Córdoba. Luciana al Congreso para renovar la izquierda
Escribe: Viki Caldera
En nuestra provincia la crisis sanitaria y la crisis económica se combinan en un cóctel social explosivo. Producto de las medidas absolutamente irresponsables del gobierno tuvimos records de 5.943 contagios en un día, las muertes también se dispararon llegando a 94 fallecimientos el 24 de junio: una tragedia. Las víctimas son cada vez más jóvenes y en muchos casos sin comorbilidades, porque conseguir una cama o un respirador se convirtió en una misión imposible en nuestra provincia.
A esto se suma el crecimiento incesante de la pobreza, que afecta a más del 40% de la población, la desocupación del 14,8% (la más alta del país), el trabajo precarizado que se multiplica fomentado por el gobierno: contratos basuras, monotributos y otras modalidades en negro son utilizadas permanentemente por Schiaretti, incluso para contratar al personal que está en los centros de testeos y vacunatorios. Ni hablar de los trabajadores esenciales de la salud y la educación, que son maltratados y cobran miserias.
Mientras, para los empresarios los beneficios son innumerables: las empresas de tecnología, que ganaron millones en la pandemia y precarizan a la juventud; los desarrollistas inmobiliarios que explotan los cerros y prenden fuego nuestro monte; los grandes sojeros que acumulan riquezas; los empresarios del transporte, que exponen a sus trabajadores y nos hacen viajar apilados en los colectivos: todos ellos son premiados con subsidios, exenciones y demás estímulos impositivos, mientras para los de abajo hay menos que migajas.
Una campaña en pandemia
Mientras la provincia agoniza, el PJ cordobés está desesperado por hacer una elección digna y puso a todo el gabinete en modo electoral aunque no tienen ninguna figura que entusiasme demasiado y mucho menos algún logro que mostrar. El Frente de Todos, después de muchas vueltas, parece haber resuelto ir por fuera del PJ cordobés, igual nunca estuvo más claro que el problema es de cargos y no de proyecto, porque en la legislatura funcionan como un bloque único y votaron todo con el schiarettismo, hasta la vergonzosa reforma jubilatoria. Además, en 2019 llamaron a votar por Schiaretti a gobernador y en los trazos gruesos bancan este modelo de ajuste y endeudamiento cordobesista.
Por el lado de la derecha el frente también está complicado, la interna de Juntos por el Cambio está encendida, ya hay por lo menos tres listas en carrera y una decena de candidaturas en danza. Lo que está claro es que se pelean para ver cuál tiene el perfil más corrido a la derecha para pelearle los votos a Schiaretti con el que comparten, no sólo votantes, sino el proyecto de provincia.
La salida es por izquierda
Frente a esa competencia por ver quién es más de derecha y quién defiende mejor los intereses de los empresarios, la izquierda es la única que plantea de verdad un proyecto alternativo que da respuesta a las necesidades más sentidas por los cordobeses. Por eso es tan imperioso seguir uniéndonos y superar las prácticas dogmáticas y sectarias que muchas veces nos impiden avanzar. Un gran reflejo de esa necesidad es la enorme simpatía que cosecha entre las y los cordobeses nuestra campaña por una gran interna de toda la izquierda.
Desde el MST, como integrantes del FIT Unidad, impulsamos la necesaria renovación y ampliación de la unidad de la izquierda. Salimos a enfrentar este gran desafío con una lista de lujo para las PASO, que será encabezada por nuestra legisladora Luciana Echevarría, quien será acompañada por nuestro compañero Raúl Gómez, vice decano de la Facultad de Psicología, por Gastón Vacchiani, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Salud y por nuestra compañera Maru Acosta, importante referente feminista.
En esta pandemia hemos acompañado cada lucha y construido propuestas alternativas junto a la docencia, al personal de salud y a otros sectores en conflicto. Con la iniciativa Banca Abierta hemos llegado a todos los rincones de la provincia y llevado las voces de los de abajo a la Legislatura, demostrando que hay otra forma de hacer política, opuesta a la de los partidos tradicionales.
Esta izquierda, renovada, joven y con propuestas tiene que plantarse en el Congreso.