Según Massa, el Fondo investigará la estafa… A la sombra del FMI
Massa dijo que el FMI investigaría la fuga de capitales por la deuda que el mismo Fondo le dio a Macri en 2018 por U$S 44.000 millones, con aval de Trump como «jefe» del organismo internacional. Querían ayudar a Macri a ganar la elección en 2019 para seguir teniendo un aliado por derecha en la región, eso no pasó, y la elección la perdió, pero la monstruosa deuda nos la cargaron igual. Hay que suspender todo pago y volcar esos recursos al pueblo trabajador.
Escribe: Francisco Torres
La «generosidad» del FMI con el macrismo no guarda precedentes en sus 75 años de historia. Nos condenó a 100 años de endeudamiento, en un proceso absolutamente irregular y fraudulento, al violar incluso la Constitución nacional, claramente capitalista y pro-imperialista, además de las leyes y normas que rigen al país en materia de deuda.
Al no pasar por el Congreso, ese endeudamiento no se hizo por Ley de Presupuesto ni por una Ley específica ni por decreto presidencial. Con absoluto vacío administrativo, resolvieron unos pocos con el staff del Fondo, de manera coherente con la barbaridad a la que nos condenaban.
Incluso el ministro de Economía que firmó no tenía facultades para tomar ese empréstito ruinoso ni cumplieron con los análisis de solvencia, sostenibilidad y consulta previa al Banco Central, como fija la Ley 24.156. Eso y otras graves irregularidades probadas por la Auditoría General de la Nación.
Violaron incluso el Estatuto del FMI que le impedía entregar tales montos y en esas condiciones impagables. El Convenio Constitutivo del Fondo, en su Art. VI, prohíbe usar sus desembolsos para «hacer frente a una salida considerable o continua de capital». Pero eso pasó, sin que el staff imperialista moviera un dedo.
Es que el saqueo duplica incluso lo que prestó el Fondo. Como informa el Banco Central el 14 de mayo del 2020: «la fuga de capitales entre 2015 y 2019 superó los US$ 86.000 millones y más de la mitad de ese dinero se concentró en el 1% de las empresas y personas que compraron dólares en ese período». El grupo selecto de empresas compradoras netas adquirió US$ 41.124 millones para formar activos externos (fuga). Escandaloso desfalco.
Al tope de esas 100 mayores corporaciones están Telefónica, Pampa Energía, Western Union, American Express, General Motors, Shell, Quilmes, Telecom, Monsanto, Juncadella, DirecTV, Toyota, Procter & Gamble, Aluar, Acindar, John Deere, Aceitera General Deheza, Arcor, Fiat, Chevrolet, Dow Agrosciences, Siderar, Galicia, Syngenta, Iveco, Facebook, HSBC, S C Johnson, Bagley, Pfizer y Pan American entre otras (El Cohete a la luna, 05/2020). Otra vez, las patronales cargan sus cuentas al pueblo.
La mayor estafa de la historia. Las estafas no se pagan
La Argentina es el país que tomó la mayor deuda en toda la historia del FMI y la de Macri fue la más grande de nuestra historia. Incluso duplicó el acuerdo stand by que tomó De la Rúa antes del estallido del 2001. Como esa deuda era impagable, este gobierno, en vez de desconocerla por ser una estafa, optó por pedir una renego-ciación con el exministro Guzmán y luego otras con Massa.
Ante el curro comprobado, Alberto Fernández dijo: «más que una deuda, es un delito». Y Massa también afirmó: «el tío vago de la familia fue al prestamista, tomó la hipoteca y la plata se fue de Argentina». Pese a eso, el PJ avaló esa deuda ilegal e ilegítima y la paga ajustando al pueblo.
Massa dice lamentarse por las «imposiciones» del FMI, como la devaluación del 22% que significó un saqueo brutal a los salarios de trabajadores, jubilaciones, los programas y presupuestos sociales como los de salud, educación, vivienda, obra pública o empleo.
Estamos bajo la sombra del FMI, más allá del relato. Y luego del balotaje, vendrá otro ajustazo para pagar. Mientras Milei, con Macri y Patricia Bullrich, plantean descaradamente que harán «un ajuste mucho mayor» que lo que pide el FMI.
