Después de los anuncios: QUE SE VAYAN
Un fin de semana frenético. Citas en Olivos, reuniones paralelas, llamadas cruzadas, idas y vueltas, consultas, reproches. Ministros que salían de su cargo o eran confirmados en cuestión de horas. Ese marco, de un gobierno debilitado y con alta pérdida de credibilidad, que atraviesa una crisis económica, política y social, fue el preludio de los anuncios de esta mañana de Macri y Dujovne.
Un presidente que no puede hablar en vivo y que tiene que sobre actuar, tras largos ensayos, una larga grabación para explicar los porqué de esta gran crisis, sin lograr en los hechos explicar casi nada. Solo justificarse y querer ampararse en las crisis internacionales de Turquía y Brasil, o en la herencia recibida, o en la crisis de los “cuadernos”. Para finalizar repitiendo lo mismo que decía antes de esta última crisis: su latiguillo falaz e hipócrita “no podemos gastar más de lo que tenemos” mezclado con el insólito “pasaron cosas”.
La realidad, por supuesto, pasa a kilómetros de su grabación. El centro de todo el problema actual es el brutal endeudamiento externo al que nos lleva este gobierno hoy tutelado y dirigido por el FMI, quienes juntos van a volver a acordar su necesidad de un ajuste brutal y de achicar el déficit para intentar poder hacer frente al pago de intereses de una deuda que crece exponencialmente y coloca la hipótesis de default como un hecho no descartable.
No hay esfuerzo de todos, sino ajuste a muchos y negocios para pocos
Dentro de esta receta repetida, que intenta mostrar algo distinto con algunos cambios de nombres y ubicaciones, aparece en medio de todo la desesperación oficial de juntar plata para achicar el déficit, y allí la propuesta de cobrarles algo de retenciones a los exportadores. Así el gobierno, a través de Macri primero y Dujovne después, intentó hoy mostrarse frente a la sociedad desde la idea ficticia de que “todos tienen que poner y colaborar”.
Pero no es verdad que todos los sectores se sacrifican. Las retenciones anunciadas hoy, son infinitamente menores a las fabulosas ganancias que los distintos sectores exportadores hicieron estas últimas semanas con la devaluación que ellos mismos motorizan y no hay que descartar que sigan impulsando todavía un poco más.
La fórmula planteada de que cada exportador ponga $4 pesos por dólar, si bien en términos globales le da al gobierno la posibilidad de hacerse de una suma importante de dinero, a los sectores exportadores que más han ganado en esta crisis le significa muy poca pérdida, o podríamos decir ninguna, por lo que aumento el dólar días atrás y sabiendo que además puede seguir aumentando. Las retenciones anunciadas son una muestra concreta de la magnitud de la crisis económica, ya que el gobierno hace algo que no iba a hacer, pero están puestas al servicio de un modelo que pretende permitirle al sistema agroexportador y al financiero seguir haciendo grandes negocios, mientras las mayorías populares pagaremos su fiesta.
La economía real, en picada
Aunque un Macri sombrío, desde una grabación calculada palabra por palabra, pretendió mostrar que hoy arranca una nueva situación con medidas que ayudarán a mejorar, la realidad inocultable es que las consecuencias de la crisis de estos últimos días se empezarán a sentir mucho más fuerte a partir de ahora.
Mientras escribo este artículo o mientras ustedes lo estén leyendo, los precios en cada góndola seguirán subiendo. Los combustibles aumentaron de nuevo y ya se vendrá un nuevo aumento en las próximas semanas. Las tarifas dolarizadas de los servicios públicos en manos privadas, también vendrán retocadas, fuerte hacia arriba. Los pequeños comercios no saben a qué precio comprarán los próximos días los productos, que luego venderán a un precio mayor, aunque la gente comprará menos todavía, porque lógicamente el consumo popular caerá aún más. A la vez la obra pública del Pro sí ya era insuficiente, ahora quedará paralizada y así no habrá nuevos puestos de trabajo por esa vía. Entramos a una economía en recesión y caída por un largo tiempo.
