Contra el ajuste del gobierno. Sigue el plan de lucha piquetero
La inflación es como subir una montaña con ojotas, muy difícil de sobrellevar para los barrios y sectores populares. Por eso desde el MST Teresa Vive y la Unidad Pïquetera, le damos una vuelta de tuerca al plan de lucha en unidad para fortalecer la movilización.
Escribe: Mónica Sulle, Coordinadora del MST Teresa Vive
Cuando la canasta básica alimentaria para la indigencia aumentó un 120,1% anual y la de la pobreza un 113,2%; cuando un paquete de fideos aumentó un 152,9%, el aceite un 186%, huevos un 152,8% y ni que hablar de la carne en un país agro-ganadero como el nuestro, podés darte cuenta de que no es psicológica la inflación, sino que atenta contra la economía de los que menos tienen. Los que no poseen el recurso del trabajo genuino y un salario acorde a la canasta familiar, sino la changa que es temporaria y precarizada.
En esta misma situación se hace más urgente la asistencia integral a los comedores que no llega, algo que sólo tiene como respuesta excusas de un gobierno que dirige mal el país. Hablan de que hay asistencia, pero si esta no se hace efectiva es complicado rebatir el hambre y la miseria que azota cada vez más a nuestros hogares.
¡Aducen que no les venden! Que se volvieron atrás las compras. Son gobierno y tienen leyes para aplicar, pero castigar es una acción que sólo llevan a cabo contra los pobres.
El potenciar trabajo es de un monto de 40 mil pesos, cuando sacamos la cuenta de para qué nos alcanza este salario de indigencia, en una familia tipo alcanza para 10 comidas en el mes. Te dicen que la tarjeta alimentar y la AUH son 32 mil pesos más, 8 comidas más, o sea que con eso podes comer 18 almuerzos o cenas, lo que vos elijas, y no hablemos de alquiler, higiene, ropa, remedios, etc. Y, por supuesto, que los magros aumentos no llegan a alcanzar los saltos de la inflación. En este marco, mes a mes, siguen dando bajas del potenciar. Sin trabajo y sin programa social, crean una combinación explosiva.
En recorridas con periodistas que buscan sus notas en los comedores, se nota la tristeza por este futuro incierto, hacia dónde va a parar y con qué paramos la olla. Llega hasta el llanto y eso que no se veía hoy, es parte de lo que se recoge en las entrevistas. Nosotres lo vemos y sufrimos diariamente. La realidad golpea, genera bronca y mucha.
Te preguntas por qué, si tenemos un país tan rico en todo (en ganado, en agricultura, en minerales, en agua), sale todo tan caro para nosotros, y te respondes, a la vez, porque se lo llevan los de afuera, los que ganan mucho, las grandes corporaciones a las cuales ni controlan ni los gobiernos ni la eximia justicia que sí nos controla a nosotros, revisando nuestra situación en la AFIP y en los bancos, buscando grandes fortunas donde no las hay. Nos persiguen como a delincuentes, pero a los narcos los dejan que sigan en los barrios siendo cómplices con la policía, la justicia, los gobiernos, que nos van ganando a los pibes porque no ven futuro. Dos lucas por día vale su vida, que para este sistema no vale nada, para ellos es mucho. Es ahí donde se ve un futuro sin propuestas, la falta de políticas sociales que nos permitan pelearles a los narcos esa juventud.
La crisis es arrasadora en las barriadas populares, donde conviven los que tienen trabajo, los precarizados y los vulnerables. Todos estamos mal, pero los desocupados la pasamos mucho peor.
¿Qué hacen quienes nos gobiernan?
Hay una frase que lo demuestra: “el ajuste no pasa sin represión”. En las diferentes provincias, empezando por Jujuy, el año pasado, por luchar y reclamar alimentos arrestaron y armaron causas a luchadores sociales. A esa política la enfrentamos desde la Unidad piquetera, viajando a Jujuy los dirigentes nacionales, movilizando y exigiendo la libertad de nuestros compañeros.
También Mendoza fue escenario de esta consigna. Encarcelaron luchadores cambiando las leyes para que se apliquen códigos contravencionales que reestableció Cornejo, castiga a quien prohíbe el normal funcionamiento de la circulación de vehículos y transporte en la provincia. Lo ponen como delito, aplicando la ley de la reiterancia. Eso significa que si vos luchaste varias veces como solemos hacer, el fiscal puede retenerte para averiguar tus antecedentes, entre otros atropellos al derecho a luchar y una ofensiva antidemocrática para hacer pasar el ajuste.
