De Scioli y los K a Cambiemos. Con Vidal, un año de ajuste
Vidal profundizó lo peor del ajuste K. Más allá de cómo la trate la prensa corporativa, sus ‘obras’ fueron recortar salarios y presupuestos sociales, crear impuestazos y un endeudamiento récord, junto a un costado represivo.
Los grandes medios le lavan la cara a Mariú Vidal y su calamitoso gobierno como lo hacían antes con Scioli, Las cuatro patas de su ajuste están en consolidar la línea de recorte salarial; recortar los presupuestos sociales, de salud y educación, nuevos impuestazos y alevoso endeudamiento que compromete a varias generaciones.
El plan de obras se va en anuncios
Vidal reproduce y profundiza las peores prácticas del sciolismo y kirchnerismo. En su fastuoso gasto publicitario resalta el verde ‘esperanza’ en reemplazo del naranja, pero no puede mostrar ni una obra concreta. Hasta la pescaron «inaugurando» obras ya hechas por la gestión anterior.
Como denuncia Bodart en una nota sobre «el plan más ambicioso de la historia», Macri y Vidal anunciaron en abril que crearía 100.000 nuevos empleos con un plan de obras por $ 150 mil millones. Pero dicho plan bonaerense está parado. Y el Observatorio de la UCA informó que en el GBA el desempleo no se redujo sino que trepó al 11.2%. Es que Vidal dejó correr los despidos masivos en empresas como Cresta Roja, Alpargatas, Siam, Atma, Pirelli, ex-Ecotrans, Carrefour, entre otras.
Recortes en 2016 y 2017
El Presupuesto 2016 aprobado junto a la «oposición», implicó recortes en salud, educación, desarrollo social, niñez y otros rubros que apuntan a resolver las necesidades del pueblo bonaerense. Lo mismo con el Presupuesto para el 2017 que aspira a votar comprando voluntades.
En Salud pasa del 6,36% de este año al 5,62% en 2017. El más bajo de la historia, cuando CICOP pide un 10%. En Educación recortó en 2016 y lo bajó al nivel histórico del 27%. Mientras este año y el próximo eleva fuertemente los subsidios públicos al negocio de la enseñanza privada hasta $ 15.000 millones en 2017. Y prepara otro impuestazo con subas del 50,9% en los sellos; del 48,3% en automotores; 39,5% del inmobiliario rural y 37,8% del inmobiliario urbano.
Endeudamiento y salarios a la baja
El PRO fustigó a Scioli porque llegó al récord de endeudamiento con $ 20 mil millones en 2015, año electoral. Pero en 2016 Vidal lo llevó a lo más alto al endeudarnos por $ 60 mil millones año y pedir para 2017 otros $ 63.000 millones más. Como nunca llegaron las prometidas inversiones, nos hipotecan por generaciones.
El aumento docente del 34,6% en verdad es del 27% anualizado, al ser en tres cuotas no acumulativas. A los estatales les aumentó menos y por eso hubo también paros todo el año. Incluso ahora luchan los profesionales de la salud de CICOP y los judiciales por un nuevo aumento salarial.
Si el 2016 fue de lucha para aminorar el ajuste salarial, el 2017 se preanuncia como muy conflictivo. Porque Mariú viene de firmar un escandaloso y falso aumento del 18% por 15 meses con la burocracia cegetista de UPCN y Fegeppba. En realidad se trata de apenas un 11% anualizado al ser en cuatro cuotas del 4.5%.
Detrás de la sonrisa
Lejos de la imagen angelical que intenta vender, ordenó muchas y feroces represiones como la de cooperativistas a balazos en La Plata, auxiliares de Educación frente a la DGCyE golpeadas y picaneadas con Taser, a trabajadores de los hospitales en Salud, a obreros de Cresta Roja o el feroz desalojo y detenciones de choferes de las líneas Este y 520, a las tomas de terrenos en La Plata. A eso suma su política de saturación de policías y gendarmes en el conurbano, elevando el 65% el presupuesto represivo.
Poner en pie una nueva alternativa
Vidal sonríe para mostrarse como la nueva política, pero reproduce la compra de voluntades y votos de leyes contrarias al pueblo a cambio de cargos para los dirigentes del PJ-FPV, el massismo y hasta el GEN de Stolbizer. Así entregó ministerios a peronistas de Massa como De la Torre y del kichnerismo como la reciente incorporación a su gabinete del intendente de Castelli, el camporista Francisco Echarren, que le puso a un barrio «Julio De Vido». Antes fue el intendente y ex ministro de Scioli, Ismael Pasaglia que se pasó con Mariú. En esta ¿nueva? política, por plata y cargos se dan vuelta como nada.
El 2017 será un año de nuevas luchas y también de dar pasos hacia una nueva alternativa que rompa la falsa opción entre Cambiemos y el PJ en cualquiera de sus variantes. Desde el MST y nuestra confluencia en Izquierda al Frente, aportaremos a esta tarea.
Francisco Torres