A presidente no votamos a nadie

La ley electoral proscriptiva del kirchnerismo, avalada por todas las alas del PJ y la UCR, nos impide participar de las próximas elecciones del 23 de octubre con nuestra propia fórmula presidencial. Como no nos sentimos representados por ninguna de las siete que están habilitadas para competir en octubre, llamaremos a votar en blanco o anular el voto y explicaremos durante la campaña electoral por qué tomamos esta decisión. El mismo criterio tendremos en relación a otros cargos nacionales o provinciales en aquellos distritos donde estamos imposibilitados de presentar nuestros propios candidatos.

Por qué no votamos al FAP o al FIT

No vemos necesario explicar por qué no votaremos por el kirchnerismo o las demás variantes justicialistas o radicales. Todos ellos, así posen de progresistas o de centroderecha según les sea más útil en cada ocasión, son responsables políticos de la entrega y semicolonización del país, de la enorme desigualdad social y de la miseria en la que viven millones de argentinos. Sí queremos, en cambio, detenernos en explicar brevemente por qué tampoco creemos que sea útil para los trabajadores y los sectores populares votar y fortalecer al FAP o al FIT en estas elecciones.

El Frente Amplio Progresista, encabezado por Hermes Binner del Partido Socialista, está siendo promocionado por un sector de la burguesía que frente al papelón que protagonizaron Alfonsín y Duhalde en las primarias es conciente de la necesidad de apostar a fortalecer otra opción confiable de cara a octubre. Son una copia muy similar al Frepaso de Chacho Álvarez. Quieren fortalecerse en esta elección para negociar desde una posición de fuerza con la UCR y volver a disputarle al kirchnerismo en el 2013 y 2015. Ningún cambio favorable a nuestro pueblo puede venir de quienes se postulan para reeditar una nueva Alianza y ya se han comprometido públicamente, junto a las demás fuerzas políticas del establishment, a respetar la deuda externa, las privatizaciones y la entrega de nuestros recursos naturales.

Con los componentes del Frente de Izquierda y los Trabajadores, encabezado por Jorge Altamira del Partido Obrero, venimos polemizando desde hace mucho tiempo. Una diferencia muy importante que tenemos con ellos gira en torno de las características de la herramienta política que se necesita construir en nuestro país. Mientras los compañeros solamente se plantean la posibilidad de trabajar en el terreno político con algunos de los grupos que provienen del trotskismo, y consideran a todos aquellos que no concuerdan con ellos como enemigos que es necesario destruir, nosotros creemos imperioso que desde la izquierda revolucionaria nos abramos a trabajar con todas aquellas corrientes y sectores de la izquierda y del campo nacional y popular con las que se pueda acordar un programa de fondo y convivir respetándonos mutuamente los matices y diferencias. También hemos tenido muchos debates sobre la orientación de trabajo en el movimiento obrero y demás organizaciones de masas, donde muchas veces el sectarismo y el aparatismo de los compañeros han llevado a derrotas y retrocesos importantes en gremios de vanguardia. No podemos fortalecer con nuestro voto una política y orientación que consideramos profundamente equivocada y nociva para el desarrollo de la nueva dirección política y sindical que es necesario construir.

Por estas razones solo votaremos a los candidatos de nuestro partido y del Movimiento Proyecto Sur allí donde estén habilitados. Mientras tanto, seguimos aportando a la construcción de la alternativa política amplia y de convergencia que se necesita poner en pie lo más rápido que nos sea posible.

A. B.