Scioli y Bolsonaro un reencuentro que desnuda al gobierno
Luego de su patética y turbia asunción como embajador en Brasil, Scioli vuelve a ser noticia. En su reunión con Bolsonaro compartieron agendas con ansias de profundizar negocios capitalistas referidos a la agroindustria, lo que significa para los dos países profundizar el extractivismo brutal que está desolando el Amazonas y las tierras de nuestro país. Por supuesto de la catástrofe que lleva a cabo por su negacionismo al Covid-19, ni una palabra.
La relación que comenzó algo “tensa” entre Alberto Fernández y Jair Bolsonaro, parece ir tomando color de amistad. Un resultado obvio luego de que, hechas públicas las primeras asperezas, el presidente argentino mandó un plantel dedicado a mejorar su relación bilateral con quien parte de la base de su propio gobierno define como “fascista”. Felipe Solá como canciller, Sergio Massa de manera extraoficial y ahora Scioli, son los personajes designado por Alberto para mantener trato con su par brasileño.
Scioli, quien festejó y alentó en su momento las reformas llevadas a cabo por Bolsonaro, visitó a este en el Palacio del Planalto. Digno de una escena cuasi romántica de bajo nivel, el presidente brasileño, según trascendidos de la prensa, dijo que “de corazón quiere lo mejor para Argentina y que “ambos países van a trabajar juntos”. Nada bueno se puede esperar de un personaje que, producto de su negacionismo a la pandemia del Covid-19 registra en Brasil cifras récord de 3,5 millones de casos de coronavirus y 111.100 fallecidos.
Como se resalta en una entrevista que le realizaron, Scioli fue a profundizar “la prioridad de la presidencia argentina” , acuerdos referidos al agronegocio. Con la excusa, obviamente falsa, de la creación de nuevos puestos de trabajos e ingresos propicios para el desarrollo del país, el embajador argentino continuará su agenda con el canciller Ernesto Araújo y la ministra de Agricultura Tereza Cristina, de Brasil, para concretar las licencias de exportación. A este tramo de negociaciones se va a sumar Axel Kicillof y posteriormente más gobernadores del país. Además cabe resaltar que las conversaciones bilaterales también estuvieron marcadas por charlas referidas al comercio de autopartes y cuestiones que exceden lo comercial, como futuras exploraciones de acuerdos energéticos, entre ellos uno sobre energía nuclear.
Los negocios capitalistas, la planificación de un encuentro de pares entre presidentes, son todos elementos que aporta el gobierno del Frente de Todos para alimentar la alicaída imagen de Bolsonaro. Las relaciones con personajes ultraderechistas como éste, no dan esperanza alguna. Menos con alguien que desde que asumió lo único que intentó fue disciplinar a las masas trabajadoras para garantizar ganancias a los empresarios nacionales y extranjeros.
Estos encuentros sólo aclaran el panorama. Reafirman la matriz productiva que impulsa el gobierno de Fernández para hacerse de dólares en pos de pagar la deuda externa. Y demuestra que, entre los integrantes del Grupo de Lima y el Grupo Puebla, las diferencias, cada vez más, sólo se encuentran en sus nombres.
Daniel Scioli: “Para la Argentina cualquier desencuentro con Brasil quedó en el pasado”
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