Frente al conflicto policial, los saqueos y la crisis social

El personal policial está protagonizando un fuerte reclamo salarial de alcance nacional que se sigue extendiendo. Primero Córdoba, luego Catamarca, La Rioja, San Juan y Neuquén. Ahora Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, Santa Fe, Tucumán, Jujuy, Chaco, Mendoza y Chubut siguen con medidas de fuerza reclamando aumentos. La extensión y la potencia del reclamo son inéditas. Las manifestaciones policiales se dan en medio de un clima de tensión social creciente con saqueos en varias provincias que ya costaron como mínimo siete vidas pudiendo ser aún más. Si bien el detonante de los mismos ha sido la protesta de las fuerzas de seguridad, su desarrollo excede a los mismos y reconoce un mismo común denominador: el profundo deterioro estructural de la situación social, producto de la crisis económica y de las medidas de ajuste implementadas por el gobierno nacional y los provinciales.

Esta ola de protestas demuestra el fuerte impacto de la crisis internacional y el fracaso del modelo K que, lejos ya de las posturas nacionales y populares y de combatir la inflación y la desigualdad social, pretende descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo recortando los presupuestos sociales, poniendo un techo a los salarios y preparando un tarifazo, entre otras medidas de ajuste. Y muestra también que los gobernadores de fuerzas opositoras al gobierno nacional también son responsables de la crisis actual porque aplican planes provinciales de ajuste y pagan salarios miserables sobre el conjunto de los trabajadores.

Frente a este panorama los sectores policiales han salido a reclamar salarios como lo haría cualquier trabajador con métodos de lucha similares tales como estado asambleario, abandono de tareas, movilizaciones, cortes y otras acciones. Interpelando tanto a los gobernadores, como al gobierno nacional, que salieron a condenarlos, negando todo derecho a la protesta, demonizando las medidas y calificándolas de “extorsivas”.

Del lado del gobierno y defendiendo esta concepción, se ha colocado casi la totalidad del arco “opositor” como la UCR, Carrió y el frente progresista, Massa y el PJ opositor, el PRO y los jefes de todos los bloques que se han pronunciado en un comunicado conjunto con el oficialismo K y sus aliados rechazando la protesta y “apoyando la gestión de los gobernadores”. El bloque político que cerró filas con el gobierno, quiere que estos cuerpos armados sigan siendo parte integrante y fundamental del estado y los gobiernos capitalistas y destinados a la represión de la clase trabajadora, la juventud y las luchas sociales. Equivocadamente, este documento ha sido suscripto por Claudio Lozano de Unidad Popular, lo cual es una posición contradictoria con el planteo de De Gennaro que presentó un proyecto favorable a la sindicalización de las fuerzas de seguridad y también contradictorio con la posición de la CTA. Y lamentablemente, el Frente de Izquierda (FIT) tampoco tiene ni una posición correcta y ni siquiera una posición común de sus integrantes que ayude a una respuesta por izquierda a esta crisis. Continúan rechazando el derecho a la sindicalización de la policía, con lo cual en los hechos favorecen su carácter profesionalista al servicio del rol represivo de defensa de las políticas de los gobiernos capitalistas y alejando a los sectores subalternos del pueblo y sus reclamos.

Nuestra propuesta 

Nosotros creemos en otra respuesta y otra salida a la actual situación. Sabemos que en el seno de la fuerza policial hay diversidad de posturas, desde reclamos y opiniones lícitas que muestran la necesidad de un cambio profundo, hasta posturas reaccionarias que se han manifestado en medio de estos sectores movilizados. Y también sabemos del rol institucional represivo que los políticos del sistema le asignan a estas fuerzas. Y además, que en este marco los reclamos salariales justos de la base policial, son los mismos por los que luchan miles de trabajadores y vecinos en los barrios que sufren un ajuste cotidiano. Por todo esto, es que creemos que hace falta responder no solo al aspecto salarial sino a la globalidad de la situación policial y de la crisis social en su conjunto. Cuestión que abordamos en 5 cuestiones concretas.

1- Desde el MST creemos que la crisis actual reafirma la necesidad de avanzar en un cambio de fondo en toda la estructura policial. Y eso debe comenzar por la depuración total de esta fuerza. No puede quedar en la misma ni un solo integrante que haya sido parte de las acciones aberrantes de la última dictadura militar, tampoco quienes estén ligados a hechos de corrupción, ni quienes sean responsables directos o cómplices de acciones de gatillo fácil. Ni pueden proseguir en al policía quienes estén involucrados en el negocio del narcotráfico y la trata de personas. A todos ellos hay que separarlos inmediatamente de la fuerza, porque este es el primer paso indispensable para un cambio de raíz. Junto con esto, proponemos la elección de los comisarios por voto popular y la posibilidad de revocatoria de los mismos, y el control de todo el accionar policial por comisiones vecinales y organismos de derechos humanos.

