Los esenciales del Hospital Durand
Tras el fallecimiento de Julio Gutiérrez, el foco se colocó sobre el Hospital Durand. Una semana después, un nuevo fallo favorable al amparo que presentamos desde el CADHU (abogadas del MST) junto a activistas del hospital, ratificó que el Gobierno incumple con la protección de los y las trabajadoras. Para conocer en profundidad las condiciones en las que se está trabajando en el Hospital Durand, desde Alternativa Salud entrevistamos al compañero Mario Acosta, enfermero de recuperación cardiovascular, y a Viviana Gularte, enfermera e impulsora del amparo en el Hospital.
¿Mario, qué hizo el Gobierno para adaptar el Hospital frente al COVID?
El Gobierno destinó dos salas del 2do piso para atender a los pacientes ambulatorios y una sala de terapia intermedia, para quienes necesitan asistencia respiratoria mecánica, de alrededor de 13 camas. Hace aproximadamente 15 días, vieron que no iba a alcanzar, entonces habilitaron 4 camas de terapia intensiva. El lunes pasado empezaron a usar las camas que tenemos nosotros en el 7mo piso, que es para recuperación cardiovascular. Con estas camas, están contando en total con 21 camas de terapia intensiva e intermedia.
¿Y esto alcanza? ¿Esta ocupación de camas afecta al resto de los servicios del Hospital?
Uno de los problemas es que la capacidad de oxigeno central y de aire comprimido, no da abasto si se llegaran a usar más de 15 respiradores. Es lo que está pasando, ya colapsa. Estas cosas lamentablemente no las tuvieron en cuenta, no fueron capaces de poner compresores más grandes o un tubo de oxigeno central más grande.
El Hospital dentro de todo funciona, porque los trabajadores ponen el pecho. Pero esto no se ve reflejado en la Dirección, que trabaja por órdenes del Ministerio, que no es capaz de denegar ciertas órdenes de ocupar todas las camas. No le interesa, habilita cualquier lugar para COVID19, cuando no debería ser así. Se olvidaron de las demás patologías.
¿Había otra alternativa para no afectar la atención de las demás patologías?
Tuvieron 90 días para organizar. Había una propuesta que era habilitar el Pabellón Romano (ex Hospital Naval) para destinar a todos los enfermos de COVID. Pero decían que era inviable, que el Gobierno no iba a poner un mango. Y hoy en día, tarde, están ocupando un piso del Pabellón Romano para COVID. Pero ahí tranquilamente podría haber una Terapia de 20 camas, pero no lo quisieron hacer hace 90 días.
A esto se suma lo cotidiano. La ropa sucia y los residuos bajan por el ascensor y pasean por todo el Hospital. La tercerización de la limpieza hace que no se limpie como es debido. Acá deberían haber 224 agentes (que es lo que había cuando en los 90 se privatizó) ahora sólo trabajan 70. Imagínense lo que pueden limpiar 70 trabajadores distribuidos entre los distintos turnos en todo el Hospital. No está habiendo la higiene que corresponde. Menos el lavado de la ropa de los enfermeros que atienden COVID. Lamentablemente estamos con esta situación.
Viviana, comentanos un poco cómo se está trabajando en el Hospital
En nuestro Hospital las medidas que se toman no están protocolizadas. Cada servicio tiene su propio criterio, hay servicios que tienen su propio protocolo, no está unificada la información. No hay un control y seguimiento de los casos, ni del personal, ni de la población que está internada en el Hospital y muchísimo menos de las medidas que se toman… eso demuestra que hay un mal manejo de toda esta situación.
¿Y en cuanto a los EPP?
Lo que sabemos todos: para adquirirlos se supone que tenés que ser personal que atiende pacientes COVID positivo. Pero como no se cumplen con los protocolos de testear a los pacientes, a veces te encontrás con situaciones en que se atienden pacientes que después resultan ser positivos en servicios donde no están destinados a la atención de pacientes COVID19. Y como el personal se supone que no va a atender pacientes COVID19, no se le proporciona los equipos de protección personal en cantidad y en calidad.