A la vez nuestros salarios en pesos, ya depreciados fuertemente, seguirán perdiendo frente al dólar y la inflación a menos que la fuerza de la lucha logre reabrir las paritarias, cuestión que el gobierno no incluyó entre sus medidas. Mientras en el Estado los nuevos anuncios ratifican que vienen por más despidos en diferentes áreas. Por eso hace falta no solo apoyar todas las luchas en curso sino tomarlas en nuestras manos, desde abajo, para superar a las burocracias sindicales cómplices a la vez que exigimos un plan de lucha real hasta frenar todo el ajuste.
Desde los nuevos anuncios todas las fuerzas políticas, sindicales, sociales y el periodismo debaten y opinan sobre qué pasará de ahora en más. El PJ se encuentra debatiendo que presupuesto 2019 aprobarle a Macri, es decir que están resolviendo cual es el grado de complicidad en el que finalmente se colocarán. Sectores afines al kirchnerismo dicen oponerse a esto, pero a la vez insisten en la propuesta de unir a todo el PJ, preparar una alternativa junto a quienes vienen votando, acordando y aplicando en sus provincias el ajuste que todxs sufrimos, mientras nos dicen que esperemos a 2019, cómo si no pasara nada. Este camino no va.
Hay otra salida: que se vayan y el pueblo decida
Por todo esto es que desde el MST proponemos que Macri y el FMI se vayan. Es antidemocrático que quienes le mienten al país entero sigan gobernando como si nada, la revocatoria de mandato debería tener plena vigencia para que la población haga valer sus derechos. Porque ninguno de los problemas que hoy tenemos se solucionarán si sigue este gobierno. Hay que ganar las calles para que este proyecto que destruye nuestro país no se imponga. Y hay que adelantar las elecciones para constituir una asamblea constituyente, porque no se trata de cambiar una persona, sino de debatir a fondo todos los grandes temas nacionales, y que el pueblo decida. Hace falta una asamblea constituyente que debata y resuelva cómo terminar con el robo de la deuda externa, cómo evitar la fuga de divisas, cómo controlar el comercio exterior y la banca, cómo cortar los negociados de los grandes exportadores, como responder a las necesidades sociales urgentes y avanzar a un modelo económico radicalmente distinto al servicio de las mayorías populares, cómo lograr la ley de aborto legal y separar a la Iglesia del Estado.
Todos estos grandes temas y otros, tienen que debatirse públicamente y con la participación de millones. Esta es la salida más democrática. Porque a esta altura todas las luchas particulares e importantes como el conflicto universitario/estudiantil, el docente en muchas provincias, el de los estatales y tantos otros, no encontrarán soluciones de fondo mientras siga este gobierno. La lucha por demandas específicas y la lucha contra el gobierno es una misma lucha. Hay que unirlas a fondo y abrir la posibilidad de un cambio político en el país, para así encontrar las soluciones que cada lucha busca.
Mientras seguimos apoyando e impulsando cada lucha y actuando en unidad en las calles junto a miles y miles, desde el MST estamos fortaleciendo un proyecto de izquierda que lucha por esta salida, tenemos que hacerlo fuerte y ahora. Lamentablemente en medio de todo esto el FIT está debatiendo sus internas, como si nada pasara, centrado increíblemente en hacer un lanzamiento electoralista en noviembre, todo fuera de la realidad y de las tareas que hoy hacen falta frente a Macri y el FMI. El proyecto de izquierda que hace falta no puede actuar así, tiene que jugarse por entero hoy en las calles, decir con todas las letras que Macri y el FMI se vayan y animarse a organizar políticamente y en unidad un nuevo proyecto feminista, laico y ecosocialista desde la izquierda. Para avanzar en este camino invitamos a fortalecer al MST en todo el país y a seguir en común dando estas peleas políticas y sociales.
SERGIO GARCÍA