2- Proponemos que se haga ley el derecho de los policías a sindicalizarse, a organizarse, a poder defender sus derechos salariales, laborales y a elegir sus representantes. Y por esa vía, también a poder discutir su función rechazando su utilización para la represión de las protestas sociales. Así como vimos estos días que en asambleas debatían sobre su salario, la sindicalización tiene que permitir que todo se discuta democráticamente sin amenazas de despidos ni aplicación del verticalismo ni órdenes de los mandos superiores, que son quienes se enriquecen y muchas veces están al frente de los principales negociados de corrupción y el delito. Para facilitar la unidad en los reclamos con los trabajadores y sectores populares, para romper con el concepto de la verticalidad y la obediencia debida, avanzando en la democratización de las fuerzas y para evitar que sean utilizadas como fuerzas de choque al servicio de la represión en defensa del modelo capitalista y sus gobiernos de turno.

La sindicalización de las capas bajas de las fuerzas policiales y de seguridad habilitaría a los subalternos a poder denunciar la corrupción de los jefes sin temor a represalias, como pasa hoy. Y a negarse a reprimir las luchas de los trabajadores y el pueblo. Por el contrario, la estructura actual es propicia para que los sectores de derecha ganen mayor peso en las filas militares y policiales y que el estado y sus gobiernos mantengan esta fuerza subordinada, con disciplina verticalista y cumpliendo con la obediencia debida al servicio de reprimir y defender los intereses de los grupos económicos dominantes y los gobiernos de turno.

3- Junto con esto, creemos lógico que ningún policía y ningún trabajador puede vivir con un sueldo miserable. En ese sentido es justo el reclamo salarial y de condiciones laborales que necesitan una respuesta positiva para la vida cotidiana de miles de familias. Sin olvidar, que ese reclamo salarial de la base policial es el mismo que vienen teniendo trabajadores de todos los gremios a quienes el gobierno nacional y los gobiernos provinciales les niegan aumentos justos. Por eso planteamos el otorgamiento de aumento de emergencia al básico para todos los trabajadores del país acorde al costo real de la canasta familiar y que no sea inferior al que se le está otorgando a los policías, la entrega de bonos especiales de fin de año, el pago en término del aguinaldo y la eliminación del impuesto al salario. Y convocamos a todos los trabajadores y gremios a organizar marchas, paros y todas las medidas de lucha necesaria para conseguirlo. Y a las centrales de trabajadores a que convoquen a un plan de lucha nacional.

4- Además hace falta el otorgamiento urgente de ayuda social. Los saqueos producidos en distintas provincias y que se continúan al día de hoy, son la otra cara de la crisis social, la que muestra un país que detrás de las falsas estadísticas del INDEC, tienen miles y miles de sectores marginados y una gran cantidad de personas sin trabajo ni estudio. Esto hace necesario el otorgamiento urgente de ayuda social para todas las familias desocupadas que no la tengan, el aumento de los planes sociales, el pago de aguinaldo social a estos sectores y la entrega inmediata de comida a todas las organizaciones sociales que la vienen reclamando, y que los gobiernos permanentemente intentan recortar. Los gobiernos también tienen que hacerse responsables de esta crisis, otorgando además una indemnización a los pequeños comerciantes que hayan perdido todo durante estos días.

5- Sobre esta respuesta urgente, desde el MST nos oponemos también a toda medida represiva y de criminalización de la pobreza contra los sectores que reclaman en los barrios y proponemos la implementación de un plan de emergencia; que frene el ajuste, tome medidas antiinflacionarias y favorables a los trabajadores como la eliminación del IVA para la canasta familiar, control popular de los precios, aumento general de salarios, reforma tributaria progresiva y suspensión de todo pago de la deuda externa. Asimismo un aumento de emergencia de los presupuestos de salud, educación y vivienda. La reestatización del ferrocarril, el subte y todas las empresas de servicios públicos con control social. Y la recuperación de todas nuestras riquezas naturales, energéticas y minerales para poner su renta en función de las necesidades sociales mediante una explotación que no ataque a la naturaleza y sea debatida con las poblaciones.

Para pelear por todo esto, desde el MST – Nueva Izquierda además venimos planteando la necesidad de construir un gran movimiento político unitario de toda la izquierda y los sectores populares, que frente a esta crisis y las que vendrán, se postule a gobernar el país cambiando el modelo económico, político y social en sentido anticapitalista y a favor de la mayorías populares, trabajadoras y la juventud. Este presente que vivimos y un 2014 que será de mucha conflictividad y debate político, hará más necesaria que todos los que estemos dispuestos a dar pasos en ese sentido nos pongamos a trabajar para ese objetivo.

Dirección Nacional del MST
10/12/2013