Debates en torno a la unidad de acción: La reunión con Moyano potencia el paro
Sin lugar a dudas la visita de Moyano y la plana mayor de la CGT a la sede de nuestra central, reunión en la cual participé como parte de la mesa nacional, ha sido un hecho de gran importancia política. Esta valoración obedece a varias razones.
En primer lugar porque, más allá de las profundas diferencias, se articuló un programa común y, si bien la CGT no se avino al paro conjunto, sumó a Camioneros a la marcha lo cual fortalece la acción y a su vez coloca la posibilidad de la confluencia con otros sectores de trabajadores. Este sólo hecho, para los que ponemos un centro en la movilización y queremos enfrentar de verdad al gobierno y su ajuste, es un gran paso adelante. Pero también porque es la primera vez que la CGT reconoce fácticamente a la CTA en un país donde el imperio del unicato y el viejo modelo sindical es defendido por el gobierno, la oposición basada en los viejos partidos, las patronales y toda la vieja burocracia. Modelo que presenta grandes grietas, cuestionado desde abajo por el hartazgo de miles y miles de trabajadores y una nueva camada de activistas y dirigentes de base que despuntan en las luchas. Y que ha generado una gran división en la losa burocrática que representa la vieja dirigencia. Un signo de los tiempos que vienen.
Pero también ha traído debate en una franja de luchadores y en algunos sectores de la propia CTA. Basados en una lógica desconfianza hacia dirigentes como Moyano, que han estado largo tiempo con el gobierno y defienden el viejo modelo sindical, se niegan a toda táctica unitaria y, por esa vía, debilitan la movilización. Influidos muchas veces por argumentos de dirigentes afines al gobierno y sectores sectarios, que siembran confusión y fomentan políticas divisionistas.
Nosotros creemos que las tácticas unitarias son necesarias para impulsar la movilización en primer lugar, pero también en función de construir la nueva dirección que se necesita, en función de que los trabajadores vayan sacando conclusiones al ver en la acción a los dirigentes en los que todavía confía.
Por eso, si el programa responde a las necesidades de los trabajadores (salario mínimo, asignaciones sin tope, impuesto al salario), si fortalece la movilización (reventar la Plaza nos pone más cerca de torcerle el brazo a Cristina) y si se mantiene la independencia política y organizativa, la unidad de acción es correcta.
En este caso, la CTA sale fortalecida porque hace meses que viene llamando a Moyano. Apenas éste rompió con el gobierno y mucho más cuando se negó a convalidar la última parodia del consejo del salario, la CTA insistió en sumar esfuerzos por un programa común.
Si el paro sale más extendido, las movilizaciones amplificadas y si la Plaza de Mayo le da continuidad y aún supera a los paros del 8 y del 27 de junio, estamos más cerca de torcerle el brazo a Cristina y lograr derrotarla en puntos que atañen a conquistas fundamentales de la clase obrera.
Guillermo Pacagnini