Insaurralde y Chocolate, privilegios y podredumbre. Medidas para acabar con los privilegios y toda corruptela
Las prácticas corruptas no son patrimonio del PJ, aunque exploten por el escándalo de Insaurralde. Al ser intrínseca al sistema, para erradicar toda corrupción, además de las medidas que proponemos, necesitamos terminar con este sistema de explotación capitalista y construir una sociedad sobre nuevas bases, conducida por los trabajadores y el pueblo.
Escribe: Francisco Torres
Los privilegios de los funcionarios políticos y su accionar corrupto no son exclusivos del peronismo. En todos los gobiernos patronales existe una corrupción sistémica con la que debemos terminar. Ya que, con más o menos descaro, abarca a todas esas fuerzas políticas.
Podemos arrancar por Macri que hizo su fortuna familiar a costa del Estado con el contrabando de autopartes bajo la dictadura y la estatización de su millonaria deuda privada, a las coimas de Odebrecht a Gustavo Arribas. O los Panamá Papers, las empresas offshore de los Macri y todos sus funcionarios o la inclusión de familiares en el blanqueo de capitales.
Un Macri al que denunciamos en varias causas, como las maniobras fraudulentas para salvar al grupo de su papá, Franco, ante la deuda del Correo. Los créditos sin garantías que Cambiemos le dio a Vicentín. O el mayor de los curros: los 45 mil palos verdes del FMI que el macrismo usó para fugar capitales junto los banqueros. En territorio bonaerense fueron también los aportantes truchos de Vidal para financiar su campaña.
Una CONADEP de la corrupción para investigar todo
Por el lado del PJ tenemos otros casos resonantes como el revoleo de bolsos de José López, repletos de dólares en el convento, la corrupción que mata de Julio de Vido, o la propia Cristina, que incluso escrachó a Néstor Kirchner al endilgarle “el negocio más importante” con Magnetto, cuando le firmó la fusión de Cablevisión y el grupo Clarín, expresando el capitalismo de amigos que tanto critican.
Antes también aparece al que Milei elogia como el mejor presidente de la historia, con sus lujos, las Ferrari y toda la corruptela de Carlos Menem. Como el contrabando de armas a Ecuador y Croacia por el que fue condenado a prisión, su Rosadita riojana con pista y jet privados, el YomaGate de 1991 por tráfico de cocaína a EEUU y blanqueo de dinero. A lo que podríamos sumar todos los señores feudales, atrincherados en los gobiernos provinciales.
Incluso Milei es parte de esa corruptela que suele denunciar. Cuando fue Economista Jefe de Máxima AFJP (del banco HSBC), empresa que estafó a los jubilados en los 90 al apropiarse del 35% de sus aportes por comisiones. Ahora aliado al corrupto Barrionuevo y a otros políticos que se dieron vuelta y vienen del PJ, Cambiemos o el Frente Renovador.
Nuestras medidas son entonces opuestas a los clichés y eslogan de campaña de Milei, lo mismo que el PJ con Massa o Bullrich de Juntos por el Cambio. Ante estos casos hay que formar una CONADEP de la corrupción, con personalidades independientes, que investigue todas estas situaciones: bajo los gobiernos de los Kirchner, el de Macri y el actual, a todos.
Proponemos medidas claras y aplicables, porque la investigación de la corruptela no la resuelven los jurados populares como equivocadamente plantea el PTS, si los que investigan son los “fiscales” de este sistema capitalista.
Para eso se debe avanzar a una verdadera comisión investigadora independiente, conformada por personalidades intachables y con poder para investigar a fondo. Para embargar lo que haya que embargar y castigar a los corruptos, que deben pagar con sus bienes mal habidos e ir presos si corresponde.
Por eso proponemos que los jueces y fiscales sean electos por el voto popular, en elecciones separadas de las políticas. Que tengan mandatos limitados y no vitalicios, sin privilegios y puedan ser revocados en caso de mal desempeño. Si la designación de jueces y fiscales sigue atada al poder de turno, no habrá independencia judicial. Para eso los debe votar y elegir el pueblo.
