8M Paramos el país y el mundo
El 8 de Marzo, día internacional de la mujer trabajadora, hacemos el tercer paro internacional. En la Argentina y otros 70 países salimos a las calles por todos nuestros derechos. Acá lo llamamos paro de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries, porque la ola feminista y disidente es una sola. Vamos también contra el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI. Con la fuerza de nuestra movilización y organizadas vamos a dar vuelta todo. Más temprano que tarde, vamos a tirar al patriarcado junto con el capital.
Aborto legal: consulta popular y respeto a la ILE
Con el poder de la marea verde el año pasado logramos que Diputados apruebe la ley, pero el Senado la rechazó. Ganamos las calles y también el apoyo social. Por eso no podemos esperar al 2020, cuando recién cambie la composición del Congreso y tampoco hay garantías. Porque cada día que pasa seguimos contando muertas por abortos clandestinos y los anti-derechos presionan para que no se cumplan las normas vigentes, como la ILE o la ESI.
En Jujuy y en Tucumán, desde el Estado obligaron a parir a dos niñas que estaban embarazadas producto de violación. Por eso tenemos que seguir luchando por la legalización del aborto, por el respeto al protocolo nacional de ILE, y este año tenemos la oportunidad de exigir que en las PASO de agosto se haga un plebiscito vinculante, como se ganó la ley de aborto en Irlanda, y así seamos nosotres y todo el pueblo quienes decidamos y no los dinosaurios del Senado.
Ni Una Menos: presupuesto ya y ESI obligatoria
Las mujeres y las disidencias sexuales, o mejor dicho toda la sociedad, ya no podemos seguir contabilizando un femicidio o travesticidio por día. A la Ley nacional 26.485 contra la violencia machista Macri le destina menos de un peso por mujer por mes: una verdadera miseria, que demuestra la total ausencia de políticas públicas para combatir realmente la violencia de género.
Por eso exigimos un presupuesto de emergencia para garantizar asistencia jurídica y psicológica gratuita, apertura de casas-refugio, tobilleras electrónicas, programas de inserción laboral y habitacional, entre otros puntos. Y se debe implementar la ESI en todas las escuelas del país, ya que además de la libertad y el placer es vital educar para prevenir el abuso y el embarazo no deseado.
Iglesia y Estado, asuntos separados
Al calor de la lucha por el aborto legal, y el rol que jugaron la Iglesia Católica y sus socias evangélicas, cada vez se cuestiona más a esas instituciones retrógradas, hay más apostasías colectivas y crece la campaña por separar Iglesia y Estado. Aunque se reducirán gradualmente los $ 130 millones en subsidios a sus curas y obispos, el Estado le sigue pagando
$32.000 millones por año para sus colegios. Lo mismo a los otros cultos, que tampoco dan ESI.
El Papa y la Iglesia, que nos acusan de nazis a quienes luchamos por el aborto legal, sigue encubriendo a sus curas pedófilos. La cumbre vaticana no dio ninguna solución. Nuestra propuesta es que quien quiera un colegio religioso, que se lo pague. Y para combatir la pedofilia clerical, prohibir por ley a los curas estar a solas con menores, formar una comisión investigadora independiente y abrir todos los archivos de la Iglesia.
No al ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI
Con la profunda crisis económica y social que estamos viviendo en nuestro país, somos las mujeres, lesbianas, bisexuales, trans, travestis y no binaries a quienes más nos golpea el ajuste de Macri, los gobernadores cómplices y el Fondo Monetario. La brecha de ingresos entre varones y mujeres asciende al 28%, somos quienes estamos más precarizadas en nuestros empleos, a las que primero despiden, las que menos accedemos a los cargos mejor remunerados y encima nos quieren aumentar la edad jubilatoria. ¡Digamos basta!
Junto a los trabajadores, luchamos por dejar de pagar la eterna deuda externa y anular el acuerdo firmado con el FMI. Hay que volcar toda esa plata a otro plan económico, en beneficio del pueblo y del país, para generar empleos genuinos, garantizar la igualdad salarial y todos nuestros derechos laborales y sociales.
Patriarcado y capitalismo, los vamos a tirar
Las desigualdades que genera la opresión patriarcal tienen una clase social que claramente se beneficia: los capitalistas. Por eso a las mujeres nos asignan el trabajo doméstico, las tareas de cuidado, que son gratuitas y cuyo valor supera el 20% del PBI. Es imposible pensar en el capitalismo y patriarcado por separado, porque uno y otro se retroalimentan, son indivisibles. Y por eso todas las instituciones del Estado burgués de una u otra manera sostienen el modelo patriarcal.
Por esta razón de fondo, a diferencia de lo que sostienen sectores reformistas del feminismo, nuestra lucha es política y es en simultáneo contra los dos: contra la opresión machista y contra la explotación capitalista e imperialista. Y como solos no se van a caer, nuestra lucha es para derribar a ambos.
Cele Fierro