron y gobiernan.
El Frente de Todos, en la actualidad, es el responsable número uno por cederle al organismo de crédito y continuar pagando la estafa de la deuda que tomó Mauricio Macri de 45 mil millones de dólares. Estafa que el propio Fernández cuando asumió dijo iba a investigar. De esa supuesta investigación nunca más se supo nada. El FMI jamás cambió su carácter, pero ellos quisieron hacernos creer otra cosa incluso llamando “compañera” a Georgieva.
Ahora Massa, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner culparán a los arbolitos de la City de desestabilizadores ante esta última corrida cambiaria. Pero ellos son responsables, no solo por el pago al contado y cotidiano al FMI y los acreedores externos privados sino porque también mantienen la estructura neoliberal de la economía heredada desde 1976. La Ley de Entidades Bancarias, como también la privatización de todos los puertos por el menemismo y los sucesivos gobiernos, además de la privatización total del comercio exterior es lo que ha permitido que en estos años se fugue una balanza comercial de más de U$S 43.000 millones. Y no han tomado una sola medida para cambiar esa matriz, sino que la profundizaron.
Gane quien gane, van a seguir pagando
Hace unos días en un acto en Pilar, Provincia de Buenos Aires, Massa como candidato del oficialismo reafirmó su rumbo: “Queremos pagarle al Fondo de vuelta y que se vayan de la Argentina. Queremos ser un país soberano”. Convalidar la estafa y ser soberanos, no van de la mano. Por eso insistimos en que la candidatura de Grabois en las internas de Unión por la Patria no es ninguna pelea desde adentro ni ningún debate sobre modelos de país distintos. Es una maniobra para contener los votos de sectores descontentos con el gobierno que puedan ir a la izquierda. La lista de diputados de ambos candidatos es la misma y son los que en definitiva ratificarán el ajuste en el Congreso.
Por su parte Larreta expresó en una entrevista que: “Con todos los acreedores, incluido el FMI, hay que negociar con los dientes apretados para conseguir las mejores condiciones”. En definitiva, buscar plazos más extensos y tasas más favorables para reducir la carga de deuda pero pagar. Patricia Bullrich, su contendiente en las PASO de Juntos Por el Cambio propone endeudarse aún más pidiéndole al Fondo “un colchón de dólares” y Milei sostuvo hace poco que: “con una economía dolarizada le pagas de taquito al FMI”.
Hay un factor común que los atraviesa a todos: seguir pagando. Lo que no te dicen es que para pagar tienen que avanzar en la triada del mal: una brutal reforma laboral, previsional e impositiva de carácter regresivo.
Romper con el FMI, la única salida
Con las coaliciones patronales no hay salida al laberinto del Fondo. Más allá de las diferencias discursivas, todos aceptan ponerse de rodillas ante el FMI y apegarse a los pedidos de su programa. Es hora de tomar medidas nuevas. Quienes proponen seguir pagando y hablan de sacar al país de esta crisis son unos mentirosos.
Para realmente recuperar nuestra soberanía y tener un proyecto de país para las mayorías, con empleo registrado y salarios dignos, donde la salud, la educación y la vivienda sean una prioridad, y dónde cuidemos nuestros bienes comunes y para quienes decidamos qué, cómo y cuánto producir seamos los trabajadores hay que romper con el FMI, nacionalizar la banca y el comercio exterior con control de sus trabajadores, terminar con el curro de la especulación y poner esos recursos a favor de las necesidades de las y los trabajadores.
Por eso hay que castigar a este modelo con la izquierda del FIT-Unidad que se organiza, barrio a barrio, fábrica por fábrica, en cada uno de los sectores de trabajo, que irá en la lista Unidad de luchadores y la izquierda conformada por el MST-PO en el Frente de Izquierda Unidad que encabeza la fórmula presidencial Solano-Ripoll, con Alejandro Bodart como Gobernador en la Provincia y Cele Fierro como candidata a Legisladora en la Capital para fortalecer este rumbo y sacarnos de encima a los que nos someten día a día.