Reportaje a dirigente de La Lucha Cachemira: movilizaciones de masas y crecimiento de la izquierda revolucionaria
Entrevista con el compañero Haris Qadeer, periodista de Jammu y Cachemira ocupada por Pakistán y miembro de la dirección nacional de The Struggle, sección de la LIS en Pakistán. Esta nota fue publicada originalmente en el sitio web de la Liga Internacional Socialista el pasado 7 de marzo(1).
Cuéntanos del actual movimiento que sacude Jammu y Cachemira.
Tal vez por primera vez en la historia, especialmente en Jammu y Cachemira ocupada por Pakistán, ha estallado un movimiento con base clasista, y eso es muy importante. En el pasado, el movimiento se ha centrado en la liberación de Jammu y Cachemira ocupada por India. Ahora el centro de atención se ha desplazado; hay un gran movimiento en Jammu y Cachemira ocupada por Pakistán y el pueblo ha salido particularmente en reclamo del derecho sobre sus recursos.
Cuando India revocó el estatus especial de Cachemira el 5 de agosto de 2019, hubo un estallido masivo en Jammu y Cachemira ocupada por Pakistán por la liberación de Jammu y Cachemira ocupada por India. Pero ese movimiento se desintegró rápidamente y no pudo avanzar. El movimiento actual estalló el 9 de mayo de 2023 contra los aumentos de los precios de la harina y las facturas de la electricidad, y el pueblo se ha mantenido movilizado desde entonces.
En los últimos seis meses, las masas se han negado a pagar sus facturas de electricidad y llevado adelante reiteradas movilizaciones masivas en cada distrito que continúan de forma regular.
Como en tantos otros movimientos, hay una crisis de dirección. La mayoría del Comité de Acción Awami(2) está en manos de los dirigentes pequeñoburgueses de los sindicatos del Transporte y del Comercio y de partidos nacionalistas de segundo nivel. Esta es la razón por la cual fueron incapaces de comprender la intensidad del reclamo del movimiento y fracasaron en la negociación con el gobierno.
El movimiento tuvo tal fuerza que obligó al gobierno a abrir la puerta de la negociación y estuvo a punto de derrotarlo. Pero las negociaciones se prolongaron durante tres meses y las concesiones que ofrecieron resultaron insuficientes. Al día siguiente de anunciarse el acuerdo, este 4 de febrero, el pueblo rechazó las negociaciones y continuó el movimiento.
Esta situación ha arrinconado, no sólo al gobierno, sino también al Comité de Acción Awami. El pueblo sigue sin pagar sus facturas, por eso la presión aumenta sobre ambos.
¿Cómo está interviniendo The Struggle?
El papel de nuestra organización fue decisivo en este movimiento a la hora de elaborar las reivindicaciones y el programa, incluso en la formación del Comité de Acción. Jugamos un papel decisivo en el Comité y un papel dirigente en muchas localidades. El compañero nuestro que integra el Comité de Acción rechazó el acuerdo al que se llegó con el gobierno y apoyó la continuación de la protesta del movimiento. Fue nuestra organización la que enfrentó al Comité contra esas negociaciones. Esa fue una de las razones por las cuales el Comité se vio obligado a volver a las bases y a las negociaciones.
Evidentemente, el movimiento seguirá, por lo que el pueblo tendrá que forjar una nueva dirección para que el movimiento avance. Nuestra organización, junto con otros aliados, se está asegurando de ejercer suficiente presión sobre el Comité para que no dé marcha atrás en las reivindicaciones y continúe el movimiento.
Las mujeres desempeñaron un papel clave en el movimiento…
Nuestra organización tuvo mucho que ver con eso. Fue por iniciativa nuestra que el programa y la estrategia del Comité de Acción incluyó un día determinado en el que las mujeres y los niños marcharían. Como hay muchos elementos de atraso cultural en la región, hubo muchos ataques a esta marcha y muchos intentos, incluso dentro del Comité, de sabotearla. Pero a pesar de esos ataques, nuestras compañeras desempeñaron un papel excepcional en la defensa de la iniciativa y encabezaron las marchas de mujeres en todas las localidades menos una.
El lugar más crítico para las marchas de mujeres fue Rawalakot, donde la presión del Estado, el clero y la derecha fue inmensa. Intentaron intimidar a las mujeres y hacer todo lo posible para impedir que protestaran en las calles. Pero a pesar de ello, más de 700 mujeres se manifestaron ese día en Rawalakot.
Cuéntanos del recién fundado Frente Revolucionario del Pueblo (PRF) y de las elecciones a las que se presentó.
Durante mucho tiempo nuestro trabajo se basó en la juventud, dirigiendo la Federación Nacional de Estudiantes de Jammu y Cachemira (JKNSF) desde 2006. Previendo que surgirían movimientos de masas, tras un largo debate dentro de la organización, decidimos lanzar un frente político con nuestros camaradas y simpatizantes y fundamos el PRF en julio de 2022.
Está en una fase incipiente y no tenemos mucha experiencia en política de masas. Las elecciones municipales de 2023 fueron las primeras en las que participamos. Presentamos candidatos en 27 distritos. Una de nuestras candidatas, Nosheen Kanwal, ganó su escaño en el Concejo de Rawlakot, otros tres candidatos quedaron en un ajustado segundo lugar y, en total, obtuvimos el 35% de los votos en esas 27 circunscripciones.
Tenemos mucha expectativa y entusiasmo por las posibilidades que se nos abren para la construcción de una alternativa de los trabajadores y el pueblo en Jammu y Cachemira.
1. https://lis-isl.org/2024/03/07/cachemira-movilizaciones-de-masas-y-crecimiento-de-la-izquierda-revolucionaria/
2. Del pueblo, en idioma urdu.