A 36 años de la Masacre de La Plata

Entre el 4 y 5 de septiembre de 1975, ocho militantes del PST (por entonces, el nombre de nuestra corriente) fueron asesinados por las bandas fascistas de la Triple A, que era amparada por el gobierno de Isabel Perón y formaba parte de una avanzada contra el movimiento obrero y sus organizaciones.

Adriana Zaldúa, Roberto “Laucha” Loscertales, Lidia Agostini, Carlos “Dicky” Pove-dano, Oscar Lucatti, Hugo Frigerio, Ana María Guzner Lorenzo y Patricia Claverie daban apoyo a los trabajadores de la fábrica Petroquímica Sudamericana en conflicto. La respuesta del poder de turno no se hizo esperar: este crimen formó parte de la antesala del horror de la dictadura. Su cobarde asesinato era también un alerta para el PST que tenía un amplio desarrollo y también para todo el movimiento obrero.

La solidaridad obrera rodeó de inmediato a nuestra corriente y nos confirmó que íbamos por la senda correcta. Por eso repetimos que nuestro mejor homenaje es seguir luchando con toda su fuerza y alegría por cambiar este mundo desde su base, por la construcción del partido revolucionario, ¡esa herramienta imprescindible para que la clase obrera alcance su liberación!

A 36 años cambian los métodos y la coyuntura. El capitalismo pasa por una de sus peores crisis, pero sigue descargando su peso sobre los trabajadores y una juventud que resiste en todo el mundo, pese a la represión.

Aquí, el gobierno ”de los derechos humanos” de los K ya superó ampliamente la decena de muertos en conflictos sociales. Y si bien han empezado a ventilarse tibiamente en algunos juicios los crímenes de la Triple A, muchos de sus integrantes están hoy amparados en puestos estatales, ministerios y sindicatos amigos del poder. Como dijimos cuando cayeron los compañeros: “Más firmes que nunca en nuestro odio de clase. Ellos fueron volteados para que nosotros titubeemos. Ya lo sabíamos antes de que ellos u otros cayeran… Ellos cayeron para que nuestro dolor y nuestra rabia y nuestro odio de clase nos hiciera más fuertes: Compañeros caídos ¡Hasta el socialismo siempre!..”