Vidal ahonda la crisis bonaerense
La crisis bonaerense se ahonda por el ajuste de Vidal, Macri y el FMI. El deterioro social en ingresos, condiciones de vida, posibilidad de acceso a un trabajo, oportunidades a la juventud, se vuelve dramático tras la feroz devaluación que licuó los presupuestos sociales, salarios, planes y jubilaciones; y elevó exponencialmente el peso de la “deuda pública” provincial.
En ese caldo de cultivo, donde se cocinan penurias para el pueblo trabajador, se acumula bronca y presión en una olla que no estalla por la actitud de la “oposición” del PJ, los K y el massismo que dejan hacer a Cambiemos. Esa orientación cómplice tiene reflejo directo en las cúpulas gremiales que frenan, dividen y aíslan las luchas.
Buscan así que Vidal haga el trabajo sucio y se deteriore para intentar volver en 2019. Desean canalizar el descontento que expresa la caída de Macri en las encuestas. Y el mayor rechazo a la figura de Vidal que cae también al verla parte de quienes aplican cruelmente el ajuste, al servicio del FMI, las corporaciones, sojeros y usureros de la deuda.
Tal es la preocupación que Vidal dijo barajar adelantar la elección bonaerense. De hacerlo tendría un doble fin, despegarlas de la presidencial y el salvavidas de plomo que sería hoy la boleta de Macri. Y aspirar a un incierto resultado positivo que les permita levantar puntería, de cara a la presidencial que se aproxima.
Vidal miente. Y la mentira tiene patas cortas. Dice que estamos mejor que en 2015, pero cambiaron para peor. Si ya era dura la situación social con Cristina, a 3 años de cruel ajuste y el mayor endeudamiento provincial; los indicadores sociales, de producción, inversión y trabajo se vienen a pique, por detrás de la miseria a la que condenaban Scioli y Cristina al pueblo.
El proyecto de Presupuesto 2019, el paquetazo impositivo de Vidal con el 38% en el inmobiliario urbano o rural y el tarifazo del 50% en el agua, son una cruel muestra de para quién gobiernan Mariú y el PRO. Para el grupo de privilegiados y “dueños” de la provincia, a los que hay que ajustar para resolver el drama social.
Ante luchas como la docente que llegó a 25 días de paro este año (sin contar los de SUTEBA Multicolor), un récord desde el argentinazo en 2001. Hasta hoy el 2014 era el ciclo con más huelgas (20 días), seguido del 2013, con 19 paros. Y con 17 paros en 2009, 2012 y 2017. La burocracia Celeste y del FUDB se ven obligados a luchar. Y Vidal debe salir a decir que pagaría el bono a docentes, estatales e incluso, jubilados.
Habrá que ver qué se concreta. Pero lo cierto es que el bono es una suma fija, por única vez y en dos cuotas. Peor aún, si pasa como adelanto de futuros aumentos como quiere el PRO. Conflicto que debe profundizarse al querer votar el Presupuesto 2019.
Para eso el gobierno negocia y transa con diputados de Massa, el PJ y legisladores que responden a los intendentes que bancan a Cristina. Para ellos hay ayudas especiales a cada municipio y cargos a cambio de votos por tal o cual candidato. Lo que hace falta es arrancar un aumento del salario que supere la inflación real. Uniendo en la lucha a docentes, estatales, trabajadores del ARS y movimientos sociales. Plata hay. Necesitamos pelear para que vaya a los trabajadores y el pueblo y no a los usureros.
Francisco Torres