Entre el sectarismo y el oportunismo: El FIT, otra vez dividido

Una vez más, las fuerzas del FIT se dividieron ante la elección de la CTA. Lamentablemente no aceptaron la propuesta unitaria que hicimos desde nuestra corriente para conformar una lista de todos los que luchamos en las calles contra el ajuste, la izquierda sindical y los sectores combativos junto a todas las corrientes de la Lista 1 que confluimos en Plaza de Mayo a fines del año pasado.
De las fuerzas del FIT, el PTS (como IS) se abstuvo de participar. Denunciando apriorísticamente que habría «fraude», el PTS justificó su abstencionismo en que «legitimaría» ese fraude si participaran (LVO 571). Como si otras elecciones donde compitieron con sectores ultraburocráticos como en la Alimentación, fueran una oda a la transparencia. Viejo argumento infantilista que desnuda el oportunismo de absternerse de toda disputa.
Pero quienes llegan al límite de la fábula son los compañeros de la dirección del PO. Quienes esta vez, para cimentar su habitual autobombo, apelan a la amalgama e incluso alteran completamente la realidad (ver PO 1317). Cuando hablan de los resultados en general, las elecciones son «raquíticas», pero cuando hablan de ellos mismos, se trata de una «elección histórica». La verdad es que sacaron apenas un 10%, menor aún al obtenido por listas opositoras que participaron en elecciones anteriores de CTA. En San Isidro, por ejemplo, sacaron menos votos que los candidatos que presentaron. Perdieron con claridad en docentes de Matanza y La Plata y en otros sectores con activismo importante, demostrando que es falsa su afirmación que: «donde hubo lista 3, el activismo votó a la izquierda». Se atribuyeron como propios triunfos de listas unitarias en las que participamos nosotros y otras corrientes como Santa Cruz o Neuquén (que está en disputa). Y se adjudican tres listas locales claramente hegemonizadas desde hace mucho tiempo por otra corriente (Lomas, Brown y Bahía). Pero el colmo es el anuncio de gran triunfo en Men-doza, donde el PO participa de lista del oficialismo de ATE Mendoza, que habría cambiado de contenido, pasando a ser «clasista» por la sola presencia del PO. Lo que no dicen, es que de esa lista se dejó afuera a los sectores que venían soste-niendo la CTA Mendoza, como los sindicatos de docentes universi-tarios, judiciales, la CCC y nuestra corriente sindical. Perfecta combinación de sectarismo y oportunismo.
Esperamos una vez más que los compañeros reflexionen y cambien. Dando pasos hacia la unidad que se necesita para responder a las necesidades de poner en pie una nueva dirección.