CTA Autónoma: elecciones de crisis
Transcurridos varios días de las elecciones de la CTA, aún no tenemos resultados nacionales de la Junta Electoral. Pese a ello la conducción autoproclamó su triunfo y difundió que votaron 240.000 afiliados. Pero la realidad indica otra cosa.
La participación, ha sido bajísima. Porque fue una elección a contramano de la marea verde que se movilizó al Congreso por la ley de aborto. La negativa a postergarla no solo le dio la espalda al movimiento de mujeres en una actitud machista y patriarcal, sino que fue un factor que atentó contra el éxito de la elección.
También reflejó la crisis terminal del proyecto CTA, incluso con sindicatos que no participaron como tales. Y porque la conducción le bajó el perfil para que no altere la pelea cupular con el sector de Micheli y reduzca las chances de nuestra lista alternativa.
La resultante fue una elección muy débil, casi desapercibida por los trabajadores y el activismo.
Gran campaña de la Multicolor
Pese a estas condiciones muy adversas, la Lista 6 Multicolor realizó una elección muy positiva. Debiendo superar, además, irregularidades con los padrones y lugares de votación y otras maniobras fraudulentas. El colmo fue entregarle el control de la elección en Morón a Darío Silva y la patota de ATE del Posadas, lo cual motivó la impugnación de la elección en esa regional. Con muy buenas votaciones en las reparticiones estatales, hospitales y mesas donde se pudo fiscalizar y en provincia de Buenos Aires, Capital, Santa Fe y Córdoba. Ganando en Lomas, Alte. Brown y San Fernando. Y superando el proscriptivo piso del 20% para obtener la minoría en Rosario, Santa Cruz, Córdoba, Lanús, San Miguel, Moreno y Tres de Febrero, entre otras.
Además de los votos conseguidos, lo más importante fue haber dado el paso en la conformación de la Multicolor y la intensa campaña desplegada. La unidad del clasismo y la izquierda sindical, con un punto de referencia en el Plenario del Sindicalismo Combativo reunido en Lanús, se reflejó en la confluencia de las corrientes de la izquierda sindical: ANCLA/MST y CSC/PO -que vertebraron la lista nacional y la extensión a gran parte de las provincias-, IS, Rompiendo Cadenas y el MAC/PTS. Y en la conformación de listas con dirigentes, delegados y activistas combativos de ATE, UTS, CICOP y otros gremios de FeSProSa, ADEMyS, CONADU(H), Suteba, Fed. Docente, y otros gremios. Nuestra corriente nacional ANCLA y sus agrupaciones (Alternativa Estatal, Alternativa Salud, Alternativa Docente, Lista Gris del Neumático), así como compañeros de nuestro movimiento territorial el MST Teresa Vive desplegaron una intensa actividad de campaña acumulando fuerzas y logrando ingresar en las minorías que se obtuvieron.
Fue lamentable que el PTS de Del Caño y Bregman y su agrupación sindical MAC, se bajaran de la campaña, contra la opinión del resto de las agrupaciones, rompiendo la unidad y siendo funcionales a la lista oficialista.
Hay que poner en pie una nueva central
La elección fue un capítulo más en la crisis de una central que defraudó las expectativas de muchos que confiaron en que se transformaría en una alternativa a la decadente CGT. El proyecto fracasó al no modificar el modelo sindical ni responder a las necesidades y a los cambios operados en el movimiento obrero, terminando en una nueva división y crisis de disgregación que incluye al principal sindicato (ATE).
Seguiremos insistiendo en un cambio completo de rumbo, planteando la democratización del estatuto y reclamando el apoyo y la coordinación de las luchas y demás ejes programáticos que venimos reclamando desde ANCLA y la Multicolor. Y reclamamos las integraciones por minoría logradas. Aun teniendo en cuenta que la conducción de la Germán Abdala se negó a cumplir el compromiso planteado en el seno del último congreso de ampliar la integración de las minorías por acuerdo de listas, demostrando su apego a la vieja cultura sindical burocrática del pensamiento único que hay que erradicar.
Pero ello debe de ser un paso en el camino de responder a un gran vacío y necesidad de poner en pie una nueva central democrática, clasista, para la lucha y con perspectiva de género. En ese camino, la unidad del clasismo y la izquierda, corporizada ahora en el fortalecimiento y desarrollo del Plenario del Sindicalismo Combativo es un capítulo prioritario en el que quedamos comprometidos.
Guillermo Pacagnini