Ecos del 34º Encuentro: EN LA PLATA, LA MAREA VERDE

A una semana del Encuentro, los ecos siguen. No es para menos: fue el mayor Encuentro de la historia, pero se agudizaron sus contradicciones. Aportamos al debate nuestras conclusiones y propuestas sobre los desafíos planteados.

Enorme concurrencia. Hablar de 200.000 asistentes nos parece mucho, pero es cierto que pese a la lluvia y el frío el Encuentro fue el más masivo hasta ahora en 34 años. Muchas compañeras y compañeres llegaron el sábado a la tarde o el domingo. La marcha final ocupó unas 30 cuadras, lo que supera las 50.000 personas. Igual cifra totalizan los cerca de mil talleres que funcionaron. Sabiendo que no todas las que asisten al Encuentro van a talleres o marchan, hubo entonces un total de entre 70.000 y 100.000. Es una multitud, como reflejo directo de la persistencia de la ola feminista y disidente. El predominio juvenil fue claro, con muchas compañeras/es organizades y un amplio sector de independientes. A su vez, la población platense mantuvo hacia el Encuentro una actitud solidaria o como mínimo respetuosa. Y a diferencia de Encuentros anteriores no hubo represión, porque la ola feminista y disidente crece y, a la vez, la coyuntura electoral obligó al gobierno a bajar los decibeles.

El freno desde arriba. Con la pujante marea verde contrasta el freno de la Comisión Organizadora (CO), hegemonizada por el PCR y sus socios electorales del PJ, cerrada a todo cambio político y cuyos métodos son cada vez más burocráticos. Si bien la magnitud de la marea verde las obligó a incluir la consigna aborto legal ya en el documento de apertura, la CO clausuró el debate sobre el cambio de nombre que ella misma tuvo que abrir antes del Encuentro y dijo que se haría en los talleres. Que el 14 al final del acto una trans y una originaria dijeran que “el Encuentro es plurinacional y con las disidencias” no nos debe confundir. La CO no cambió nada: “Decidieron que San Luis sea sede del 35 Encuentro, con el mismo nombre y el mismo carácter comprobado en los 34 años, dejando abiertos debates sobre lo plurinacional y la diversidad”[1]. Es que aceptar que los talleres o algún otro método democrático decidieran este tema sería habilitar que así se decida todo, avance al que el PCR se opone.

Una contradicción abierta. Así, se profundizó la crisis de dirección del Encuentro que ya venía desde antes: miles y miles que junto a ir por el aborto legal en su mayoría queremos que sea plurinacional y con las disidencias, versus una CO que se niega a incorporar los cambios de la realidad. Tampoco acepta críticas a la Iglesia Católica, ni en el texto de apertura ni que la marcha pase ante la Catedral, porque son parte del “pacto social” con ella a través de los movimientos sociales “Cayetanos”[2] y del PJ. Es más: con tal de mantener su hegemonía, por primera vez en 34 años de Encuentros la CO hasta impidió con violencia fundamentar las distintas mociones sobre la sede 2020. Esto profundiza grietas ya existentes y abre nuevas, incluso entre sus aliadas del Frente de Todos. El único camino para superar esta crisis y lograr un Encuentro unitario y plural es adoptar mecanismos democráticos para resolver aquellas cuestiones en las que no se logre consenso. Ésa sigue siendo nuestra propuesta.

No a la presión clerical. De una u otra manera, la sumisión de la CO a la Iglesia, los evangélicos y otros sectores antiderechos presiona sobre otras organizaciones. Es el caso de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que lamentablemente aceptó no posicionarse sobre el debate de plurinacional y con las disidencias, no quiso hacer su festival del 13 en Plaza Moreno y tampoco encabezar la columna unitaria de la marcha final para pasar ante la Catedral, como les propusimos y como sí lo hizo en varios Encuentros anteriores. En cada regional de la Campaña hay que debatir el balance del Encuentro y la estrategia para lograr la ley de aborto el año próximo: si se va a ceder a las presiones celestes o se las va a desenmascarar y enfrentar con movilización en común construida en forma democrática. Aunque Alberto Fernández ahora hable de “tender a la legalización”, su línea es despenalizar y luego veremos.

A otro nivel, la presión institucionalista también afectó a Pan y Rosas (PTS), Plenario de Trabajadoras (PO) e Isadora (Izquierda Socialista), con quienes compartimos el FIT-Unidad, que por oportunismo electoral o escepticismo también se negaron a marchar ante la Catedral, como les planteamos, y desviaron sus columnas dos cuadras antes. Es un error político importante, porque son corrientes que se reivindican trotskistas.

La fuerza de Juntas-MST. Es un hecho. Llevamos una delegación de las más grandes del Encuentro, la más combativa y la mayor de toda la izquierda, con militantes y simpatizantes de todo el país. Aun con tormenta el 12 llegamos primeras a la apertura, que se levantó. Intervinimos en muchos talleres, con polémicas y propuestas. Hicimos campaña en apoyo a la lucha en Ecuador. Presentamos nuestro nuevo libro El feminismo en debate: ¿reforma o revolución? en el bonito Pasaje Dardo Rocha. Nos alojamos en escuelas bien ubicadas, donde nuestros compañeros garantizaron la limpieza y buena comida. Y cerramos el día con alta fiesta.

El domingo 13, con Cele Fierro y Vilma Ripoll al frente, nuestro “tetazo” 13 ante la Catedral tuvo un gran eco de prensa. En la marcha final fuimos “la populosa columna del MST”, como reconoció Página 12. Columna en la cual durante un trayecto nos acompañaron Marian Gómez y Rocío Girat. Al ir hacia la Catedral se nos sumaron cientos de pibas.

El 14, otra vez fuimos la mayor delegación al cierre. Durante el Encuentro vendimos cientos de libros y periódicos. Los directivos de las escuelas quedaron muy agradecidos por haberlas dejado en orden. Y respondimos a un ataque a nuestro local, a la insultante nota de la Agencia Nova con una denuncia penal, y, ya de vuelta, a la burda crítica de Carrió.

Este protagonismo nos mostró ante todo el Encuentro como una corriente seria, combativa y ya muchas de las compañeras nuevas que viajaron con nosotres se están integrando a Juntas, Libre Diversidad y al MST, porque la lucha contra este sistema capitalista y patriarcal requiere seguir fortaleciendo este partido revolucionario.

Juntas y a la Izquierda-MST

[1] Hoy (periódico del PCR) Nº 1.787, 16/10/19.

[2] CCC (PCR), CTEP y Barrios de Pie.