A los servicios que están destinados a COVID19 se les dan algunos equipos de protección pero no están disponibles en cantidad, en calidad adecuada a los requerimientos de los servicios. Hay que acceder a estos equipos de protección personal a través de procesos burocráticos llenando planillas, con firmas, hasta llegan a pedir que las autoridades manden correos electrónicos para conseguir un termómetro, un camisolín etc. Y situaciones aberrantes, donde todo eso se transforma en un retraso a la hora de atender al paciente y un nivel de exposición del personal de salud.
Con el patrocinio del CADHU ustedes presentaron un amparo ¿Nos podés explicar el alcance del amparo?
El Hospital Durand fue uno de los hospitales de la CABA en que se ha presentado, sé que hay muchos hospitales, pero también es verdad que el amparo del Hospital Durand es como un capítulo aparte. Porque en un principio se acotaba a reclamar los EPP, tanto al Gobierno de la Ciudad como a la ART Provincia, que es la que nos corresponde por ser trabajadores municipales. Y después nosotros en el Hospital Durand, en el mismo expediente, hemos presentado denuncias ampliándolo, lo que hizo que se presentaran varias situaciones de reclamos. Ya no era sólo el reclamo de EPP en cantidad y calidad, sino que también, como se estaban dando contagios entre el personal de enfermería, y en realidad el personal de salud todo, se agregó la solicitud de testeos. Porque en un principio los testeos que se habían ordenado, como no se habían aclarado en el fallo, se hacían a través de una técnica indirecta de detección de anticuerpos, lo que determinaba que el organismo del huésped había tomado contacto o no con el virus, pero era un método inespecífico. Luego de que nosotros aclaramos en el expediente que el test adecuado no era ese, sino que era un test de detección directa donde se detecta la partícula viral directamente en el organismo del huésped, el fallo judicial ordenó que nos tenían que hacer los dos testeos. A eso se le sumaron también, denuncias en relación a la infraestructura del Hospital, donde no se cumplían tampoco con las condiciones de seguridad para el personal ni para los pacientes, no estaban bien definidas las áreas de circulación contaminadas de las no contaminadas, y muchas cuestiones muy específicas que hacen a la seguridad del trabajador y de los pacientes.
¿Y cómo actuó el Gobierno ante estas presentaciones?
Estas denuncias que nosotros presentamos siempre fueron apeladas por el Gobierno, éste siempre tuvo una actitud de desoír todos nuestros reclamos, negándose, diciendo que ellos nos proporcionaban todos los elementos, que los protocolos se cumplían, que los testeos no eran necesarios. Lo que terminó pasando es que la justicia decidió dar intervención al Cuerpo Médico Forense, que son especialistas, y el Cuerpo Médico Forense fue al hospital y corroboró que todas las denuncias que nosotros estábamos plasmando en nuestro expediente eran verdaderas. Hicieron su informe y en base a eso la jueza de la causa decidió dar sentencia el jueves pasado, dando lugar a todos nuestros reclamos y obligando al Gobierno de la Ciudad y a la ART a proveernos de los EPP, y al Gobierno de la Ciudad lo obliga a hacernos los dos testeos de detección, tanto de anticuerpos como de partículas virales para establecer la situación del personal que estamos altamente expuestos. También los obliga a garantizar la seguridad ambiental en el trabajo, y si no cumplen con esto, les fijó una multa diaria de $10000. Así que esto para nosotros, enfermería, representa un logro enorme, porque esto significa que han sido oídos nuestros reclamos. Y una vez más esto deja relucir que nosotros somos profesionales, y que desde el lugar en el que nos paramos, de los reclamos, desde el profesionalismo que tenemos, no es nada más un reclamo en cuanto a nuestra seguridad, sino también para la seguridad de todas las personas de nuestra comunidad. Así que me parece que esto es algo muy positivo.