Basta de femicidios: ruidazo nacional por refugios ya
Por: Cele Fierro, referente de Juntas y a la Izquierda y el MST en el FIT- Unidad
Un dato que estremece: hubo cinco femicidios en un solo día. Ya hay más femicidios que los días que llevamos en cuarentena. Esto motivó a la acción conjunta en todo el país contra la violencia machista, con un ruizado nacional este lunes 30. Desde Juntas y a la Izquierda y el MST en el FIT-Unidad nos sumamos porque a pesar del aislamiento no nos quedamos calladas y exigimos respuestas urgentes al gobierno y al Estado. Es que a la pandemia del COVID19 se suma una pesadilla: la violencia de género que no descansa. Por eso durante horas fue 1ª tendencia en Twitter #Ruidazo y también logró por momentos un importante alcance #LaIzquierdaReclama acompañada por la propuesta de refugios ya.
Desde que se iniciaron las medidas para disminuir el riesgo de contagio del virus, alertamos que el aislamiento hogareño ponía en riesgo a muchas mujeres víctimas de violencia machista. Los días que transcurrieron lamentablemente nos dan la razón. Antes de la cuarentena ya habían aumentado un 25% las consultas, el primer día en CABA hubo un pico de llamados, pero después sorprendió que bajaron. No llama la atención si una imagina las 24 horas con el violento en la casa. Por lo general las denuncias se logran hacer cuando las mujeres pueden salir o bien es el violento quien sale del hogar, cosa que en este aislamiento obligatorio es imposible o mucho más difícil.
Y como decimos siempre, las víctimas fatales no son un número: son mujeres a las que de una u otra manera abandonó el Estado, en tiempos de encierro. Ellas eran: Pilar Riesco (CABA), Romina Ruiz Díaz (Cañuelas), Susana Melo (Bahía Blanca), Lorena Barreto (Misiones), Lidia Britez (La Pampa), Verónica Soule (Santa Fe), Haydeé Salazar (Bariloche), Claudia Repetto (Mar del Plata), Cristina Iglesias y su hija Ada, (Lanús). En lo que va del año ya superamos los 70 femicidios y travesticidios. Por eso decimos nuevamente ¡Basta!
Hoy el grito Ni Una Menos volvió a resonar fuerte. Desde 2015 se transformó en bandera de lucha, las movilizaciones crecieron, pero los distintos gobiernos siguieron mirando para otro lado. El presupuesto que se destina a combatir la violencia de género y aplicar la Ley 26.485 es testimonial, insuficiente: menos de un peso por cada mujer por mes. Esta situación que denunciamos hoy recrudece, en el marco de la crisis social y sanitaria que sacó a la luz el coronavirus. La falta de política pública real contra la violencia de género queda al descubierto.
La única medida real del gobierno nacional fue ampliar la atención en la línea 144, ya de por sí insuficiente. Es un servicio cuyas trabajadoras están precarizadas, que está completamente congestionado y no dan a basto para derivar las consultas hacia respuestas efectivas. Y el nuevo Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad mantiene el mismo mísero presupuesto que tenía Macri para atender la violencia de género, lo cual ante la pandemia es directamente irresponsable.
Como en estos casos la permanencia en el hogar es el factor de riesgo, ahora se difundió la iniciativa de “barbijo rojo” para que vía las farmacias se pueda denunciar. Si bien todas las herramientas para lograr salir del círculo de la violencia son válidas, otra vez se pone el centro en la responsabilidad individual de la mujer. A su vez se pone responsabilidad en les trabajadores de farmacia para evaluar la gravedad de la denuncia. Y yo me pregunto: ¿a dónde va aquella mujer e hijes que hacen la denuncia si no hay casas-refugio suficientes? ¿Se les condena entonces a volver con el violento, a riesgo de su vida?
Es por esto que decimos con claridad que el Estado es responsable, en este caso por omisión. Y exigimos al gobierno nacional y a los gobernadores un aumento real e inmediato del presupuesto contra la violencia de género ya, apertura inmediata de casas-refugio, contención psicológica y subsidios para las víctimas, celeridad en el tratamiento de las denuncias, retiro y detención inmediata del agresor del hogar, adhesión y aplicación efectiva en todo el país de la ESI. Nos están matando, no podemos esperar más.