Paro y acampe. La Plaza de Mayo se vistió de enfermería

Luego del Acampe en la Plaza y a dos meses de iniciado el conflicto por el reconocimiento profesional, salarial y laboral; analizamos las acciones de lucha realizadas y proponemos un plan de lucha que permita continuar nuestra pelea.

Escriben: Andrea Ramírez y Carolina Cáceres

Cuatro marchas. Dos acampes. Dos escraches con caravana. Varias asambleas virtuales y presenciales. Una protesta contra el despido de un compañero en la Sardá. Este 2020 demostramos de lo que somos capaces y pusimos nuestro reclamo en el centro de la escena nacional.

El gobierno porteño ante todo esto, solo dio dos respuestas, ambas sin recibirnos: 1) la represión del 21/09 en la Legislatura. 2) El rechazo de Quirós al pase a la carrera en los medios, con el argumento de que no van a dividir, separar a la Licenciatura de los otros tramos y que por ello lo mejor era dejar todo como está.

Ante esta negativa, decidimos subir la apuesta y hacer la movilización y acampe en la Plaza que vio todo el país, en coordinación con todos los sectores que quieren seguir la lucha hasta el final.

Balance del 20 y 21

El Paro, la movilización y acampe del 20 y 21 creemos que reflejan lo positivo que resulta coordinar ampliamente. Ninguna de las fuerzas convocantes podría por sí sola realizar con éxito una medida de estas características y, por ello, consideramos un acierto muy importante la política de la ALE durante todo el conflicto de intentar articular lo máximo posible. No hay forma de ganar esta lucha si no es con la unidad, dado que nadie posee la hegemonía del colectivo de enfermería.

Es por ello que el acto fue una vez más con micrófono abierto, donde todos los que pidieron la palabra hablaron. Y obviamente dieron un discurso en primer lugar los gremios y sectores que se pusieron al hombro de forma militante los gastos de semejante acción de lucha, como la ALE o hospitales con asambleas de base, como el Gutiérrez y el Fernández.
También participaron delegaciones de CICOP y de colectivos autoconvocados de provincia de Buenos Aires, como lxs compañerxs del San Martín y otros establecimientos de La Plata. Nos acompañaron, como siempre, las luchadoras de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan, que establecimos un lazo de solidaridad en cada acción de lucha que realizamos. Y estuvieron presentes la AGIHM, AMdeBA y otros gremios de la Mesa de Salud del AMBA, y muchas más organizaciones.

Luego del acto hubo números musicales, baile y acampe. Con un cierre muy emotivo al día siguiente, con las palabras de las familias de las/os compañerxs fallecidos y la suelta de globos negros en homenaje a lxs caídxs. Tuvimos amplia cobertura mediática de todo el país y medios internacionales, amplificando la visibilidad de nuestro reclamo.

Desde la coordinación hicimos los mayores esfuerzos unitarios y de articulación. Si bien participaron, una vez más el rol de las distintas vertientes de ATE dejó bastante que desear. La dirección Verde Blanca de ATE Capital no llamó a parar ni se jugó por la movilización. La Verde de Capital participó de toda la movilización y llamó al paro, pero no se integró a fondo al proceso. Sigue sin reconocer el carácter antiburocrático que recorre a este movimiento y es evidente que le cuesta ser parte de iniciativas que no controla o cuando no tiene el protagonismo principal. No asume su propia debilidad para integrarse con humildad a un nuevo fenómeno.

Párrafo aparte merece la agrupación política La Interhospitalaria que activa en este proceso, que convocó a un acampe dos días antes sin poder sostenerlo ni siquiera unas horas, por la escasa participación de compañerxs. Su política de acciones descolgadas, divisionistas, y que, con el método de la intriga y el confusionismo, fue quedando al margen del proceso, debilitada: y excluyéndose de la coordinación.