Como está en campaña, Massa dijo que el FMI iniciaría una investigación sobre la fuga de capitales del préstamo de 2018 que Macri nos cargó, porque «no se usó para financiar hospitales ni escuelas, sino para financiar el pago a fondos de inversión». Pese a eso, Massa insiste con el verso del «desendeudamiento» al estilo Néstor y Cristina, al sostener que «una obsesión que tiene que tener el próximo presidente es juntar todos los dólares que Argentina necesita para pagarle al FMI y volver a sacarlo de la Argentina».
Pero ese acuerdo es un lastre que nos hunde en la miseria. Por su control de la economía, con una revisión cada 3 meses del FMI para verificar que se cumpla su plan de ajuste, saqueo y sumisión. Con el compromiso del gobierno de reducir el mal llamado déficit fiscal. Con un ajuste brutal en 2022, que equivale a recortar el 75% del presupuesto de salud del país en el Presupuesto 2024.
La causa del déficit es la deuda eterna y la fuga de divisas
El gobierno acuerda y busca cumplir con más ajustes. Mientras los liberfachos dicen que no debería haber déficit, aunque eso implique ajustar más las jubilaciones, rebajar salarios, eliminar programas sociales, privatizar y regalar empresas, rifar la salud y la educación pública, aumentar las tarifas y pasajes al eliminar los subsidios.
Pero si hay déficit, la causa no son los recursos que el Estado destina a jubilaciones, salarios, planes y presupuestos sociales, sino a los pagos multimillonarios al FMI en primer lugar, pero también al Club de París, al Banco Mundial, al BID y a los bonistas buitres.
Esa es la verdadera causa del mal llamado «déficit» y ninguno de estos gobiernos del capital lo quiere cortar porque son responsables de traernos a este endeudamiento «eterno». Menos Milei, que trabaja para los fondos buitres y se une a Macri, que nos cargó la mayor deuda de la historia.
Es que solo por esa deuda odiosa con el FMI, «en total entre capital, intereses y sobrecargos, la Argentina debería reintegrar casi 54.000 millones de dólares de aquí a 2032» (El Cronista, 12/10). A lo que se debe sumar que, por el total de vencimientos de capital por el total de la deuda entre 2024 y 2027, implica U$S 122.286 millones, que equivalen a casi 2 presupuestos y medio del país previstos para este año. El saqueo sin fin.
420 mil viviendas y 2 millones de puestos de trabajo
Para dimensionar lo que implica la política criminal de Massa, solo con los pagos de este año al FMI por U$S 21.642 millones, al dólar oficial (ver cuadro), se podría haber puesto en marcha un mega plan de viviendas populares, que permitiera construir 420.000 nuevas viviendas y generar más de 2 millones de nuevos puestos de trabajo genuino.
Por eso insistimos en que si no se rediscute el tema de la deuda, no hay ninguna posibilidad de sacar el país adelante. Más que esperar que el FMI se «investigue» a sí mismo, con Macri de cómplice y al PJ que lo avaló después, frente a la evidencia y el reconocimiento de las máximas autoridades de que esa plata no se usó para beneficiar al pueblo, sino para pagar deuda anterior, para la especulación financiera y fuga de divisas, se debe suspender todo pago al FMI y de toda la deuda «eterna».
Para considerarla ilegal, ilegítima y «odiosa», en los términos del derecho internacional, ya que «no es una deuda, sino un delito», una verdadera estafa al pueblo y las estafas no se pagan. Para eso, luchamos y exigimos una auditoría social que investigue a fondo, con plenos poderes y de forma integral, toda la deuda y los acuerdos con el FMI. Para desconocerlos o definir alguna legitimidad si la hubiera. Esto ya se ha hecho en otros países.
Para así hacer pública la nómina de los tenedores de deuda y de los grupos que fugaron al exterior y quienes tienen fondos en paraísos fiscales. Difundir la lista de los estudios jurídicos, contables y económicos, con sus «profesionales» que actuaron en las negociaciones de deudas tan ruinosas.
Determinar las comisiones y honorarios por cada deuda, para intimar a restituir lo cobrado y que paguen por los daños al país. Con fuertes sanciones, incluso la cárcel, tanto en lo penal, como en lo civil, comercial, bancario y político de cada funcionario de gobierno y del sector privado implicado. Luchar para que paguen quienes se beneficiaron con la estafa de la deuda. Porque la deuda es con el pueblo trabajador. Y solo así podremos salir adelante, como planteamos con el Frente de Izquierda Unidad.