Lo mismo que quieren hacer en Córdoba con una rapidez absoluta ante un pedido de comerciantes que hicieron un habeas corpus, que en un momento pudo reunir rápidamente a la justicia y la policía para imputarnos compañeros.
En San juan quieren aplicar lo mismo. Esto demuestra que acá no hay grieta, los distintos gobiernos, los que responden al oficialismo y a la oposición, aplican la misma receta. Nos persiguen a los que luchamos cuando fueron ellos los que nos sumergieron en esta crisis económica y social.
Todos miran para otro lado en cuanto al principal derecho humano que tenemos, que es poder acceder a la alimentación, a un trabajo digno, a una vivienda. Para eso el constitucionalismo queda olvidado en un cajón.
Ajustan a los más pobres y vulnerables, mientras sostienen privilegios y prebendas a los ricos
Desde agosto del 2022 el Fondo le exigió a Massa ajustar los potenciar, a los jubilados, sacar los subsidios y hacer un recorte en el Estado. En diciembre empezaron con una ofensiva desde la justicia con el fiscal Marijuan y el tan cuestionado juez amigo de Lewis, el señor Ercolini.
En esa ofensiva nos dieron de baja 20.000 compañeros, pero luego tuvieron que restituirles el programa por falta de veracidad. Sin embargo, como el Fondo dijo hay que bajar el gasto social, fueron por más: 400 mil bajas era el objetivo. Pasaron las validaciones, con las que aprovecharon para criminalizar. Por supuesto, el objetivo mayor era el que expresó la vicepresidenta Cristina Kirchner en Avellaneda, cuando dijo que los programas debían volver a ser manejados por los intendentes. Los mismos intendentes que usaban los programas sociales sin discreción para comprar voluntades. Quieren avanzar con algo y es sacarnos del medio a las organizaciones, para que esté desorganizada la gente, para que pase más fácilmente el ajuste.
La crisis golpea y ahí no hay grieta
El ajuste, la pobreza y el hambre son transversales. Toca a todos en los barrios, por eso es que las organizaciones oficialistas que no salían a luchar contra eso, hoy se ven obligadas a hacerlo. Es un abanico muy grande que comienza con la UTEP y sigue por varias organizaciones sociales que están sintiendo el fuerte impacto de la crisis, la inflación y la pobreza.
Este jueves 18 de Mayo en un marco de unidad en la acción, iremos todos al ministerio de Desarrollo a expresar nuestras exigencias, porque el hambre no espera y también es un crimen. Ellos plantean que hay emergencia alimentaria, nosotros somos conscientes de que para enfrentar eso es necesario más que nunca discutir la soberanía alimentaria: qué se produce, qué se vende y qué debería quedar en el país en vez de reprimarizar los recursos. También para poder definir precios y no sufrir los remarques constantes de las grandes cadenas alimenticias.
Porque el salario no alcanza, es necesario discutir un aumento o bono para paliar la crisis y la inflación. Pero también hacer lo que todas las fuerzas prometen, transformar los programas sociales en trabajo, pero trabajo genuino. Nuestros proyectos presentados para tal motivo descansan en un cajón. Así sólo se pasan en palabras, mientras no nos dan trabajo, la precarización crece, la desigualdad cada vez es más aguda y duele. Prometen herramientas, pero nunca llegan.
La crisis azota fuerte a todes en los barrios, por eso se hace más necesaria que nunca la unidad en la lucha y en la calle
Este es un paso muy importante, poder unificar la lucha por nuestras reivindicaciones. La misma será un hecho político impresionante, porque seremos miles expresando una postal de la miseria que no es psicológica, sino real y concreta.
Avanzamos y rompimos el cerco de la división y priorizamos la unidad en la lucha, ahora es necesario hacer otro debate con las organizaciones de la UTEP. La contradicción que tienen es entre este enfrentamiento por las necesidades de los trabajadores de la economía popular y que, aún, continúan en el mismo frente político que aplica el ajuste. Vamos a seguir impulsando la mayor unidad en la acción en defensa de nuestras conquistas. Pero para derrotar el ajuste se necesita un paso más. Para derrotar esta economía de guerra contra los sectores populares, tienen que llevar este debate al terreno político y romper con el Frente de Todos, ya que en lo concreto es ese frente en el gobierno el que aplica y lleva adelante los planes del FMI.
Como lo venimos haciendo desde el MST Teresa Vive, además de llamar a movilizar, instamos a organizarnos políticamente en el MST en el FIT-Unidad, construyendo una herramienta política propia de la clase, con un programa anticapitalista y socialista, que ponga fin a la descarga de la crisis sobre nuestras espaldas.