Construir una alternativa unitaria que enfrente a la vieja política

Sergio García,
dirigente del MST directivo de la CTA Capital

En las luchas y hacia  el 2013

Las últimas semanas han sido millones los que sintieron un fuerte hartazgo ante los discursos, anuncios y la propaganda oficial del gobierno de CFK. Entre otras barbaridades el pueblo trabajador y los ciudadanos de a pie tuvimos que escuchar que se puede comer con 6 pesos diarios, que en el Chaco no hay desocupación, que los dólares son para pagar deuda externa, que Cristina en otra vida fue arquitecta egipcia o que hay que temerle como a Dios. En medio de esto, además la vimos sonriente junto al empleado y buchón de la dictadura Gerardo Martínez y otros “gordos” de la CGT Balcarce firmar un salario mínimo que solo certifica la miseria que sufren millones. Eso sí, se acordaron de repente y por conveniencia electoral de los derechos políticos de la juventud, cuando a la vez les niegan a una gran parte de ellos su derecho a estudiar o directamente el modelo K los empuja a engrosar las filas del trabajo precario.
Ni que decir que frente a esto sale la voz de Macri, De la Sota o De Narváez a pretender oponerse. Como si tampoco supiéramos quienes son ellos y a quienes representan. Actores políticos de una derecha tradicional que –dentro o fuera del PJ- busca capitalizar por ahora sin éxito el desgaste del kirchnerismo. Es que hoy los vientos que soplan en la sociedad no apuntan “a derecha” y eso dificulta sus reaccionarios proyectos. Por el lado de Binner y algunos de sus aliados volvieron a resonar los elogios hacia la UCR; por ejemplo Stolbizzer declaró que”La Alianza fue una decisión inteligente y generosa, lo que falló fue la gestión”. Cuando el 2001 demostró que “la gestión” no es algo independiente sino el resultado concreto de un nefasto proyecto político que, signado por la UCR y el bipar-tidismo, nada bueno podía ofrecerle entonces al país…ni nada bueno puede ofrecerle a futuro.

Las batallas actuales y las del 2013

En medio de esta realidad una gran mayoría la rema a diario por llegar a fin de mes, por lograr que sus hijos estudien o consigan un trabajo o tratan de que sus viejos no se les mueran en algún hospital sin insumos. Esos millones en su mayoría no se sienten identificados ni representados fielmente por ninguna de estas variantes. Y esto abre la necesidad de construir una herramienta política que los represente y que los haga parte y protagonistas. Esto conlleva a la vez una responsabilidad y una oportunidad política para todos aquellos que queremos transformar el país desde la izquierda, de manera unitaria y trabajando ampliamente con todos aquellos que quieran un proyecto político emancipador.
En cada lucha social y en cada pelea concreta de trabajadores, jóvenes o sectores medios está presente la necesidad de ir fortaleciendo esta imperiosa alternativa política y social. Así lo vemos en las luchas contra la megaminería, en los reclamos salariales junto a nuestros compañeros de la CTA, en las listas de oposición de los gremios de la CGT, en las escuelas con nuestras maestras, en los hospitales públicos con enfermeras y médicos y entre la juventud universitaria y secundaria que también se organiza. En todos lados hay miles que salen a la calle y buscan soluciones concretas pero también un futuro mejor. A ese proceso hay que darle respuesta.
Y como parte de la batalla política que está en curso en el país, las elecciones del 2013 serán un nuevo e importante capítulo frente al gobierno y los viejos partidos. Tendremos un primer gran desafío en Capital: el de construir junto a Pino y su candidatura a Senador un gran frente político con todos los que quieran integrarlo en base a un programa emancipador y transformador ubicado a la izquierda de las viejas variantes del régimen. Y de la misma manera en cada provincia del país tenemos que articular con las fuerzas políticas populares y de izquierda que quieran trabajar unitariamente para poner en pie alternativas sólidas que disputen el voto de millones. Para esta tarea desde el MST comprometemos todo nuestro esfuerzo militante y el peso de nuestra construcción nacional. Y a la vez ponemos a disposición el aporte de nuestros dirigentes y referentes como Alejandro Bodart, Vilma Ripoll y muchos otros que a lo largo del país seremos protagonistas siendo candidatos en las listas unitarias que se planten frente a lo viejo y en la cual todos los sectores políticos que la integremos estemos representados de acuerdo al peso e inserción real de cada uno. Para que lo nuevo que hace falta en el país vaya ganando cada vez más espacio, visibilidad política y peso social.