Cabe destacar que la reunión anunciada el 21/10 por algunas organizaciones como el SITRE y otras con Alberto Fernández, se frustró, por motivos de agenda se dijo. Por otra parte, desde la coordinación presentamos una carta, con el pliego de reclamos, exigiendo reunirnos con los ministros de salud de CABA, Provincia y Nación, dado que también luchamos por un reconocimiento salarial para la enfermería de todo el país.
Creemos que la expectativa que tienen muchxs compañerxs en esa reunión es válida pero no depositamos confianza alguna. Alberto y Ginés son los que firmaron junto a UPCN el aumento miserable del 7% para todos los hospitales nacionales; y por ello nuestra postura es firme: seguir la lucha por el reconocimiento salarial, profesional y laboral para toda la enfermería del país.

Un gremio que crece y se planta: la ALE

La ALE no fue solo artífice junto con los otros sectores gremiales de las acciones que mencionamos. En la Maternidad Sardá, los últimos meses luego de haber recibido diferentes aprietes y amenazas, cesantearon a un compañero afiliado a la ALE por adherirse a uno de los paros. Este intento de despido, único en toda la CABA por tratarse de un enfermero en plena pandemia, logró ser derrotado con la movilización y lucha de la ALE.

Este 24/11 nos movilizamos con fuerza a la Maternidad y con el apoyo de compañerxs de otros hospitales y lxs afiliadxs del lugar, las autoridades tuvieron que dar marcha atrás. ¡Retrocedieron tanto que confirmaron que el compañero podía volver a trabajar el mismo día!

Es una muestra de lo que podemos ser capaces con organización, democracia de base y lucha. Y por eso llamamos a fortalecer y potenciar la ALE con cientos de afiliaciones.

Nuestro modelo y cómo la seguimos

El cansancio de tantas semanas de lucha y la ausencia de respuesta del GCBA lógicamente plantean dudas sobre los caminos a seguir. Nosotros tenemos una propuesta clara: no frenar hasta conquistar lo nuestro, decidiendo todo democráticamente. Por ello convocamos una nueva asamblea abierta desde la ALE este 26/11.

Esta propuesta es la que llevamos adelante desde Alternativa Salud y la Agrupación Bordó para todo el colectivo de Enfermería y es la que llevamos a todos los gremios donde hay compañerxs simpatizantes o militantes de nuestro colectivo. Democracia sindical, independencia de los gobiernos, perspectiva de género y luchar consecuentemente.

Este modelo es lo opuesto a lo que hacen todos los días los sindicatos tradicionales como SUTECBA o UPCN. Ellos odian la democracia sindical, no hacen asambleas, no consultan nada y deciden entre cuatro paredes. Son cómplices y aliados de los gobiernos de turno a cambio de prebendas. No respetan la perspectiva de género y, en general, sus representantes son hombres incluso en el sector salud, donde somos mayoría las mujeres. Y obviamente no luchan, más bien buscan la forma de desmovilizar. Este es el modelo del sindicalismo tradicional que buscamos desterrar y que tanto daño le hace a la Enfermería.

En las semanas que se vienen tenemos paradas importantes que tenemos que discutir en asamblea cómo abordarlas. A mediados de diciembre es el cierre de las sesiones Legislativas, donde Larreta cierra el año y pretende aprobar todo un paquete de leyes privatistas. Es una buena chance para poder llevar nuestro reclamo por el Pase.

También muchxs compañerxs plantean la necesidad de cortar y acampar en la 9 de julio previo a las fiestas, para hacer una última demostración de nuestra fuerza antes de que termine el año, que nos escuchen y reciban de una buena vez.

A su vez, es necesario coordinar con todo el equipo de salud acciones de lucha conjuntas, dado que existe una bronca gigante por el cierre de la paritaria a la baja, que Médicos Municipales intenta disimular. El colectivo de Enfermería tiene que pronunciarse en contra de la paritaria a la baja en salud de la CABA y también pedirle a todo el equipo de salud que acompañe con fuerza nuestro reclamo del pase a la carrera. Este jueves 26/11 nos movilizaremos a la Jefatura de Gobierno en este sentido.

Cerremos el año de la mejor manera, en la calle defendiendo nuestros derechos. No hay nada que nos diga que es imposible. Por eso, hagamos posible lo necesario.