Cómo acabar con los privilegios de los funcionarios políticos
Para terminar con todos los privilegios, planteamos que los funcionarios, gobernadores, intendentes, legisladores, jueces y fiscales deben ganar como una directora de escuela con 10 años de antigüedad. Así lo expresamos en leyes y compromisos públicos que presentamos con el MST y Alejandro Bodart, Cele Fierro, Vilma Ripoll o Luciana Echaverría en Córdoba. Proponiendo también la obligatoriedad de todo funcionario político a tener que asistir y atenderse con su familia en la escuela y el hospital público, y utilizar el transporte público como hacemos todos.
En vez de usar lo público en beneficio personal, creemos que padecer las carencias de lo público puede contribuir a que quienes gobiernan se acerquen más la realidad y sensibilicen un poco. Sufrir lo que padecemos los trabajadores y sectores populares al ir al hospital, la escuela o el transporte público por quienes administran los fondos de todos, podría hacer que se preocupen por mejorar lo público.
Estas son propuestas de aplicación obligatoria para todos los funcionarios, legisladores o jueces. Es decir, para toda la casta del sistema capitalista. Donde el ejercicio del poder público no se constituya en beneficio propio, sino en un servicio a favor de las mayorías.
A su vez, para impedir que un intendente, ministro o gobernador amase fortunas, se debe ejercer un fuerte control social en los procesos de licitación, en la concesión de obras y contratos. Con una rendición de cuentas permanente, donde se acabe con la repartija de cargos entre oficialismo y oposición en los Tribunales de Cuentas, que nunca controlan ni investigan.
Hay una profunda crisis de representación a causa de décadas de ajustes de beneficiar a las corporaciones y al FMI. Todo eso lo factura la partidocracia tradicional con vueltos y cometas enormes. Con esto queremos terminar.
No más eslogan, por una radical reforma política
Se necesita una profunda reforma política y no las consignas vacías que repiten Milei, Bullrich o Massa. El gobernador Kicillof dijo estar a favor de tener una sola cámara de diputados en la legislatura, eliminando el senado. El que, igual que en el Congreso, expresa la parte más reaccionaria y que limita una más real democracia.
Es necesaria una proporcionalidad efectiva en la elección de diputados. Para eso proponemos tomar al país como distrito único, donde podamos elegir diputados por sistema D’Hont, sin piso. Eliminar todas las reformas antidemocráticas en las provincias, donde el PJ y Juntos generaron cambios en el régimen político para asegurarse la mayoría en las legislaturas, transformándolas en meras escribanía que levantan del poder de turno. Anular las leyes, reformas constitucionales y normas antidemocráticas y represivas como la que quisieron imponer Morales y el PJ en Jujuy.
Se deben limitar las reelecciones a solo dos mandatos y vuelta a trabajar. Una reforma política real y no de pico debe contener la revocatoria de mandatos de aquellos funcionarios que prometen y no cumplen o de quienes se corrompen. Bajo la mirada constante del pueblo trabajador a quienes se postulan para decidir sobre los recursos de toda la población.
Poner en pie una sociedad sobre nuevas bases
El pueblo debe poder echar de su cargo a quienes lo ejercen mal. Lo mismo con jueces, fiscales y comisarios que deberían investigar, pero son parte del entramado de corrupción de este Estado capitalista, al servicio de la clase que se dice propietaria de aquellos bienes que en realidad son de carácter social, no privado.
No son medidas utópicas, sino que basta tener decisión política de implementarlas y no discurso para ganar elecciones y seguir después como si nada. Así lo hicieron Lenin, Trotsky y los bolcheviques en los primeros años de la revolución rusa, así lo hizo también otra experiencia histórica de la clase trabajadora en el poder como fue la Comuna de París. Ese es nuestro modelo de sociedad, sin explotación ni privilegios ni corrupción.
Lejos de querer igualar hacia abajo como chicanea burlonamente la derecha y los representantes del capital, queremos igualar hacia arriba. Porque la vida es bella, sobran los recursos y merece ser vivida y disfrutada, poniendo la ciencia, tecnología, recursos y bienes de la humanidad al servicio de la clase trabajadora, los sectores populares y oprimidos.